Esta misma mañana [miércoles], varios vecinos, cuya fecha de revisión del contrato está próxima, se han despertado con una carta en su buzón que les advertía de que deben abandonar su hogar. (...)
Este es el caso de Mario Agreda que ha recibido la notificación para que abandone su casa antes del 31 de enero
a pesar de que su contrato, con fecha de 1991, le adjudica la vivienda
de manera “permanente”. Hasta ahora, el contrato de Mario, de 70 años,
se había renovado cada dos años de manera automática ya que los motivos
por los cuales le habían concedido la vivienda social persistían.
La
única intervención del Ayuntamiento consistía en adecuar el alquiler a
la renta del inquilino. Ahora, de manera unilateral la Administración ha
rescindido el contrato. (...)
“Llevo 21 años viviendo en esta casa. Hasta ahora, el contrato se
renovaba automáticamente cada dos años mientras que pagase el alquiler.
Ahora según la carta que me mandaron rescinden de manera unilateral”,
señala Mario a Público, quien asegura que a sus 70 años no tiene lugar donde ir junto a su esposa, como el resto de vecinos.(...)
Así, Loli, vecina de la calle de la Madera, se ha enterado esta mañana de que el 18 de diciembre debe abandonar su hogar. Ni siquiera la han avisado un mes antes,
como manda la ley. Esta vecina, que vive con su madre de 72 años y
tiene un hijo de 21 años, llegó al vecindario procedente de otro
edificio de su propiedad que fue declarado en ruina.
Le dijeron que el
realojamiento sería definitivo y que dispondría de una opción de compra.
“Ni siquiera nos han dado tiempo para prepararnos. En apenas tres
semanas tenemos que abandonar nuestra casa”, señala a Público.
En
el mismo inmueble de Loli, otros dos vecinos han recibido la carta de
desalojo: Javier, un hombre de 54 años con una minusvalía reconocida,
debe desalojar su vivienda antes del 13 de diciembre; otra vecina de
origen marroquí, que lleva 15 años en la casa, tendrá que hacerlo antes
del 10 del mismo mes y Ángel, un señor de 81 años que vive junto a su mujer de 79 años, tendrá que abandonar su hogar en el mes de febrero.
Cada uno de ellos tiene un contrato diferente dependiendo de sus
circunstancias y de la ley vigente en el momento en el que lo
suscribieron, sin embargo, todos ellos han recibido el mismo documento
en el que se les comunica que si quieren continuar habitando en
viviendas sociales del Ayuntamiento de Madrid deberán ponerse en contacto con la empresa pública. (...)
Si el contrato es indefinido, el inquilino podrá permanecer en su
casa a pesar de la venta del inmueble, aseguran la abogada. No obstante,
la empresa pública está tratando de convencer a todos los vecinos,
independientemente del contrato que tengan, para que abandonen sus
casas.
“Les están asustando diciendo que el nuevo
propietario puede modificar las condiciones del contrario de alquiler y
eso no es así. Es la ley la que marca unos baremos para actualizar.
No
obstante, las letradas aseguran que los vecinos que decidan permanecer
en sus casas podrían sufrir otro tipo de problemas. “Existe el peligro
real, porque así lo indica la experiencia, de que el nuevo comprador
trate de echar a los inquilinos de forma legal o de forma menos legal”,
asegura.
Por otro lado, los vecinos realojados pasarán a tener un nuevo contrato de cinco años de duración, pero nadie les puede asegurar que no les volverá a suceder lo mismo que están viviendo ahora. " (Público, 21/11/2012)
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