10.1.20

El alcalde que quiere dejar sin Policía Local a 50.000 vecinos: “Son una mafia”

"En Siero, Asturias, esta Navidad casi se quedan sin la visita de los Reyes Magos. Como todos los años, 18 agentes debían vigilar el camino de las cuatro cabalgatas que salen la noche del 5 de enero a repartir caramelos para más de 50.000 vecinos.

 Sin embargo, en vísperas de que sus reales majestades se paseasen por el concejo, la Policía Local se negó a salir a custodiarles porque, según alegaron, no contaban con suficientes efectivos para garantizar la seguridad.

Ante la negativa a salir por parte del Sindicato Independiente de Policía Local de Asturias (Sipla), mayoritario en el cuerpo municipal, el ayuntamiento tuvo que recurrir a la Guardia Civil y a Tráfico para salvar la comitiva. Ahora, unos días después del desplante, su alcalde, Ángel García, está estudiando la posibilidad de prescindir del cuerpo para todo el municipio. “Si con lo que nos cuestan no hacen lo que tienen que hacer, que es proteger a los ciudadanos, ¿para qué los queremos?”, afirma el regidor socialista.

Pero la bronca entre García y el cuerpo no es ninguna novedad. Sus diferencias se remontan a 2007, cuando García era todavía concejal. “Por aquel entonces, ya recibí algunas amenazas por cuestionar su trabajo, porque funcionan como una mafia, pero fue en agosto de este año cuando empezaron de verdad los problemas”.

 En agosto, Policía Local pasó al consistorio 2.088 horas extra que habían acumulado los agentes en dos meses, con un coste de unos 45.000 euros. “Me negé a firmarlas, las paralicé hasta ver qué había pasado y me personé en la comisaría para solicitar el calendario anual de trabajo, pero no había. Iban haciendo calendarios mensuales y destruyendo los meses anteriores, se regalaban días libres, no había partes de trabajo, ni justificantes, ni fichaban, aunque esto se sabía porque cuando pusieron el sistema de fichaje, lo rompieron”, añade el alcalde.

 También se encontró con un 39% de absentismo, con agentes que debían hasta 59 días de trabajo o que de media trabajaban 16 días al mes. “Hacían lo que les daba la gana: todo organizado por el sindicato para no trabajar y cobrar lo máximo posible. Por ejemplo, ponían horas extra a agentes que estaban librando para sacar más dinero”, explica García.  (...)

Antes de la cabalgata, el mismo sindicato emitió un informe que demostraba, supuestamente, la falta de efectivos para cubrir la cabalgata. "Si lo hacen los mismos que están metiendo horas extra… Ya me dirás. De hecho, precisamente cuando se les dijo que este año no iban a cobrar horas extra por la cabalgata, sino como una jornada normal, fue cuando se pusieron de baja y dijeron que no había efectivos", añade García. “Han intentado incluso boicotearla, llamando a las asociaciones que llevan las carrozas para meterles miedo”. Las carrozas no son vehículos autorizados para circular por vías públicas y necesitan de una comitiva que las acompañe hasta el inicio del desfile.

Al día siguiente de la visita del alcalde a la comisaría, empezaron las medidas para controlar a la plantilla de agentes: un nuevo aparato para fichar —y cámaras para que no volviesen a romperlo— y un sistema para justificar las ausencias y pedir vacaciones y libranzas al departamento de personal del ayuntamiento. “Vamos, lo legal”, explica el regidor, quien asume también la responsabilidad de no haber detectado las irregularidades desde que ganó las elecciones en 2015.

Su control sobre el cuerpo estos meses le ha costado, asegura, la venganza del sindicato en forma de demanda penal por “acoso, prevaricación y coacción” que, por el momento, ha sido archivada. Aun así, no se amilana: la última medida de García ha sido encargar esta misma semana un informe a un experto en derecho administrativo para saber qué margen legal tiene para disolver total o parcialmente el cuerpo de la localidad y en ese caso qué hacer con los efectivos sobrantes. En Siero, el coste de la Policía Local se lleva el 7% del presupuesto, casi tres millones de euros: “El equivalente a lo que ingresamos por el consumo de agua. Vamos, que si prescindiéramos de ellos, podríamos regalar el agua a nuestros ciudadanos y empresas, pero por el contrario reciben un servicio que no funciona, que nunca está o está de baja…”. (...)

Cree, además, que es un ejercicio que deberían hacer todos los ayuntamientos de España. “¿Merece la pena mantener a la Policía Local? ¿No es mejor que lo asuma Nacional o la Guardia Civil?”, se pregunta, aunque sabe que es una tarea complicada para los alcaldes. “Son un 'lobby' de presión, sobre todo en pueblos pequeños, donde sacan lo que pueden al alcalde y al concejal de turno, aunque esto es algo que nadie te lo va a reconocer abiertamente. Son los que más problemas dan por sistema, porque el Sipla son una mafia, pero si lo dices, tienes situaciones complicadas…”.           (María Zuil, El Confidencial, 09/10/20)

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