"Se desprende una gran lección del escándalo de lavado de dinero del Danske Bank.
La regulación del sistema bancario moderno no funciona. Los bancos
modernos son ahora principalmente gestores de fondos de riesgo gigantes
que especulan con activos financieros o son vías para la evasión de
impuestos hacia paraísos fiscales del 1% más rico y las multinacionales
El escándalo de Danske Bank es el último y mayor
ejemplo de estas actividades bancarias modernas. Más de 235.000 millones
de dólares en ‘operaciones especiales’ fluyeron a través de la
minúscula sucursal en Estonia del banco en tan sólo cuatro años desde
2012 – una cantidad muy superior al PIB del país báltico.
Y esto
ocurrió en el período en el que la regulación bancaria internacional se
había reforzado, según el FMI y el Banco Internacional de Pagos, tras
las conductas ‘imprudentes’ previas a la crisis financiera global.
De hecho, es probable que no fuera sólo el Danske
Bank, sino que, de acuerdo con el Banco Central de Estonia, el supuesto
regulador, los bancos estonios manejaron alrededor de 900 mil millones
de euros, o $ 1,04 billones en transacciones transfronterizas entre 2008
y 2015.
La idea de que estos inversores extranjeros optaran por mover
una gran cantidad de su dinero a través de Estonia con fines
exclusivamente legítimos es difícil de tragar. Después de todo, esto
ocurre tras la liquidación de ABLV, hasta entonces el tercer banco más grande de Letonia, después de que fuese pillado lavarndo dinero de Corea del Norte.
John Horan, asociado senior en Maze Investigation,
Compliance and Training Ltd en Belfast, asegura que el lavado de dinero
es un problema europeo. “ el dinero
negro es casi seguro que continuará fluyendo a través del sistema
bancario europeo, como la arena a través de un tamiz”. Es una historia interminable.
De hecho, eso no es todo. El
último escándalo se refiere a la desaparición de más de $ 2 mil
millones de ingresos fiscales daneses en una estafa que implica la
reclamación de impuesto pagados por extranjeros en relación con acciones
danesas.
Parece ser que estos extranjeros no poseían ninguna acción
ni pagaron impuestos por ellas y, sin embargo, fueron capaces de
conseguir ‘devoluciones’ a través de la connivencia o la negligencia de
los empleados del gobierno danés y pequeños bancos europeos
transfirieron el dinero – y nadie ha sido acusado o dimitido por esta
pérdida masiva de dinero de los contribuyentes – equivalente a $ 110 mil
millones en ingresos fiscales de Estados Unidos.
Los reguladores han sido incapaces de detener estas
prácticas de evasión fiscal criminal de los bancos. Por ejemplo, Carol
Sergeant era la autoridad reguladora de supervisión financiera del Reino
Unido y estaba al frente de la supervisión de los bancos en el Banco de
Inglaterra. Fue ennoblecida por la Reina por sus “servicios a la
regulación financiera”.
Se integro en Lloyds Bank en 2010 y recibió
bonos que Lloyds pide ahora que devuelva porque era responsable (con
otros) de los seguros de protección de pagos (PPI) cuando estalló el
escándalo por el que Lloyds debe pagar ahora 18 mil millones de £ en
compensación. ¿Adivine donde trabaja ahora Sergeant? Efectivamente, es
directora no ejecutiva de Danske Bank, donde sus responsabilidades
incluyen asegurarse de que el banco opera ¡de acuerdo con las
regulaciones!
Sin embargo, en su último informe sobre la estabilidad financiera mundial,
el FMI afirma que “una década después de la crisis financiera mundial,
se han hecho muchos avances en la reforma de la regulación financiera
global. El amplio programa establecido por la comunidad internacional ha
dado lugar a nuevas normas que han contribuido a una mayor capacidad de
recuperación del sistema financiero con menos apalancamiento, más
liquidez, y mejor supervisión”.
Puede ser cierto que los bancos internacionales estén
mejor capitalizados y menos apalancado con malas deudas después de la
aplicación gradual de los acuerdos de capital y liquidez de Basilea III y
la adopción generalizada de las ‘pruebas de estrés’, pero incluso esto
puede cuestionarse. En el 85% de los 24 países que experimentaron la
crisis bancaria en 2007-8, el crecimiento del producto nacional hoy en
día se mantiene por debajo de su tendencia anterior a la crisis.
Y el
FMI admite que “en muchos países, los riesgos sistémicos asociados a las
nuevas formas de banca en la sombra y la financiación basada en el
mercado fuera del perímetro regulatorio prudencial, como gestores de
activos, pueden estar acumulándose y podrían dar lugar a nuevos efectos
secundarios en los bancos”.
La visión ‘oficial’ de que la regulación es la única
manera de controlar los bancos es aceptada por la mayoría de los
keynesianos o por aquellos que consideran que el sector financiero es el
único enemigo de los trabajadores.
Por ejemplo, Nick Shaxson. Shaxson
escribió un libro convincente Treasure Islands, tax havens and the men
who stole the world (http://treasureislands.org/), que denuncia el funcionamiento de todos los esquemas globales de evasión de impuestos y cómo los bancos promueven los paraísos fiscales y la evasión de impuestos para sus clientes ricos. (...)" (Michael Roberts, Sin Permiso, 07/10/2018)
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