Gráfico: El alzamiento de bienes del grupo Marsans
"Desde mediados de 2010 Gonzalo Pascual [ya fallecido] y Gerardo Díaz Ferrán han llevado a cabo un deliberado, sistemático, doloso y perfectamente planificado proceso de alzamiento y ocultación apresurada de sus bienes personales”.
Esta afirmación la sostienen con diversos hitos, muy documentados y
todos ellos obrantes en el sumario, los empresarios de AC Hoteles,
Barceló, Iberojet y otros que han denunciado a los expropietarios del
Grupo Marsans en la querella presentada en enero de 2012 en la Audiencia
Nacional.
La denuncia de estos empresarios pretendía alertar de una
práctica ilegal por la que Díaz Ferrán había intentado ocultar parte de
sus bienes para no pagar las deudas millonarias contraídas con decenas
de proveedores. (...)
»Ventas falsas a Posibilitum. El 9 junio de 2010, 15
días antes de que Viajes Marsans entrase en concurso de acreedores,
Pascual y Díaz Ferrán comenzaron a desprenderse de todo su patrimonio
empresarial a favor de Posibilitum Bussiness,
una empresa de Ángel de Cabo constituida en febrero de 2009 sin bienes
inscritos a su nombre, con un capital social de 60.000 euros y sin
ninguna experiencia en el sector. De hecho, su objeto social es “el
comercio de animales domésticos y en su caso exóticos”, según el informe
de la administración concursal.
Aquella extraña venta se produjo cuando Pascual y Díaz Ferrán
conocían ya que al menos 20 empresas a las que debían dinero habían
solicitado desde abril al juez concurso de acreedores para cobrar sus
deudas.
En esa operación con Ángel de Cabo y su empresa Posibilitum, el
entonces presidente de la CEOE y dueño del Grupo Marsans, en unión de
Pascual, incluyó sus activos insolventes, pero también sus activos más
valiosos.
Así, vendieron Teinver, sociedad dueña del capital de Viajes
Marsans y la totalidad del capital que ellos mismos poseían en las
sociedades Parihol Inversiones, Holdisan Inversiones, Transportes Aura, y
empresa manconcunada de Transportes, por un precio “ridículo” conjunto
de 3.060 euros.
Posibilitum, la sociedad que compró ese emporio empresarial venido a
menos era propiedad de Ángel de Cabo, detenido el pasado lunes, igual que Díaz Ferrán,
por alzamiento de bienes. Nada justificaba la compra de empresas
turísticas que habían llegado a facturar centenares de millones de euros
por una firma sin experiencia en el sector y con un capital de 60.000
euros.
Teinver, una de las sociedades regaladas a Posibilitum poseía
“diversos activos con valor incuestionable que podrían haber servido
para afrontar el pago de deudas”. Por ejemplo, era propietaria de la
cadena Hotetur, con 19 hoteles en España y Latinoamérica, y de la
compañía de handling Newco, con 1.500 trabajadores.
Teinver poseía también el 3,5% de Sos Corporación Alimentarias, hoy
Deoleo, participación valorada hoy en 17 millones de euros. Y litigaba
el cobro de 1.000 millones del Gobierno argentino.
»Cien millones de patrimonio. Por otro lado, después
de la orden de embargo de todos sus bienes y sociedades, en julio de
2010, Pascual enajenó “a Posibilitum las participaciones sociales de
Parihol Inversiones [su patrimonial], por un precio de tres millones de
euros, siendo su patrimonio neto de 101 millones (...) y es indubitado
que el concursado se deshizo de uno de los principales activos, siendo
Parihol Inversiones una sociedad a través de la cual controlaba otras
sociedades”.
En igual fecha, Díaz Ferrán y Pascual vendieron sus participaciones
en Consulting XXI a una filial de Posibilitum por 1.800 euros. No menos
evidente del fin buscado fue la venta de Inversiones Grudisan, de Díaz
Ferrán y su esposa, a Posibilitum por 4.240 euros. Grudisan poseía
inmuebles por valor de 39 millones de euros.
Por otro lado, entre uno y otro vendieron a Posibilitum la firma
Trapsatur que “tenía una facturación de 20 millones de euros y ganaba
dos millones al año”. También enajenaron Transportes de Cercanías SA y
Autobuses Urbanos del Sur y todo ello por menos de 30.000 euros. El
comprador siempre era el mismo, Posibilitum, es decir, Ángel de Cabo.
La firma Holdisan Inversiones cuando fue vendida por Díaz Ferrán a
Posibilitum era propietaria de dos sociedades norteamericanas Holdisan
New York, y Holdisan Central que en junio de 2007 adquirieron dos
apartamentos en uno de los condominios más lujosos de Nueva York, en el
hotel Plaza, abonando más de diez millones de dólares por ambos.
En
enero pasado, se estaban intentando vender por casi 13 millones de
dólares. Por ello, los denunciantes urgieron las medidas cautelares del
juez sobre ambas propiedades.
Holdisan Inversiones sería también la dueña de un chalé en Calviá (Mallorca) y del yate de 27 metros atribuidos a Díaz Ferrán.
Por otro lado, Díaz Ferrán compró en 2007 a la sociedad holandesa
Lismore la firma Ubert Real Estates, holandesa también, por 35 millones
de dólares, pero dejó pendiente de pago 27 millones de dólares.
A modo
de hipoteca, dejó en promesa de pago una serie de propiedades
inmobiliarias en el Estado mexicano de Baja California, de una firma
local, Desarrolladora Saclol. Un hijo de Díaz Ferrán, paradójicamente,
firmó por la sociedad mexicana.
»Rolls Royce de medio millón de euros. Díaz Ferrán
poseía un Rolls Royce valorado en medio millón de euros. Estaba
embargado. Pero según los querellantes, fingió haberlo vendido
previamente a la firma Munari Negocios, vinculada a Cabo, para
sustraerlo a los acreedores.
Con posterioridad, en septiembre de 2012, los querellantes alertaron
al juez de nuevos movimientos de Díaz Ferrán y De Cabo para blindar su
patrimonio al cobro de la deuda. “Esas actuaciones consisten por un lado
en el cambio de titularidad de diversas fincas propiedad de Díaz Ferrán
a través de sucesivas transmisiones a favor de sociedades interpuestas,
por otro gravar otras fincas para salvaguardarlas de reclamaciones de
terceros”.
Todo ello se hizo, según la denuncia, a través de tres
sociedades pantalla (Inversiones Grudisan, Quatre Bras Inversiones e
Implementación de Proyectos). “Los denunciados han puesto a la venta
diversas fincas en Calviá y en Madrid”. Y los querellantes ponían su
lupa sobre otras propiedades en Madrid, Málaga y Menorca que atribuyen a
Díaz Ferrán.
El informe de la administración concursal señala que los actuales
administradores de Marsans (Posibilitum) no han entregado la información
y documentación necesaria. “Han hecho caso omiso a los requerimientos
para que entreguen el plan de viabilidad o el contrato de compraventa
por el que Posibilitum adquiere Teinver”.
Los nuevos gestores del Grupo Marsans, según el informe de la
administración concursal, han llevado a cabo una “labor contraria a las
más elementales normas de defensa del patrimonio” del grupo:
- — Pasividad a la hora de tramitar los contratos de arrendamiento de locales pese a que en ellos no existía actividad.
- — Retraso en la solicitud del expediente de regulación de empleo. Pese a que el concurso de acreedores de Marsans se declaró el 25 de junio de 2010, un mes después los administradores seguían sin alcanzar un acuerdo con los trabajadores pese a que la sociedad no tenía actividad y cada mes que se retrasaba la solicitud del citado ERE la deuda de Marsans por salarios se incrementaba en casi cuatro millones de euros.
- —Contratación de personal con salarios extremadamente altos teniendo en cuenta la situación de Marsans. Las nóminas de seis de ellos sumaban un salario bruto de 1,5 millones de euros anuales.
- — Sueldos para los dueños. Dos meses antes de la declaración de concurso, el 1 de abril de 2010, cuando la situación económica de Marsans era absolutamente crítica, quienes hasta la fecha ostentaban la condición de administradores solidarios, decidieron darse de alta como trabajadores de Marsans y un mes después cobraron como finiquito la cantidad de 20.555 euros cada uno.
La conclusión de los administradores concursales era muy pesimista:
“En el caso de que el concurso se califique como culpable a los
administradores de la concursada, podrían llegar a responder de un
déficit patrimonial de 400 millones de euros.
El producto de la venta de
activos de Marsans, que su administración mercantil cuantifica en su
plan de liquidación en 12 millones de euros, no será en ningún caso
suficiente para cubrir la masa pasiva del concurso, provocándose con
ello un grave desequilibrio patrimonial que, ante la previsión de que el
concurso sea declarado como culpable, deberá ser cubierto tanto por los
administradores sociales actuales de Marsans como por los anteriores”. (El País, 05/12/2012)
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