"Las sospechas de filtraciones desataron una
rebelión en el tribunal de Anestesia en plenas oposiciones de la Sanidad
vasca: "¡Debacle, debacle!"
Las sospechas de filtraciones de los exámenes de las oposiciones médicas del Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) se extienden a una veintena de categorías. Una de las más polémicas es Anestesia, especialidad en la que tres opositores del hospital de Mondragón dieron el paso de denunciar públicamente el pucherazo hasta el punto de que 'adivinaron' ante notario y antes de la celebración de la prueba que varias colegas del hospital vitoriano de Txagorritxu iban a lograr la plaza.
En realidad, el tribunal de la OPE tuvo esas mismas sospechas el mismo 19 de mayo de 2018, nada más terminar la primera de las dos pruebas de las que constaban los exámenes, la teórica. Eso sí, a pesar del amago de rebelión por parte de algunos vocales del tribunal al tener estas dudas, la OPE continuó con normalidad y sólo después de que a partir del 1 de junio el caso estallara en los medios de comunicación se abrió una investigación interna que ahora está judicializada.
1 - Un año de la crisis de las oposiciones del Servicio Vasco de Salud, un escándalo que tenía haber quedado dentro de la casa
2 - Un miembro del tribunal de las oposiciones a la Sanidad vasca en la categoría de Angiología: "Esto es un tongo"
3 - La acusada de filtrar los exámenes de Angiología: "Los quemé en la chimenea de mi casa del Pirineo" " (Iker Rioja, eldiario.es, 05/06/19)
"Es viernes 1 de junio de 2018 y España mira al Congreso de los Diputados: Pedro Sánchez es el nuevo presidente al derrocar a Mariano Rajoy con una moción de censura. Mientras, en Euskadi, otra polémica empieza a tomar cuerpo: las denuncias de 'pucherazo' en las oposiciones de especialistas médicos del Servicio Vasco de Salud (Osakidetza).
Las sospechas de filtraciones de los exámenes de las oposiciones médicas del Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) se extienden a una veintena de categorías. Una de las más polémicas es Anestesia, especialidad en la que tres opositores del hospital de Mondragón dieron el paso de denunciar públicamente el pucherazo hasta el punto de que 'adivinaron' ante notario y antes de la celebración de la prueba que varias colegas del hospital vitoriano de Txagorritxu iban a lograr la plaza.
En realidad, el tribunal de la OPE tuvo esas mismas sospechas el mismo 19 de mayo de 2018, nada más terminar la primera de las dos pruebas de las que constaban los exámenes, la teórica. Eso sí, a pesar del amago de rebelión por parte de algunos vocales del tribunal al tener estas dudas, la OPE continuó con normalidad y sólo después de que a partir del 1 de junio el caso estallara en los medios de comunicación se abrió una investigación interna que ahora está judicializada.
Concretamente, según la documentación judicial que obra en poder de este periódico,
minutos antes de empezar la parte práctica, en el receso entre examen y
examen, el presidente del tribunal, Julen Ballestero, constató una
"debacle", con un 89% de suspensos ante un test tremendamente complicado
y rebuscado y, a la vez, con varias notas descollantes, justamente las
de las anestesistas de Vitoria. Como se supo después, éstas eran
compañeras de trabajo del autor del teórico, el doctor César Augusto
Valero.
"Tiendes a pensar que han podido ser favorecidas por algo",
admite el propio Ballestero, aunque se cuida -como el resto de miembros
del tribunal de ésta y de otras categorías salvo algunas excepciones-
en no dar nombres ni detalles concretos de estas posibles filtraciones.
Así las cosas, la conclusión de las comisionadas por Osakidetza para
analizar lo ocurrido en esta especialidad, María Natividad Saénz Zubiaga
y Beatriz Gelbenzu, fue que "no ha habido pruebas de irregularidades" y
que "la dirección de Osakidetza sigue confiando en el tribunal".
El tribunal se constituye con aviso contra filtraciones
Ese
tribunal de Anestesia se constituyó el 22 de marzo de 2018, dos meses
antes de la OPE. Se da la circunstancia de que en esa primera reunión,
la secretaria, Rosario Peñín, hizo constar en acta la siguiente
reflexión: "La filtración de acuerdos, preguntas o respuestas de
exámenes puede acarrear responsabilidades administrativas,
disciplinarias e incluso constituir ilícitos penales como el delito de
revelación de secretos".
Ya el día del examen, el tribunal se reunió a las 7.30
horas y recibió del Instituto Vasco de Administración Pública (IVAP) el
sobre con la primera de las dos pruebas, la teórica. La gran novedad de
esta OPE, para preservar su transparencia, había sido despojar a los
tribunales de todo o parte del cometido de elaborar las preguntas.
Sin
embargo, el IVAP no dispone de especialistas médicos y fue Osakidetza
quien le recomendó a facultativos de cada área. En este caso, el elegido
para la primera parte fue el doctor Valero, del hospital universitario
de Álava, cuyo servicio de Anestesia tiene tres sedes, las consultas
externas, Txagorritxu y Santiago. La segunda prueba de casos clínicos
prácticos la retuvo el tribunal.
Al ver el
cuestionario, el tribunal constató que la prueba se saltaba el criterio
del IVAP porque era "impresentablemente difícil", en palabras de un
vocal. Otra compañera, jefa de la especialidad en un centro de
referencia, lo hizo y apenas sacó un 40% de puntos.
Era complejo "en el
fondo" y también "en la forma", dado que la propia formulación de las
preguntas era enrevesada, con muchas negaciones y formulaciones poco
claras. Ante la imposibilidad de anular las preguntas o cambiarlas a esa
hora, se decretó dar más tiempo a los opositores para cumplimentar el
cuestionario. Pero ni siquiera eso cambió las cosas.
"Alguien de Txago tenía que haber sido"
Al
poco de acabar la prueba, en el descanso previo a la parte práctica, ya
estaban las notas. "A las 12.40, veinte minutos antes [del segundo
examen], viene Julen, el presidente, y nos dice 'Todos p'adentro'.
Estaba desencajado, agobiado, ... Le vimos que estaba francamente
preocupado. 'Ha habido una debacle, hay muy malas notas, tenemos un
problema. Da la sensación de que encima ha habido unas cuantas personas
con notas excesivamente altas y el resto está suspendido...'. ¡A 15
minutos! La primera reacción del tribunal fue levantarnos, querer
disolver el tribunal y marcharnos", narra Ane Martín, una de las
integrantes del comité evaluador.
Su colega Mari
Carmen Iturricastillo cuenta lo mismo: "Llegó el presidente y dijo
'¡Debacle, debacle! Y encima ha habido tres personas que han salido para
arriba'. Empezó a decir los nombres... y del HUA [Hospital
Universitario de Álava]". Cuenta esta vocal que, en aquel momento de
nerviosismo y revuelo en el tribunal, "todas las miradas" se posaron en
ella, jefa de servicio de Anestesia en ese centro. "Yo ese examen ni lo
había puesto ni lo había visto", se defiende. El autor comisionado por
el IVAP fue su compañero Valero. "Alguien de Txago [por Txagorritxu, en
el HUA] tenía que haber sido", abunda Ballestero sobre el autor del
examen. (...)
¿Qué ocurrió entonces? El presidente y la secretaria del
tribunal cortaron la rebelión, "templaron gaitas", y optaron por
continuar con la OPE a pesar de lo ocurrido. Decidieron rebajar el nivel
de exigencia de la segunda prueba práctica cambiando los criterios de
corrección. Los explicaron con urgencia en las tres aulas en que se
celebraban las pruebas.
Fueron dos vocales a cada una con el mensaje.
Recuerdan las caras largas de los opositores y los llantos de algunos
por lo ocurrido horas antes. Las notas más altas apenas pasaban del 5
(50 sobre 100), salvo las excepciones. "Habrían estudiado mucho, pero
llamaban la atención", sostiene el vocal Alberto Isla. El resto había
suspendido con estrépito.
Osakidetza sugirió maquillar las notas
También
se han sucedido las denuncias de filtración en la segunda prueba, la
práctica. Sobre todo ante lo anormal de un caso clínico más relacionado
con la Urología que con la Anestesia. Sin embargo, los miembros del
tribunal, responsables únicos de la confección de esta parte de la OPE,
no aprecian ningún indicio de irregularidades. Es más, insisten en que
hicieron hasta cuatro rondas de correcciones para ir repescando
suspendidos y poder completar el cupo de plazas en juego tras el fiasco
del teórico. "Decidimos flexibilizar. Éramos más favorables a los
opositores. Nuestra idea era favorecer el mayor número de aprobados",
explica Ballesteros.
Pese a todo, lo más llamativo es
la sucesión de ceros entre médicos especialistas en la materia, algo que
el tribunal explica alegando que ya se les explicó en aquel tenso
receso que varias preguntas en blanco o totalmente equivocadas ya
suponían automáticamente el cero en toda la prueba aunque hubiera más
generosidad con las notas. Dos de los tres anestesistas denunciantes de
la OPE, por otra parte, aprovecharon la ocasión para dejar sendos
mensajes de protesta ante el pucherazo del que se sentían actores de
reparto. Roberto Sánchez enumeró varios artículos del Código Penal, en
concreto los que explican los delitos de prevaricación, cohecho y
revelación de secretos.
Marta Macho, de su lado, escribió: "Intentaremos
rellenar las hojas en la medida de lo posible partiendo del hecho de
que no voy a aprobar, no porque no sea una buena especialista a la que
además le gusta su trabajo y se interesa por sus pacientes, sino por
razones que trascienden a mi control y sobre todo a mi voluntad".
Pero
la cosa no quedó ahí. Si el examen fue un sábado, a las 48 horas se
volvió a reunir el tribunal. "Se nos transmitía la preocupación de
Osakidetza por las notas que había habido. Y se nos sugirió quitar
preguntas", explican los vocales sobre el primer examen. Al final
desecharon tal posibilidad de retirar aleatoriamente algunas cuestiones
para retocar las notas, porque podría resultar más beneficioso para unos
que para otros. La cocina se limitó a la segunda prueba.
Los papeles de Osakidetza
Eldiarionorte.es publicará la investigación judicial del caso de la OPE de Osakidetza. Aquí tiene todas las entregas anteriores:1 - Un año de la crisis de las oposiciones del Servicio Vasco de Salud, un escándalo que tenía haber quedado dentro de la casa
2 - Un miembro del tribunal de las oposiciones a la Sanidad vasca en la categoría de Angiología: "Esto es un tongo"
3 - La acusada de filtrar los exámenes de Angiología: "Los quemé en la chimenea de mi casa del Pirineo" " (Iker Rioja, eldiario.es, 05/06/19)
"Es viernes 1 de junio de 2018 y España mira al Congreso de los Diputados: Pedro Sánchez es el nuevo presidente al derrocar a Mariano Rajoy con una moción de censura. Mientras, en Euskadi, otra polémica empieza a tomar cuerpo: las denuncias de 'pucherazo' en las oposiciones de especialistas médicos del Servicio Vasco de Salud (Osakidetza).
Confluyen tres avisos de que tres exámenes diferentes, los
de Anestesia, Angiología y Cardiología, celebrados en mayo, podían
haber sido filtrados para beneficiar a opositores muy concretos.
El
del fraude en las convocatorias internas de Osakidetza era un secreto a
voces en la casa y con un antecedente en la primera OPE del nuevo
servicio autonómico hace tres décadas. El matiz en esta ocasión era que
las denuncias habían saltado a los medios de comunicación y habían
obligado al entonces consejero de Salud, Jon Darpón, a salir en rueda de
prensa el 4 de junio para dejar claro que no había "elementos
objetivos" que demostraran las filtraciones, aunque al final haya sido
este caso el que haya acabado con su estancia en el Gobierno de Iñigo
Urkullu tras siete años en el cargo.
El asunto, al parecer, tenía que ventilarse de puertas
para adentro. Era importante para el Gobierno el esclarecimiento de unos
hechos que, de probarse, serían constitutivos de delito. De hecho, la
juez de Vitoria Yolanda Varona tiene abierta ya una investigación penal que ha arrancado 'de facto' esta semana.
Pero tenía tanta o más importancia preservar "el nombre y la imagen de
Osakidetza", como prueban los documentos internos que forman parte del
sumario de este caso, el 301/2019, y que eldiarionorte.es irá
difundiendo en los próximos días.
Las sospechas sobre la oposición de Angiología procedían
de una carta escrita a la dirección de Osakidetza por el vocal del
tribunal evaluador José María de Egaña, jefe de servicio en el hospital
Donostia. El doctor mostraba su extrañeza por las notas, ya que era una
prueba de enorme dificultad, basada en bibliografía médica obsoleta,
pero había un grupo de cinco personas con resultados excelentes, casi
perfectos.
Cuatro de ellos eran de Basurto, el hospital donde trabajaba
la autora de las preguntas, María Reyes Vega, aunque De Egaña no conocía
este dato cuando formuló su denuncia interna. La quinta, de otro centro
hospitalario, es amiga de los cuatro de Basurto.
Cabe
matizar que una de las novedades de esta OPE fue precisamente que
Osakidetza retiró a los tribunales la potestad de elaborar parte o todo
el examen, que constaba de una prueba teórica y de otra práctica.
Encargó esa misión al Instituto Vasco de Administración Pública (IVAP),
experto en selección de personal.
¿Cuál fue el problema? El IVAP no
tiene especialistas en áreas tan concretas de la medicina y acabó
llamando a Osakidetza. La dirección del Servicio Vasco de Salud le dio
una lista con nombres y apellidos de quiénes tenían que poner las
preguntas, aunque de cara al exterior era el IVAP el garante de la
limpieza del proceso. En el caso de Angiología, la elegida fue Vega.
El polvorín del examen de Angiología
Una
colega del denunciante fotografió el escrito de De Egaña y lo difundió,
dando al asunto una dimensión mucho mayor de la que quería darle el
angiólogo. Al día siguiente de la rueda de prensa de Darpón, el 5 de
junio, dos altos cargos del área de Recursos Humanos de Osakidetza
fueron comisionados para investigar el asunto. Eran Xabier Balerdi y
Míriam Aparicio. E interrogaron a De Egaña por espacio de 45 minutos.
Por sus preguntas, ya desde el primer momento parecían tener datos
suficientes para corroborar las irregularidades.
Sabían que Vega era la
autora del examen supuestamente externalizado al IVAP y que sus colegas
en Basurto, todos ellos, estaban entre los que obtienen la plaza.
También conocían perfectamente que había "alta coincidencia de los
cuatro de Basurto en sus respuestas y fallos". Y, "en los fallos, en la
opción elegida". También marcaron lo mismo en las preguntas de reserva,
"y curiosamente los cuatro fallan la última".
Pero en
varias ocasiones Balerdi y Aparicio incidieron en que "el hecho de que
el escrito se haya extendido ha generado un impacto grande y un enorme
daño tanto al proceso de la OPE como al nombre, imagen y profesionales
de Osakidetza". No las filtraciones de exámenes, sino la filtración de
la denuncia.
Aparicio, de hecho, logra en un momento de la conversación
que De Egaña le diga el nombre de su compañera que fotografió y reenvió
la denuncia. Y el propio angiólogo asegura en su declaración interna que
hubiera preferido resolver el asunto con una llamada de la cúpula. "Que
esto se hubiese quedado dentro del seno de Osakidetza", llega a afirmar
el doctor, que define la situación generada como "cataclismo".
Sin
embargo, al menos dos médicos que fueron interrogados por Balerdi y
Aparicio les dejaron clara su incomodidad por considerar que el "daño"
lo provocaba el debate público sobre el asunto. El angiólogo José Luis
Higuera, que fue miembro del tribunal, indicó que "el daño verdadero es
de quien hace esto", en relación a las filtraciones. Y su compañero Juan
Luis Fonseca, también vocal del tribunal, quien apunto que merced a los
medios de comunicación el "tongo" no había quedado tapado.
Unas sospechas no recogidas en acta
Hay
otro dato de interés. El presidente del tribunal de este examen, el
doctor Enrique Gutiérrez, declaró ante Balerdi y Aparicio que existían
"sospechas" de filtraciones y que los vocales del grupo hablaron de ello
abiertamente una vez conocidas las quejas de De Egaña. "Comentamos que
todo apuntaba a filtraciones en favor de los médicos de Basurto. Pero no
se recogió en un acta", admitió el presidente de Angiología, quien
calificó de "bastante sorprendentes" las notas.
Esas
actas muestran también que el resto de miembros del tribunal
consideraron una traición el papel de Vega y plantean tanto la
repetición de los exámenes como la salida de la sospechosa del
'pucherazo'. La dirección de Osakidetza, en cambio, denegó esta
recusación al entender que no se puede modificar el comité evaluador en
medio de una OPE. Vega, por su parte, se posicionó rotundamente en
contra de la repetición de las pruebas.
Cardiología: críticas por aparecer en los medios
En el caso de Cardiología, Osakidetza logró de algún modo solventar las incidencias de manera interna durante el mes de mayo.
Un vocal del tribunal de esta especialidad, el doctor del Hospital
Universitario de Álava Ángel Loma-Osorio, alertó antes de celebrarse los
exámenes y justo después de la existencia de filtraciones. "Tengo
razones fundadas para creer que parte del tribunal de la OPE del que
formamos parte tiene intención de compartir el material generado con
vistas a una filtración selectiva”, llegó a dejar por escrito el
cardiólogo.
Nuevamente, después de vistas las notas, se apreciaba la
existencia de tantos exámenes perfectos, 22, como plazas en juego, 22.
Este examen también fue complicado y las notas medias eran muy bajas. A
finales de mayo, en cambio, los responsables de Recursos Humanos de
Osakidetza dieron carpetazo al asunto.
Pero pasó el 1 de junio y Loma-Osorio volvió a hablar. Lo hizo en una entrevista con este periódico en la que hablaba de irregularidades en general.
Como De Egaña, se cuidaba de no dar nombres, pero todo apuntaba en una
misma dirección. Pues bien, en las actas del tribunal de Cardiología se
puede leer cómo varios miembros de ese órgano reprochan su actitud a
Loma-Osorio, incluida la presidenta.
Los vocales hablan de "molestia y
rechazo" por sus apariciones en prensa y la presidenta le llega a echar
en cara que lo hiciese cuando Osakidetza ya había zanjado el tema al
determinar que "no existían elementos de prueba relevantes que avalen la
tesis de una posible filtración". Fuentes sanitarias indican también
que otra vocal del tribunal que apoyó a Loma-Osorio, Izaskun Obieta,
sufrió también presiones para no denunciar.
Anestesistas acusados de "tentativa de fraude"
En
paralelo, meses antes de los exámenes un grupo de tres anestesistas del
hospital de Mondragón, Marta Macho, Roberto Sánchez y Manoel Martínez,
empezó a moverse para denunciar la "corrupción" en Osakidetza y que “las oposiciones en los hospitales vascos no se aprueban estudiando, se aprueban porque alguien te da el examen”.
Macho, que se recorrió sin éxito la Fiscalía y el Ararteko (Defensoría
del Pueblo), incluso grabó algunas conversaciones en las que simulaba
pedir las preguntas del examen. Entre las pruebas que recopilaron se
hallan unas actas notariales en las que 'adivinan' qué facultativos iban
a superar la OPE.
El tribunal de Anestesia, reunido
el 13 de junio a las ocho de la mañana en la sede central de Osakidetza
en Vitoria, deja constancia en acta de varias incidencias en la OPE.
Sobre Macho -ya entonces era notorio que era una de las denunciantes- se
alude a que ella misma quiso beneficiarse de una filtración y que se la
denegaron, cuando en realidad buscaba grabar las pruebas de la
existencia de fraude.
Y, sobre Sánchez, remarcan que rellenó su examen
aludiendo a varios delitos del Código Penal que podían encajar con la
manipulación de una oposición. La
propia exdirectora general de Osakidetza, María Jesús Múgica, que
dimitió en noviembre arrastrada también por este asunto, llegó a
anunciar en sede parlamentaria que llevarían a los denunciantes a la
Fiscalía -y no las posibles filtraciones- por "tentativa de actuación
fraudulenta". Hasta esta misma semana estos anestesistas han seguido denunciando represalias laborales.
Y
todo a pesar de que las dos responsables de Osakidetza comisionadas
para investigar estos exámenes admitieron de saque su "mal cuerpo" al
ver la 'casualidad' de que dos colegas en el Hospital Universitario de
Álava del autor de la prueba teórica, el doctor César Augusto Valero,
eran las opositoras más sobresalientes y al comprobar que las actas
notariales clavaban el resultado. "Lo que se ha hecho en la notaría es
fácil", ironizó Valero, que explicó que bastaba con hacer varias
quinielas y esconder las que no resultaran ajustadas.
El propio
consejero Darpón le compró el argumento.
En general,
la línea argumental de Osakidetza no ha cambiado en estos doce meses.
Aquel primer "no hay elementos objetivos" se ha mantenido casi sin
alteraciones a pesar de que, al mismo tiempo, el caso se ha llevado por
delante a Darpón, a Múgica y al ejecutor de la OPE, el director de
Recursos Humanos, Juan Carlos Soto. "Esto no es Venezuela.
Hay que
probar las acusaciones", llegó a decir un Darpón que, aunque aguantó en
el cargo hasta marzo, en
realidad había mostrado al lehendakari Urkullu su voluntad de haberse
marchado en junio, cuando estalló el caso y ni siquiera se había
iniciado la investigación judicial. También mientras se insiste en la falta de pruebas, el
nuevo equipo ha decidido hacer algunos cambios en los exámenes
pendientes de las oposiciones del pasado año, como que los expertos del
IVAP sean realmente externos.
La
nueva consejera de Salud, Nekane Murga, ha señalado esta semana en el
Parlamento que el trabajo interno de investigación de Osakidetza ha sido
"la base" de las actuaciones judiciales que ahora están vivas. Sin embargo, la juez Varona -que será sustituida el 30 de junio por otra magistrada, Ana Jesús Zulueta- ha
denegado por dos veces la personación del Gobierno como "perjudicado"
al entender que, en función de las averiguaciones, puede ser
corresponsable de lo ocurrido.
De momento hay tres autores de
exámenes imputados (Anestesia, Angiología y Digestivo) y ningún opositor
aprobado. Las categorías bajo investigación son 11 aunque sindicatos
como ESK o LAB -y hasta el corporativo SME- hablaron de una veintena. El
plazo para el final de la instrucción penal acaba el 6 de septiembre de
2020." (Iker Rioja, eldiario.es, 02/06/19)
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