"La trama de corrupción de partidos de fútbol en España
descubierta a través de la llamada Operación Oikos, en la que están
implicados exfutbolistas, jugadores en activo y directivos de clubes ha
devuelto al primer plano una realidad que amenaza al deporte
profesional: los amaños de resultados para obtener ganancias económicas a
través de las apuestas.
Una actividad que, a pesar de los intentos de
distintos organismos, sigue produciéndose desde hace años en distintas
disciplinas y categorías a lo largo de todo el mundo impulsada por la
globalización del mercado del juego.
Bien lo sabe el periodista canadiense Declan Hill, uno de los mayores
expertos internacionales en arreglos de partidos y corrupción en el
deporte. Después de tres años de investigación, en los que se relacionó
con las mafias asiáticas, publicó el libro The Fix: Organized Crime and Soccer (traducido como Juego sucio: Fútbol y crimen organizado), un best seller mundial,
traducido a 21 idiomas, en el que denuncia que cada fin de semana hay
un porcentaje altísimo de partidos amañados en numerosos países, un
problema que afecta hasta las competiciones más importantes, como la
Copa del Mundo.
Hill ha hecho discursos sobre este tema ante el Comité
Olímpico Internacional, el Consejo de Europa, el Parlamento Europeo y el
Parlamento Británico y es investigador principal en anticorrupción en
deportes en la Universidad de Würzburg y profesor en la Universidad de
New Haven. A través de correo electrónico y desde Estados Unidos ha
contestado a las preguntas de CTXT. Su diagnóstico sobre la realidad
actual de esta problemática no es nada optimista.
En España hemos tenido un caso de posible amaño de resultados
en la última jornada de la pasada Liga en el partido entre Valladolid y
Valencia, y la policía cree que había hasta siete jugadores del
Valladolid implicados. Por su experiencia, ¿es factible amañar un
partido sin que el acuerdo salga del vestuario, sin que el club esté
enterado?
Es absolutamente posible arreglar partidos sin que otras personas lo sepan. Es muy difícil detectar el amaño.
Con los mecanismos de control que hay actualmente, ¿cree que
se descubren la mayoría de los intentos de amaño o por cada uno que sale
hay muchos más que no son descubiertos?
Nadie cree que los sistemas de control descubran todos los amaños de partidos. Hay muchos, muchos más que pasan desapercibidos.
¿Cree que los compañeros de los que han decidido vender el partido suelen enterarse de que hay algo raro?
¡Oh, no, no! Es muy difícil saber cuándo un jugador o grupo de
jugadores está arreglando un partido. La mayoría de los buenos jugadores
que lo hacen son muy buenos actores. Pasan mucho tiempo fingiendo que
están decepcionados por perder o lanzándose al suelo y maldiciendo
acerca de perder, cuando en realidad son los manipuladores. Así que es
muy difícil adivinar quién está arreglando un juego.
A la gente le sorprende que profesionales que ganan buenos
sueldos, aunque no sean de los mejor pagados, arriesguen sus carreras y
se expongan a penas de cárcel por un poco de dinero más.
La gente se sorprendería al saber cuál es el salario habitual de
numerosos deportistas profesionales. La mayoría de los jugadores en
muchos de los equipos en España realmente luchan por llevar comida a la
mesa. El público presta atención a los futbolistas excepcionales del
Barcelona o Real Madrid, pero la verdad es que el jugador o deportista
español medio de cualquier disciplina atraviesa un momento muy difícil.
¿Cuanto más importantes son los equipos o los jugadores hay
menos riesgo de que se produzcan amaños o es un problema que afecta por
igual a todos, incluidos las grandes competiciones, como la Champions
League o la Copa del Mundo?
Si no se paga adecuadamente a los jugadores y árbitros, siempre habrá
problemas de corrupción sin importar el nivel del torneo. En mi libro, Juego Sucio: Fútbol y crimen organizado,
puedes leer sobre mi investigación de equipos africanos que estafan a
sus jugadores en los torneos de la Copa del Mundo, por lo que algunos de
estos jugadores recurren a los apostadores. Lo mismo ocurre en España,
donde el problema de la falta de salario para los jugadores es enorme.
Antiguamente se amañaban partidos a través de ofrecimientos
de dinero de los clubes a jugadores de otros equipos o a través de
designaciones arbitrales propicias (como ocurrió en Italia con
Calciopolis). ¿Eso ha desaparecido, ahora todo el peligro viene a través
de las casas de apuestas?
Mire, el verdadero problema en España, Portugal, Grecia, Turquía,
Italia y muchas otras ligas de fútbol es la existencia “del sistema” o
el mercado gris, donde los clubes compran y venden puntos entre sí en
las últimas semanas de la temporada, cuando varios ya no se juegan nada.
Hay formas muy sencillas y gratuitas de detener “el sistema”, pero
hasta que no lo hagan, el amaño de partidos continuará.
Si existen problemas de corrupción en la élite, qué pasará en
categorías menores donde la vigilancia es menor. Se ha dicho que puede
haber casos hasta en categorías juveniles.
Hay lugares como Singapur y Eslovenia donde se estaban arreglando los
partidos con niños de 15 y 16 años. A una jugadora de fútbol femenino,
de 15 años de edad, le ofrecieron decenas de miles de euros para amañar
su partido en Bélgica. El mercado de amaños es enorme y los responsables
deportivos no han entendido la magnitud de lo que enfrentan.
El gran problema son las casas de apuestas asiáticas, que
funcionan con poco control. Los gobiernos de esos países podrían hacer
mucho más, supongo.
La situación de algunos de los corredores de apuestas asiáticos es
más complicada que el simple juego de apuestas o en gran escala. A veces
son vehículos de lavado de dinero que ayudan a sacarlo de China,
eludiendo el bloqueo del partido comunista que intenta evitar que el
dinero salga del país. El arreglo de partidos es un problema menor para
ellos.
¿Qué aprendió al integrarse en un grupo de jugadores
asiáticos que viajaba por el mundo para arreglar partidos, como recoge
en su libro Juego sucio?
Todavía estoy en contacto con muchas personas al otro lado de la mesa
en términos de arreglos. Pasan más tiempo tratando de amañar el mercado
de apuestas en lugar de sobornar a jugadores o árbitros. Me dicen que
es fácil hacer que los jugadores amañen encuentros para ellos.
¿Cree que las grandes casas de apuestas internacionales están
verdaderamente implicadas en la lucha contra el fraude? Ellas dicen que
trabajan de forma conjunta con federaciones y policías y que denuncian
cuando detectan anomalías en las apuestas.
Depende de dónde se encuentren las grandes casas de apuestas. En
Europa, los corredores de apuestas odian los arreglos, ya que consideran
que están siendo estafados. En Asia, donde el modelo de negocio para
las casas de apuestas está en el volumen, en muchas apuestas con menos
comisiones que en Europa, les importa mucho menos amañar.
Prohibir las apuestas, o al menos, limitarlas o regularlas de
otra forma, sería una opción, pero supongo que hay muchos intereses
económicos para que eso no se produzca. Muchas de las casas de juego son
incluso patrocinadoras de organismos oficiales deportivos.
El deporte ha perdido una oportunidad real de decirle a las casas de
apuestas: “¿Quieres patrocinar el sector? Debes seguir nuestras reglas:
debes compartir información sobre quién está apostando, saber si
cualquiera de nuestros atletas lo está haciendo y detener ciertos tipos
de apuestas”. Lamentablemente, las ligas deportivas han preferido el
dinero y han permitido apostar dinero en sus ligas con poco control o
supervisión.
Da la sensación de que las charlas de concienciación a los
jugadores que hacen organismos como La Liga en España para advertirles
de las consecuencias no tienen mucho éxito.
Los programas educativos contra el amaño de partidos para jugadores
son en gran parte una broma. Un ejercicio de hipocresía en el que hay
personas pagadas por la FIFA o el COI, organizaciones deportivas
internacionales con enormes desafíos criminales propios, “enseñan” a
jóvenes jugadores sobre moral y ética.
Los casos que se producen en el fútbol son muy mediáticos
pero quizá no sea el deporte donde hay más corrupción. Usted siempre
pone mucho énfasis en la situación del tenis.
El tenis tiene un problema terrible con los amaños. Uno de sus
propios investigadores lo describió como un “tsunami de arreglo de
partidos…”. Sin embargo, todos los deportes se enfrentan ahora a estos
desafíos. Hablé con uno de los apostadores que operaba en España y él me
describió cómo se amaña en tenis, baloncesto, voleibol y fútbol.
En los últimos años se ha hablado sobre unos cuantos casos de
sospechas de amaños de partidos pero, a pesar de las indagaciones de la
policía, muchos de ellos quedan en nada. ¿La falta de sentencias
judiciales crea una sensación de impunidad?
El problema seguirá existiendo dependiendo de que la policía y los
fiscales puedan navegar con éxito por el difícil terreno de lo que es
legal o no. El problema es que, a medida que crezca la corrupción, el
público comenzará a olvidarse de los deportes. Esto ha sucedido en Asia
en gran manera. Sus ligas deportivas son una sombra de lo que eran
porque nadie cree en ellas. Espero sinceramente que esto no pase en
España, pero si nadie lucha por preservar la integridad del deporte,
sucederá…"
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