Los dos ex concejales y el arquitecto tenían previsto recaudar 960.000 euros, según el fiscal, por la calificación del suelo incluido en tres convenios que se iban a incorporar al plan general de urbanismo que a la sazón tramitaba el Ayuntamiento. El soborno se dirigía, en un caso, para que tuviera vía libre la edificación de un supermercado; en otro, para que su titular obtuviera una edificabilidad análoga a la del vecino, y en el tercero, para garantizar que la tramitación para construir en el solar llegara a buen término. Fue en este último caso donde los promotores, A Pousa SL, pusieron los hechos en conocimiento de la policía, que así inició las investigaciones a finales de 2006.
Mosquera rebajó las expectativas del cohecho a 540.000 euros (180.000 por cada convenio) y atribuyó a su compañero de grupo, Alejandro Gómez, de quien exaltó su experiencia y conocimientos en materia urbanística, la idea y dirección de toda la operación, en la que el concejal de Cultura, según su propio testimonio, habría actuado como mero "recadero" entre Gómez y el arquitecto Ramilo, quien ejercía de intermediario con el único interés de mantener su estatus profesional (encargos y cobros) en la zona.
La operación, según Mosquera, fue ideada ante la amenaza de que el PP perdiera la mayoría absoluta en las elecciones locales de 2007, tesitura en la que los independientes escindidos del PSOE podrían jugar un papel determinante de apoyo al PP. Gómez, a su vez, personificaba la garantía que recibían los promotores de que los acuerdos serían respetados por la siguiente corporación, en la que seguiría como edil de Urbanismo." (El País, ed. Galicia, Galicia, 01/06/2010, p. 2/2)
"Financiaremos la ruptura del PSOE para que no impugne el plan general"
"Garantizamos que el PSOE no impugna [el plan general de urbanismo], financiamos la ruptura de los que se van y sólo les queda un concejal", afirma José Luis Mosquera, el ex concejal de Cultura de Gondomar, en una de las conversaciones grabadas por la Guardia Civil con el arquitecto Borja Ramilo, que le hace de intermediario. A cambio de los "35 ó 40 millones de pesetas" que propone requerir a los promotores inmobiliarios, Mosquera señala a Ramilo que tienen asegurada la incorporación de un convenio al plan general de urbanismo cuya aprobación inicial "está pactada" con una parte de los socialistas, así como "el cambio de cromos para que no voten en contra". (...)
En la medida que la recalificación del suelo -de rústico a urbanizable- de los tres convenios que se incluirían en el plan general no presentaba ninguna irregularidad, los requerimientos de los cohechos sólo se sustentaban en las garantías de que su tramitación culminaría sin trabas en la construcción prevista, según declaró en su turno el arquitecto Borja Ramilo. "A Vicente Alborch [cliente suyo que impulsaba otro de los convenios para instalar un Mercadona] me daba mucha vergüenza pedirle lo que me decían. Lo interpretó como un pago al Ayuntamiento", explicó el arquitecto. "Su interlocutor era Alejandro Gómez, no Mosquera", precisó el arquitecto. (...)
La novia de Mosquera, Belén Fernández, relató su cita con él en Vigo, el 14 de febrero de 2007. En un bar, Mosquera se entrevistó con alguien y le metió en el bolso un sobre. Ella volvió al aparcamiento donde había dejado su coche para volver a Gondomar, a la casa del concejal, pero en el aparcamiento irrumpieron la policía y Mosquera, absolutamente demacrado y descompuesto, sólo acertó a decir "¡el dinero, el dinero, el sobre!"... "Me pasaron 200.000 cosas por la cabeza. Pregunté qué estaba pasando y nadie me respondía". Los dos fueron detenidos." (El País, ed. Galicia, Galicia, 02/06/2010, p. 1/2)
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