"Nefrólogos de hospitales públicos de Valencia, Almería y Barcelona,
entre otros centros sanitarios, recibieron entre 2007 y 2015 millones de
euros en “pagos
inapropiados”, contratos de “consultoría sin control”, “regalos” y
“viajes”, entre otras prebendas, de la multinacional alemana Fresenius.
El objetivo de la compañía, líder mundial en productos para diálisis,
era lograr que los facultativos les adelantaran información confidencial
sobre concursos públicos, “enviaran a pacientes a sus clínicas” y
“utilizaran los productos más caros de la compañía”.
Así
consta en un documento hecho público el pasado marzo por la Comisión de
Bolsa y Valores (SEC, en sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
El texto informaba del acuerdo alcanzado por la SEC, el Departamento de
Justicia y Fresenius por el que la compañía pagará 231,7 millones de
dólares (207,6 millones de euros) para evitar ser procesada por haber
violado la ley de prácticas corruptas en el extranjero en 17 países,
entre ellos España.
Al tratarse de un acuerdo entre las partes, sin embargo, el documento
omitía el nombre de los médicos. EL PAÍS, de acuerdo con la información
conocida, documentos a los que ha tenido acceso y varias fuentes del
sector, ha podido identificar a varios de los facultativos delatados por
Fresenius. Uno de ellos es la presidenta de la Sociedad Española de Nefrología, María Dolores del Pino, hasta hace unas semanas jefa de servicio de Nefrología en el hospital de Torrecárdenas (Almería).
La SEC detalla cómo directivos de Fresenius discutieron en correos
electrónicos de diciembre de 2014 “sobre cómo influir” en un concurso
público que el centro iba a convocar al año siguiente. La empresa “logró
el apoyo” de Del Pino —identificada como Doctor B— “para obtener el 60%
del contrato”, correspondiente a uno de los dos lotes en liza y
valorado en 2,7 millones de euros. La SEC, basándose en documentos
aportados por Fresenius, recoge cómo la facultativa “recibió pagos,
viajes y obsequios”.
Del Pino fue destituida como jefa de Nefrología del hospital el 12 de abril,
solo dos semanas después de que la SEC hiciera público el documento. La
facultativa niega haber cobrado o recibido regalos de la empresa y que
su cese esté relacionado con lo ocurrido. “Este caso es muy desagradable
y me siento indefensa. No sé lo que les han dicho a las autoridades de
EE UU, pero no es cierto. Cualquiera que conozca el sistema de
adjudicaciones en Andalucía sabe que mi poder era nulo”, relata. Un
portavoz de la Junta de Andalucía informó de que “se ha abierto una
investigación interna”, sin aportar más detalles.
Antonio Galán, jefe de servicio de Nefrología del Hospital General de Valencia,
es otro de los jefes de servicio sobre los que Fresenius ha informado a
las autoridades de EE UU. El documento hace mención a un “hospital
público de Valencia” que en 2011 “sacó a concurso un contrato de dos
millones de dólares” que fue ganado por la empresa.
El General de
Valencia es el único que reúne estas características. Según la SEC,
Fresenius entregó a Galán “un borrador sobre las prescripciones técnicas
y mejoras, otros sobre el sistema de puntuación y una propuesta de
resultados para ganar el concurso”. “El médico utilizó su cuenta de
correo personal para mostrar su acuerdo con algunas de estas propuestas
recibidas”, recogen investigaciones.
La relación entre Galán y la compañía, sin embargo, venía de lejos.
El facultativo recibió de la empresa “114.000 dolares entre 2008 y 2011”
y otros “51.000 entre 2012 y 2014”, además de viajes y regalos. Galán
no ha contestado a los mensajes que le ha hecho llegar este diario. El
hospital asegura que desconocía el asunto y ha declinado informar sobre
si ha abierto una investigación interna.
Un chivatazo en 2012
Otro de los casos en el foco de los investigadores son los centros de
diálisis propiedad de médicos de los servicios de Nefrología de
hospitales públicos que fueron adquiridos por la empresa, que a su vez
era proveedora de estos centros. “Fresenius hizo pagos impropios y
benefició a seis médicos públicos comprando su clínica y pagando
posteriormente el 5% de toda la facturación [de pacientes derivados de
la pública], además de alquilar a los facultativos los locales de su
propiedad”, destacan los investigadores. En total, Fresenius pagó 2,7
millones de euros a los médicos de un hospital.
Solo en Barcelona, este tipo de operaciones se han producido en al menos dos grandes hospitales públicos, el del Mar y el Clínic,
aunque solo en el primer caso los facultativos siguen percibiendo
ingresos vía el alquiler de su antiguo negocio. Los implicados
consultados, hoy ya jubilados, restan importancia a lo recogido por la
SEC. “En España, los centros de diálisis nacieron así. Éramos los
médicos los que invertíamos porque no lo hacía la sanidad pública y los
hospitales nos remitían los pacientes”, sostiene uno de estos
facultativos, que trabajó en el Clínic.
“Es verdad que estábamos en los
dos lados, y hoy existen incompatibilidades, pero la cosa funcionó así.
Fue luego, en los años noventa y a principios de este siglo, cuando
empresas como Fresenius compraron los centros”, explica otro
facultativo, antiguo trabajador del Hospital del Mar.
La SEC destaca que al menos “entre 2007 y 2014, los responsables de
Fresenius recibieron por adelantado información sobre concursos públicos
de médicos y gestores de la sanidad pública”. “Algunos de estos
facultativos”, sigue el texto, “recibieron pagos inapropiados de
Fresenius España, incluyendo acuerdos de consultoría u otras ventajas
como viajes a congresos médicos, a Estados Unidos, donaciones para
financiar proyectos y regalos”. “Los acuerdos firmados con los médicos
como ‘consultores’ iban de los 16.000 a los 187.000 dólares al año”,
sigue la SEC, que añade que “Fresenius solicitó a los facultativos que
modificaran las prescripciones técnicas antes de que fueran hechas
públicas”.
La investigación sobre el caso arrancó en 2012 tras un chivatazo que
denunció a directivos de Fresenius hechos comprometedores y amenazó con
ponerlos en conocimiento de las autoridades de EE UU. La compañía, con
sede en Alemania, cotiza en la Bolsa de Nueva York, por lo que está
sujeta a las leyes de ese país. “Inmediatamente iniciamos una
investigación interna, en la que implicamos a las autoridades de EE UU”,
explica un portavoz de la multinacional. Los responsables directos de
estas prácticas, incluidos media docena de la filial española, “han sido
apartados de la compañía”, añade este portavoz.
Otros países, en el punto de mira
Marruecos. Fresenius diseñó un complejo esquema
societario para hacer llegar 440.000 dólares en sobornos a un oficial
del Ejército por “una comisión del 10% de un contrato de diálisis del
Hospital Militar de Agadir” y otro en el de Rabat.
Angola. El director de Servicios Militares del país recibió una mordida del 20% de todos los kits de diálisis vendidos a los hospitales militares del país.
Turquía. Entre 2005 y 2014, la filial local de Fresenius entró en cuatro proyectos distintos con médicos públicos del país en los que los facultativos se vieron liberados de pagar por sus acciones, por las que recibieron posteriormente cientos de miles de dólares.
México. La filial local de Fresenius pagó a altos cargos del Instituto Mexicano del Seguro Social comisiones ilegales de 0,2 a 0,4 dólares por tratamiento. Para hacer llegar el dinero, 213.000 dólares en total, la compañía montó un esquema con la complicidad de una tercera empresa.
Serbia Y Bosnia. Entre 2007 y 2014, cuatro médicos recibieron más de 329.000 dólares mientras trabajaban para la sanidad pública por favorecer a la compañía. El dinero tuvo como destino un viaje a Filadelfia (Estados Unidos), con visitas a Nueva York y Cancún (México). Fresenius también pagó un millón de dólares a funcionarios para acelerar la privatización de cuatro centros sanitarios privados.
China. La filial local diseñó y aplicó entre 2007 y 2014 un plan de pago de bonus vinculado a una de sus líneas de negocios. Médicos y enfermeras con cargos de responsabilidad en la gestión de los centros sanitarios.
Arabia Saudí. Entre 2007 y 2012, el distribuidor de Fresenius en el país pagó más de 4,9 millones de dólares en pagos inapropiados a médicos públicos y funcionarios del gobierno para ganar o retener contratos públicos.
África Occidental. Fresenius pagó entre 2007 y 2016 al menos 3,5 millones de dólares en sobornos a médicos y militares en Gabón, Camerún, Benín, Burkina Faso, Chad, Costa de Marfil, Níger y Senegal.
Angola. El director de Servicios Militares del país recibió una mordida del 20% de todos los kits de diálisis vendidos a los hospitales militares del país.
Turquía. Entre 2005 y 2014, la filial local de Fresenius entró en cuatro proyectos distintos con médicos públicos del país en los que los facultativos se vieron liberados de pagar por sus acciones, por las que recibieron posteriormente cientos de miles de dólares.
México. La filial local de Fresenius pagó a altos cargos del Instituto Mexicano del Seguro Social comisiones ilegales de 0,2 a 0,4 dólares por tratamiento. Para hacer llegar el dinero, 213.000 dólares en total, la compañía montó un esquema con la complicidad de una tercera empresa.
Serbia Y Bosnia. Entre 2007 y 2014, cuatro médicos recibieron más de 329.000 dólares mientras trabajaban para la sanidad pública por favorecer a la compañía. El dinero tuvo como destino un viaje a Filadelfia (Estados Unidos), con visitas a Nueva York y Cancún (México). Fresenius también pagó un millón de dólares a funcionarios para acelerar la privatización de cuatro centros sanitarios privados.
China. La filial local diseñó y aplicó entre 2007 y 2014 un plan de pago de bonus vinculado a una de sus líneas de negocios. Médicos y enfermeras con cargos de responsabilidad en la gestión de los centros sanitarios.
Arabia Saudí. Entre 2007 y 2012, el distribuidor de Fresenius en el país pagó más de 4,9 millones de dólares en pagos inapropiados a médicos públicos y funcionarios del gobierno para ganar o retener contratos públicos.
África Occidental. Fresenius pagó entre 2007 y 2016 al menos 3,5 millones de dólares en sobornos a médicos y militares en Gabón, Camerún, Benín, Burkina Faso, Chad, Costa de Marfil, Níger y Senegal.
Fe de errores
En una primera versión de esta noticia se informó por error de que el
nombre del jefe de servicio de Nefrología del Hospital General de
Valencia se llama Juan José Galán, cuando en realidad su nombre es
Antonio." (Oriol Güell, El País, 24/05/19)
No hay comentarios:
Publicar un comentario