"Un nuevo escándalo de fraude sacude al mundo del fútbol. En esta ocasión, por el amaño de partidos
en Segunda B y Tercera división. La sombra de la mafia china se cierne
sobre un turbio asunto en el que está prevista la detención de más de 30
personas —ayer ya se habían producido 24 arrestos— vinculados a
modestos clubes de distintas regiones de España. Entre los arrestados
hay un árbitro en activo y los cabecillas de la trama, dos exfutbolistas
que militaron en equipos de Primera y Segunda división.
Uno
es Jonan García, que jugó en el Athletic de Bilbao entre los años 2003 y
2005, y en la selección española sub-19 que consiguió ganar la Eurocopa
de la categoría en 2002. Hasta el momento no han trascendido más datos
sobre las identidades de los detenidos porque la causa se mantiene
secreta.
Sí se sabe que entre los arrestados hay dos jugadores del
Jumilla, equipo de la región de Murcia, que fueron arrestados cuando
iban a comenzar el entrenamiento.
Ayer se llevaron a cabo cuatro
registros y otras actuaciones judiciales en despachos e instalaciones
deportivas de diferentes clubes en Murcia, Extremadura, Albacete,
Barcelona y Madrid.
En la operación, bautizada Pizarro, han participado agentes
de la Unidad de Delitos Especializados y Violentos (UDEV) de la Policía
Nacional, en colaboración con efectivos de la Unidad de Investigación
Tecnológica y con Europol.
El origen de la misma se remonta a octubre de
2016, La aparición en la prensa de posibles amaños en partidos de la
Tercera división extremeña llegó a la Fiscalía Provincial a abrir unas
diligencias de investigación que terminaron en una denuncia ante el
Juzgado de Instrucción número 1 de Zafra (Badajoz). Las pesquisas se
centran tanto en partidos de la pasada temporada como de la actual.
Según fuentes próximas a la investigación, la trama estaba
formada por los dos exfutbolistas que la encabezaban y otros cinco
miembros, que ejercían de “intermediadores”. Todos ellos estaban
relacionados con el mundo del fútbol. De hecho, algunos todavía están en
activo.
Ellos se encargaban de comprar las voluntades de terceros
jugadores de manera que provocasen oportunos penaltis, saques de esquina
y otras incidencias en el juego según lo acordado. A cambio, recibían
entre 2.000 y 5.000 euros por amaño. La supuesta red llegaba hasta
China, donde el entramado tenía contactos en una web de apuestas, en la
que pujaban los propios jugadores implicados en la trama, con lo que
obtenían cuantiosos beneficios.
Con ‘tipster’ incluido
La red disponía, incluso, de un especialista en apuestas, —denominados en la jerga tipster— que realizaba las funciones de influencer
en las redes sociales para tratar de orientar las apuestas en sentido
contrario al que apostaban los miembros de la trama y, de este modo,
incrementar sus ganancias.
La Liga de Fútbol Profesional ha colaborado en esta
investigación aportando diversas denuncias sobre supuestos amaños. Según
un portavoz de este organismo, desde hace un año ha facilitado
documentos a las autoridades judiciales para ponerles en la pista de
fraudes.
“Hay algún fin de semana que en algún grupo de Tercera
división, de diez partidos acertaría siete resultados”, aseguró en abril
de 2017, el presidente de LaLiga, Javier Tebas, durante el II Congreso
de la Abogacía Madrileña." (Patricia Ortega, Óscar López, El País, 21/02/18)
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