17.2.22

El "periodista" de OkDiario esperaba a que Iglesias y Montero se marcharan de la casa y cuando la cuidadora salía a pasear con los niños (3 bebés de pecho) la perseguía. Según la justicia esto no es acoso... "El juzgado (...) asegura que los bebés eran muy pequeños, no se enteraron de nada y por tanto no fueron víctimas de ningún delito de acoso"... Si fueran hijos de Casado o Abascal a la cárcel iban ¿verdad?... La justicia española es, digámoslo suavemente, un desastre, con jueces que deberían ser expulsados de la carrera judicial por prevaricar y hacer política... El mensaje no puede ser más claro: enfrentarse al poder tiene un coste y no hay justicia para los que se atreven a desafiarlo... Está quedando un país estupendo. A los mayores se les puede dejar morir solos en las residencias sin recibir atención médica. Y los niños no son "sujetos" de un posible delito al ser ajenos a lo que ocurre a su alrededor... Artículo 39.1 de la Constitución: ‘Los poderes públicos aseguran la protección social, económica y jurídica de la familia, así como la protección de hijos e hijas’

 "La Justicia absuelve al periodista de OkDiario acusado de acosar a los hijos de Irene Montero y Pablo Iglesias.

El juzgado penal 30 de Madrid absuelve al periodista Alejandro Entrambasaguas y reconoce que generó una "inquietud muy relevante" en la cuidadora y los padres de los pequeños pero asegura que los bebés eran muy pequeños, no se enteraron de nada y por tanto no fueron víctimas de ningún delito de acoso"      (Alberto Pozas, eldiario.es, 16/02/22) 

 Pablo Iglesias

 Contra el criterio de la fiscalía que pedía un año de cárcel, el juez determina que nuestros hijos no fueron acosados por el “periodista” de OK Diario. Recurriremos pero duele en el alma la impunidad y la sensación de que, si no fuéramos nosotros, todo sería diferente

 3:06 p. m. · 16 feb. 2022

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 Manuel Rico

 Está quedando un país estupendo.
A los mayores se les puede dejar morir solos en las residencias sin recibir atención médica.
Y los niños no son "sujetos" de un posible delito al ser ajenos a lo que ocurre a su alrededor.

 4:32 p. m. · 16 feb. 2022

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 Enric Juliana Ricart

 Artículo 39.1 de la Constitución:  ‘Los poderes públicos aseguran la protección social, económica y jurídica de la familia, así como la protección de hijos e hijas’.

Art. 39.4: ‘Los niños gozarán de la protección prevista en los acuerdos internacionales que velan por sus derechos’.

3:54 p. m. · 16 feb. 2022

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  Ignacio Pato

 "El juzgado (...) asegura que los bebés eran muy pequeños, no se enteraron de nada y por tanto no fueron víctimas de ningún delito de acoso". Es de no dar crédito.

 1:52 p. m. 16 feb. 2022

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PabloMM

El "periodista" de OkDiario esperaba a que Iglesias y Montero se marcharan de la casa y cuando la cuidadora salía a pasear con los niños (3 bebés de pecho) la perseguía. Según la justicia esto no es acoso. ¡Qué putísima vergüenza!

  2:45 p. m. 16 feb. 2022

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 Héctor Illueca

 El mensaje no puede ser más claro: enfrentarse al poder tiene un coste y no hay justicia para los que se atreven a desafiarlo. Nada justifica lo que vivieron los hijos de @PabloIglesias e @IreneMontero. Tenéis mi cariño y mi solidaridad. #NoHayDerecho

 3:16 p. m. · 16 feb. 2022

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 Juan Laborda

 La justicia española es, digámoslo suavemente, un desastre, con jueces que deberían ser expulsados de la carrera judicial por prevaricar y hacer política. Es hora de que la sociedad civil empiece a moverse. Si no, nos arrepentiremos. Basta ya del Lawfare judicial!

 6:50 p. m. · 16 feb. 2022

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 Pilar Lima

“Eran muy pequeños y no se enteraron” sentencia el juez en el caso del acoso a los hijos de Irene y Pablo.
Infame. Si fueran hijos de Casado o Abascal a la cárcel iban ¿verdad?
Menuda bonita justicia se nos está quedando. Un abrazo a la familia Montero-Iglesias. No estáis solos.

 2:59 p. m. · 16 feb. 2022

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"Los niños de Pablo Iglesias y el juez Benchimol.

 De madrugada, por puro morbo, me puse a ver La Base, el programa de Pablo Iglesias que da este periódico. Pablo Iglesias estuvo fatal: acelerado, a veces inconexo, más lleno de gestos que de ideas, interrumpiendo constantemente a sus compañeros, rozando el furibundismo, que no es lo suyo.

Miguel Mora, director de Ctxt y otras muchas cosas bellas que no pienso desvelar aquí, cortó el monólogo del ex vicepresidente con esa sonrisa zen con la que escribe periódicos:

--Te has venido arriba, Pablo.

Me fijé más en estas cosas que en el debate. Ya os dije. Puro morbo. Quería saber cómo se comporta un ser humano, además famoso y en directo, cuando acaba de enterarse de que un juez español, europeo y tal, avala que se pueda acosar a tus hijos de diecisiete meses porque los niños de diecisiete meses no se enteran. No soy pediatra, pero, científicamente, eso de que los bebés no se enteran me parece discutible, señor juez (el juez se llama David Yehiel Maman Benchimol: en 2004 no vio delito en que José María Aznar hubiera destinado 2,3 millones de euros del erario público a comprar la Medalla del Congreso de EEUU. No se la dieron a pesar de tanto gasto. Pobre Aznar y pobre erario público).

El caso es que este juez (David Yehiel Maman Benchimol, recordad con miedo el nombre por si os toca) considera lícito que un tipo acose a la niñera de unos bebés de diecisiete meses por teléfono, llamando al timbre de su domicilio y persiguiéndola por los parques mientras paseaba el carrito.

La cronología de los hechos es entretenidísima. En septiembre de 2019, Irene Montero y Pablo Iglesias contratan a una cuidadora para su hijos. No quieren llevarlos a la guardería. Los niños son prematuros. Propensos a infecciones.

Galapagar, donde vive la podemita pareja, es un pueblo pequeño de la serranía de Madrid, así que enseguida todo el mundo supo adónde mandaban P&I a sus niños.

Días después, un particular llamó a OK Diario para denunciar que los niños de P&I hacían mucho ruido y estaban en una guardería ilegal (esto lo contaron Eduardo Inda y Manuel Cerdán en el juicio).

Cerdán e Inda encargaron a su reportero Alejandro Entrambasaguas investigar el asunto. Entrambasaguas, en principio, no hizo mal su trabajo. Se pateó el barrio y consiguió el teléfono y la dirección de la niñera. No se sabe cómo, pero da igual. Cualquier periodista que os diga que nunca utilizó la picaresca o la artimaña para conseguir un contacto, un teléfono o una dirección, os está mintiendo.

La deontología empieza cuando usas esa información de manera razonable o no. Te pones en contacto con la posible fuente y, si te dice que no o no te contesta, te buscas otra manera de seguir tus indagaciones. No te pones a perseguirla.

El absuelto Alejandro Entrambasaguas, en este caso fecales, estuvo llamando al timbre y al teléfono de la niñera durante días, persiguiéndola por el parque, mintiendo incluso a la Policía cuando lo identificaron como anónimo merodeador (declararon los policías en el juicio que el aludido ocultó que era periodista).

A causa de este acoso, P&I se quedaron sin niñera, porque la señora se autodespidió por miedo a ese señor de aspecto extraño que la llamaba y la seguía a todas partes. Y porque temía por la seguridad de los niños.

OK Diario nunca pudo demostrar irregularidad alguna. Ni siquiera, tras el acoso, publicó la información. No había información. Solo buscaban el escándalo. Y así se justificó Entrambasaguas ante el juez: "Si se niega a hablar, no puedo amenazarla". No sé si esas palabras os tranquilizan. Al juez parece ser que sí.

Pero eso de no amenazarla y llamarla y timbrarla y seguirla no es acoso, dice el juez David Yehiel Maman Benchimol, porque los niños de Iglesias y Montero no se enteraban. Yo no sé lo que sabe de pediatría este juez Benchimol, ya lo dije antes, pero estoy seguro de que si yo, en plan periodista carroñero, me pusiera a sacar fotos a sus hijos o nietos en los parques lo mismo no sería tan defensor de la libertad de expresión. Son azarosas especulaciones que uno se hace a sí mismo.

Y yo no sé si todo esto tiene que ver con el hecho, que es el núcleo del artículo, de que Pablo Iglesias haya estado horrible ayer en el programa. O sea, que si el mando de la tele no tuviera las pilas gastadas, yo me habría cambiado de canal. Pero el hombre acababa de enterarse, pocas horas antes de la emisión, de que los manipuladores y los mendaces tienen derecho legal de acosar a sus hijos y a sus niñeras y a su padre.

Mi jefe, Torrús, que es muy pesado y muy pejiguero, me manda el artículo 39.1 de la Constitución para que lo ponga: "Los poderes públicos aseguran la protección social, económica y jurídica de la familia, así como la protección de hijos e hijas".

Según el juez David Yehiel Maman Benchimol, Iglesias y Montero no son competentes para denunciar el acoso a sus hijos porque no fueron los directos acosados. Su denuncia queda archivada, ratas coleteras. Perseguir niñeras y bebés de vicepresidentes rojos es legal en España. A no ser que denuncie la niñera o el bebé. Suena absurdo, pero así es la sentencia.

Quizá por eso el programa que se montó ayer Pablo Iglesias fue horroroso. Estaba nervioso y alterado, casi iracundo, y muy triste, me parece que muy triste. Solo se refirió a la sentencia absolutoria a favor de Entrambasaguas al final. No quería molestar al respetable con sus cuitas. Solo informó. Sin regodearse.

Que jueces de la calaña de David Yehiel Maman Benchimol anden dictando sentencias es ya muy preocupante. Que un representante electo del pueblo tenga que exponer a sus hijos ante el acoso impune de los Entrambasaguas es denigrante para un estado de derecho. Y que la sociedad sea simple espectadora (también caso Julian Assange) de tales abusos, es lo que provoca que a gente como Pablo Iglesias los programas de radio le salgan mal y tristes. O que se haya ido de la política. No pidamos ideólogos ni partidos fuertes y renovadores si no sabemos proteger ni siquiera a sus hijos. Contra jueces como Benchimol, por ejemplo, es necesario hacer algo. No es comprensible que de esta sentencia salga más dañado Pablo Iglesias que Benchimol. Si le ha pasado a un vicepresidente de Gobierno, imagínate cómo será cuando te pase a ti. ¿Qué se os ocurre para que este Benchimol no vuelva a dictar una sentencia en su vida? Menos violentas, estoy abierto a todas las ideas. Y espero que vosotros también."(Aníbal Malvar, Público, 17/02/22)

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