Las escuchas dejan al descubierto constantes presiones del regidor y algunos de los concejales, sobre todo Balado y Lorenzo, a la secretaria municipal, María Josefa Fernández, para que hiciese la vista gorda ante las irregularidades que se repiten en los procesos de contratación de obras y personal en este municipio.
En la instrucción que dirige la titular del juzgado número 3 de Lugo constan los expedientes de más de una veintena de obras en este municipio lucense en las que se repite el mismo procedimiento: el alcalde y los ediles deciden de antemano la constructora a la que adjudicar los trabajos y luego se le pide a ésta que busque otras dos firmas para dar apariencia de legalidad al contrato negociado sin publicidad. (...)
"Hay que poner varias [obras] juntas para que pasen de 50.000 euros para que [la Diputación de Lugo] nos pague el proyecto, pero no debe pasar de 200.000 para que nosotros podamos jugar con ellas a la hora de adjudicarlas, [...] se las vamos a dar a quien nos dé la gana". La policía está convencida de que "esta conversación resume básicamente toda la operativa de la contratación en Castro de Rei, la cual es evitar obras por concurso, reduciendo o fraccionando la cuantía del contrato, para poder dárselo finalmente a la empresa que deseen utilizando torticeramente el procedimiento aun a sabiendas de que si se desarrollara un concurso las condiciones para el concello podrían ser más ventajosas".
En otro de los pinchazos, el alcalde de Castro de Rei habla con el edil de Terra Galega (Tega) Roberto Lorenzo, a quien avisa: "La cuestión es que, entonces, lo de las carreteras lo que tenemos es que decidirlo y después decirle al que tengamos pensado que pida otras dos ofertas, que pida no, que nos diga a quién mandamos la invitación".
El propio regidor, en esa misma charla que tuvo lugar el 27 de febrero de 2009, desvela sus planes para intentar convencer a la secretaria municipal de que cuele en una junta de gobierno que ya ha tenido lugar tres nombres de tres empresas como si ya hubiesen sido invitadas.
En una conversación posterior, también grabada por la policía, es el concejal de Terra Galega quien le comenta al alcalde que la funcionaria municipal se niega a admitir como válidas las ofertas entregadas fuera de plazo por varias de las empresas a las que tanto él como el alcalde pretendían beneficiar. Tras enterarse, el alcalde llama a la secretaria municipal para que interceda en favor de las citadas constructoras: "El problema es que todos los que nosotros teníamos interés en las obras son los que no lo entregaron a tiempo".
La secretaria se pregunta entonces si es que los dirigentes de esas constructoras "no saben leer".Entre los supuestos tratos de favor del gobierno municipal de Castro de Rei no sólo los hay a empresas, también a personas. Las escuchas recogen, por ejemplo, el interés de Lorenzo en contratar a determinados trabajadores para un programa de cooperación local: "Nosotros queríamos coger al Cachimbas y al Gitano, pero en teoría...". Su interlocutora le corta: "Son justo lo opuesto, porque no tienen experiencia en el mercado ganadero".
Cuando la resolución de las plazas, concedidas según un baremo, no les satisface, el alcalde trata de presionar a la secretaria municipal, que le responde: "Desde luego, yo no cambio el acta. En el próximo proceso de selección llamas a alguien de la Diputación y lo hacéis... A mí ya me extrañaba que no hubiera jaleo, que nadie me tocara la tecla". El alcalde replica: "Pensábamos que nos ibas a decir..." A lo que la secretaria interrumpe: "Si vais a querer a alguien y caciquear, yo no quiero participar. Llamáis a un secretario de aquí al lado". (El País, ed. Galicia, Galicia, 18/06/2010, p. 2)
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