"Fueron doce horas de declaración en tres días, y eso que
sólo respondió a la fiscal de Anticorrupción, Concepción Sabadell, y a
su propio abogado. Pero en medio de sus cuentas en Suiza, sus campañas
electorales, su "vida en Génova", sus coches regalados y las vacaciones
pagadas a alcaldes, concejales, amigos, o todo junto, Francisco Correa,
el principal procesado en Gürtel, decidió revelar una trama de amaños en los gobiernos de José María Aznar.
La confesión de Correa fue por entregas: el jueves reveló el montante
de las comisiones, "del 2% al 3%", y el tipo de adjudicaciones, obras
del AVE y relacionadas con Medio Ambiente. Eran los años en que Mariano
Rajoy siempre ocupó una silla del Consejo de Ministros llegando, en la
última legislatura, a ser vicepresidente.
El viernes, Correa ofreció nombres de las constructoras
que supuestamente hicieron esos pagos en negro: Dragados, ACS y OHL. Las
empresas, que aparecen en los 'Papeles de Bárcenas' como donantes en esas fechas,
anunciaron una querella para negar los hechos. Correa aclaró, por si
quedaba alguna duda, que los ministerios afectados fueron los de Fomento
y de Medio Ambiente, sin detallar las fechas.
Y este
lunes, el cabecilla de la Gürtel, tras escuchar las preguntas de las
defensas a las que se negó a responder, se decidió a contar "el
sistema". Replicaba de una manera indirecta al abogado de Bárcenas,
quien en la batería de preguntas que lanzó al aire, consciente de que
Correa no le iba a responder, planteó por qué si este tenía relación
directa con el ministro de Fomento entre 2000 y 2004, Francisco Álvarez
Cascos, necesitaba al extesorero del PP para premiar con obras a
empresas amigas.
La defensa de Correa repitió la pregunta. Y su cliente se explayó:
“Hace muy poco un ministro en un medio de comunicación dijo claramente
que le llamó el secretario general del partido para que adjudicase un
hospital [esta es la alusión a Matas]. El sistema no es ir directamente
al cargo.
Es ir a la persona que lleva el tema económico del partido, en
este caso Luis Bárcenas, y él ya sabrá con quién tiene que hablar. A lo
mejor habla con el secretario de Estado o con el ministro. Yo no he
hablado con ningún ministro, la relación la llevaba Luis Bárcenas”.
En su alusión a Jaume Matas y a su explicación sobre por qué se
adjudicó un hospital en Baleares, Correa dio a entender que ese era
siempre "el sistema" en el PP. Que el empresario interesado en recibir
favores debía pasar antes por el tesorero y que éste decidía con quién
hablar.
Todo eso salió a relucir en un juicio que
examina la primera era del caso Gürtel, de 1999 a 2005 y solo en la
Comunidad de Madrid, algunos ayuntamientos de esta región, la Junta de
Castilla y León y el municipio malagueño de Estepona.
La gravedad de las afirmaciones llevó al abogado de Bárcenas a pedir
que se cite como testigos a los dueños de las constructoras y a todos
los cargos que ocuparon los ministerios de Medio Ambiente y Fomento,
durante los ocho años que gobernó Aznar (entre 1996 y 2004) en los que
Mariano Rajoy fue primero ministro y después vicepresidente.
El abogado de Bárcenas, Francisco Maroto, pretendía que ellos
desmontaran con su testimonio en el juicio las acusaciones de Correa,
muy perjudiciales para los intereses de su cliente. Los socialistas
valencianos, que ejercen la acusación popular, pidieron que se tomasen
en consideración "esas revelaciones inesperadas".
El tribunal se retiró a deliberar quince minutos y contestó que no ha lugar a las citaciones que
pidió el letrado de Bárcenas. La afirmación del PSOE valenciano ni
siquiera tuvo respuesta. Ninguna de las otras partes realizó petición
alguna.
Antes, la fiscal Concepción Sabadell había
argumentado que las afirmaciones de Correa eran “genéricas” e
“inconcretas” respecto a las mordidas a cambio de adjudicaciones. Sin
embargo, Sabadell evitó incidir en esta cuestión durante su
interrogatorio y apenas preguntó al acusado en una cuestión que, es
cierto, excede esta causa y está vinculada al caso de la caja B del PP,
cuyo juicio está previsto para 2017. Si las revelaciones de Bárcenas en
Gürtel I sirven o no a ese pleito es algo que se verá entonces.
La Fiscalía Anticorrupción tampoco había mostrado interés en las
revelaciones que, sobre los amaños en las adjudicaciones de gran obra y
la financiación del PP, ofreció Correa durante los contactos
establecidos en 2015, en los que el acusado buscaba obtener una rebaja
en la petición de condena del Ministerio Público.
Sin interés de la Fiscalía
Fuentes conocedoras de aquella negociación frustrada aseguran a
eldiario.es que la Fiscalía nunca estuvo interesada en esta variante del
caso. Pedía a Correa, a través de su abogado, que se ciñera a los
hechos que se investigan en esta pieza, bautizada como Primera Época por
el juez Pablo Ruz.
Para negociar con los
representantes de Correa, el Ministerio Público formó un grupo de cinco
fiscales, las tres de Valencia y las dos de Madrid que ejercen la
acusación en esta pieza principal, Concepción Sabadell y Concepción
Nicolás. Pero las mismas fuentes apuntan a que sus movimientos
estuvieron dirigidos en todo momento por la número dos de la Fiscalía
Anticorrupción, Belén Suárez, quien llegó a participar directamente en
alguna de las reuniones que se prolongaron durante cinco meses.
Finalmente, Anticorrupción no accedió a las peticiones de Francisco
Correa, quien a cambio de su confesión pretendía guardar una parte de
los 22 millones de euros que tiene retenidos en Suiza, así como una
rebaja sustancial en la petición de 125 años de cárcel que hace el
Ministerio Público. Anticorrupción pensó que lo que ofrecía era poco
para tan altas pretensiones. “Pedía un mundo”, declaró en su momento a
eldiario.es una fuente de la Fiscalía.
De forma
paralela, la defensa de Correa negociaba con las acusaciones populares,
pero ese contacto se interrumpió abruptamente y sin explicaciones por
parte del procesado. Correa negó este lunes tajantemente haber recibido
un solo euro de nadie para que abandonara su intención de confesar.
Un cuestionario sin respuestas
El cambio de criterio de Correa cogió por sorpresa a la acusación
popular. Virgilio Latorre, el abogado que representa a los socialistas
valencianos, había preparado durante el fin de semana el interrogatorio
al principal acusado. La afirmación de Correa de que el Ministerio de
Medio Ambiente y el de Fomento en la época de Aznar habían adjudicado
grandes obras a OHL, Dragados y ACS a cambio de unas comisiones de entre
el 2% y el 3% para el PP, a repartir con Correar, no iba a escapar a
las preguntas de Latorre.
Fuentes de la defensa de
Correa aseguran que el motivo de aconsejar al acusado que no contestara a
los socialistas valencianos fue no hacer distinciones entre
acusaciones. Las mismas fuentes añaden que si la acusación popular
hubiera formulado sus preguntas en voz alta, el abogado de Correa las
hubiera reformulado durante su intervención, sin dar pie a repreguntas
que complicaran la situación del acusado y su objetivo de conseguir
atenuantes.
Las acusaciones populares consideran que
la negativa de Correa a contestar a sus preguntas puede complicar su
intención de obtener una reducción de la petición de condena por
colaboración con la Justicia." (José Precedo
/
Pedro Águeda
/
Marcos Pinheiro
, eldiario.es, 17/10/2016
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