"La sección primera de la Audiencia de A Coruña
juzgará este lunes a un capataz de obras del Ayuntamiento de Noia que
formó parte de un tribunal selectivo para la adjudicación de nuevas
plazas en la Administración local por haber modificado presuntamente las
respuestas de exámenes de la oposición para beneficiar a su hijo y a
otras tres personas afines a él. El fiscal pide que el funcionario sea condenado a cinco años de prisión y otros tantos de inhabilitación por un delito como autor de un delito de falsificación de documento público.
En su escrito de acusación, el fiscal
señala que el funcionario de carrera R.O.N., llegó a realizar hasta ocho
cambios en las respuestas de cada uno de los cuatro exámenes
manipulados para que en el cómputo final cada aspirante acertase 18 de
las 20 preguntas del test y así obtener la plaza.
El acusado había accedido a la función pública en el puesto de oficial albañil del Ayuntamiento de Noia en 1981 y en virtud de la resolución de la alcaldía en 2006 se resolvió el procedimiento convocado para la provisión de la promoción interna mediante el sistema de concurso-oposición libre para ocupar la plaza de capataz de la brigada de obras por el que se integró definitivamente en la subescala de servicios especiales, grupo C1 de la Administración local.
En agosto de 2012, el Ayuntamiento aprobó las bases que regirían el proceso selectivo de seis puestos de peón de obras para la ejecución de proyectos de mejora del abastecimiento y saneamiento del barrio de Bergondo y las bases para el proceso selectivo de un puesto de oficial de primera.
Posteriormente se designaron a los trabajadores que formarían parte de los tribunales selectivos que se hicieron públicos por la alcaldía un mes después. Entre los designados y como vocal titular del tribunal de oficiales de primera se encontraba el funcionario acusado.
Relata el fiscal que una vez finalizado el tiempo para completar la prueba y ya entregados los exámenes al tribunal por los aspirantes, se dispuso un sistema de corrección para todos los miembros del jurado de la oposición. El sistema consistía en que una vez repartidos los exámenes entre los distintos miembros de los dos tribunales, la secretaria iría leyendo las respuestas correctas y ellos irían corrigiendo las preguntas e indicando en la parte superior del examen las respuestas que fueran positivas, negativas o en blanco.
En este proceso le correspondió al acusado repartir los exámenes entre los distintos miembros (incluido él mismo) de ambos tribunales de peones y oficiales. “Aprovechando esta oportunidad, el procesado se las arregló para seleccionar para su corrección el examen de su hijo y de otras tres aspirantes, personas afines a él mismo por razones laborales”, sostiene el fiscal Ramón Lojo Corbal.
“Con ánimo mendaz, con la intención de favorecer a estas personas para que obtuvieran las plazas en disputa, realizó diversos cambios en los exámenes, haciendo creer al resto del tribunal que habían sido efectuados por los propios aspirantes”, añade la acusación pública. Finalmente, tras las modificaciones efectuadas en la parte superior de la primera hoja del examen, el acusado hizo constar que los aspirantes habían obtenido 18 respuestas positivas, cambiando las otras dos restantes que unos casos aparecían como negativas o en blanco." (El País, 30/10/17)
El acusado había accedido a la función pública en el puesto de oficial albañil del Ayuntamiento de Noia en 1981 y en virtud de la resolución de la alcaldía en 2006 se resolvió el procedimiento convocado para la provisión de la promoción interna mediante el sistema de concurso-oposición libre para ocupar la plaza de capataz de la brigada de obras por el que se integró definitivamente en la subescala de servicios especiales, grupo C1 de la Administración local.
En agosto de 2012, el Ayuntamiento aprobó las bases que regirían el proceso selectivo de seis puestos de peón de obras para la ejecución de proyectos de mejora del abastecimiento y saneamiento del barrio de Bergondo y las bases para el proceso selectivo de un puesto de oficial de primera.
Posteriormente se designaron a los trabajadores que formarían parte de los tribunales selectivos que se hicieron públicos por la alcaldía un mes después. Entre los designados y como vocal titular del tribunal de oficiales de primera se encontraba el funcionario acusado.
Relata el fiscal que una vez finalizado el tiempo para completar la prueba y ya entregados los exámenes al tribunal por los aspirantes, se dispuso un sistema de corrección para todos los miembros del jurado de la oposición. El sistema consistía en que una vez repartidos los exámenes entre los distintos miembros de los dos tribunales, la secretaria iría leyendo las respuestas correctas y ellos irían corrigiendo las preguntas e indicando en la parte superior del examen las respuestas que fueran positivas, negativas o en blanco.
En este proceso le correspondió al acusado repartir los exámenes entre los distintos miembros (incluido él mismo) de ambos tribunales de peones y oficiales. “Aprovechando esta oportunidad, el procesado se las arregló para seleccionar para su corrección el examen de su hijo y de otras tres aspirantes, personas afines a él mismo por razones laborales”, sostiene el fiscal Ramón Lojo Corbal.
“Con ánimo mendaz, con la intención de favorecer a estas personas para que obtuvieran las plazas en disputa, realizó diversos cambios en los exámenes, haciendo creer al resto del tribunal que habían sido efectuados por los propios aspirantes”, añade la acusación pública. Finalmente, tras las modificaciones efectuadas en la parte superior de la primera hoja del examen, el acusado hizo constar que los aspirantes habían obtenido 18 respuestas positivas, cambiando las otras dos restantes que unos casos aparecían como negativas o en blanco." (El País, 30/10/17)
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