"José Luis Peñas pasó, en pocos años, de funcionario del Ayuntamiento de Madrid a concejal en uno de los bastiones del PP, Majadahonda. Allí conoció a Francisco Correa,
entonces uno de los hombres mejor relacionados de España, alguien que
igual se reunía con Aznar, la mano derecha de Emilio Botín o Florentino
Pérez.
Durante esos años, Peñas se convirtió en su colaborador, su
cómplice. Presenció las miserias y negocios turbios de otros, como Francisco Granados. En ese momento lo defendían todos -Cristina Cifuentes, Esperanza Aguirre, Mariano Rajoy- y Luis Bárcenas montaba en cólera porque ni un euro de los negocios de Correa iba a parar a Génova.
Convencido de que no podía seguir siendo testigo de todo aquello, José Luis Peñas
empezó a grabar conversaciones y a recoger pruebas que le servirían
para llevar ante la justicia a aquellos que habían confiado en él, al
menos ésa es la explicación que ofrece en la actualidad. Reunió pruebas
durante casi dos años. En noviembre de 2007, presentó una denuncia.
Se
convirtió en el gran delator, el hombre que destapó el Caso Gürtel, que
acumula seis años de investigación, más de 100 imputados y otros casos:
el de Luis Bárcenas y Púnica, sólo por citar unos pocos. En las páginas
de Uno de los suyos. Confesiones del delator del caso Gürtel (Península) lo cuenta todo.
-Usted
fue testigo de todo cuanto hizo Francisco Correa. Decide comenzar a
grabarlo y aportar esa documentación a la justicia. Si ya lo más
importante estaba hecho… ¿Para qué escribe este libro? ¿Para
justificarse?
- Lo he escrito porque me lo
ofrecieron. Ahí es cuando te planteas cuál es el valor de tu testimonio
narrado, si ya aportaste el judicial. Hubo unos años en los que la
corrupción campó a sus anchas, la impunidad era absoluta y me pareció
interesante que el gran público conociera de primera mano cómo se va
gestando toda esa bomba en la que se convirtió Gürtel.
No hay que
olvidar que de Gürtel es el Caso Bárcenas, los casos de corrupción en Valencia (6 causas), lo que pasa en Jérez y Castilla León, y el caso Púnica. La primera grabación de Púnica en los Tribunales fue aportada por mí.
-En Uno de los suyos
es usted durísimo con Esperanza Aguirre, pero lo es todavía más con su
mano derecha, Isabel Jordán; su retrato resulta un tanto siniestro.
-Isabel
Jordán es una gran contradicción en sí misma. Todo hay que ponerlo en
el contexto. Las personas con las que conviví día a día durante unos
años entendían los negocios de una manera muy distinta. Se trataba de
ganar mucho dinero, algo que repercutía mucho poder. Muchos no se
pararon nunca a pensar dónde podía llegar todo aquello.
En el libro
intento ser honesto y honrado, por eso creo que Isabel se engañó a sí
misma y no entendió que iba hacia el abismo. Fue su abismo y su error,
como mucha gente. La mayoría de la gente que menciono en el libro sentía
que este tipo de negocios les estaba permitido, porque eran quienes
eran y sus partidos ocupaban la posición que ocupaban.
-Asegura que Bárcenas montó en cólera
porque a Génova no estaba legando ni un céntimo de los negocios de
Francisco Correa. ¿Puede explicar cómo circulaba el dinero?
-
Al principio se lo llevaba todo Génova, se ingresaba como fuera. ¿Qué
pasó? Los intermediarios advirtieron a los concejales y alcaldes que de
esa parte podían sacar ellos una partecita, que quedaría a repartir
entre todos. Se facilitaban obras a cambio de impunidad. Le das la obra a
mi amigo y yo te pongo 200.000 o 300.000 euros en Suiza, en donde
quieras.
Al final, Bárcenas, escandalizado de un escándalo llama a
capítulo a Mariano Rajoy y Esperanza Aguirre, pregunta qué pasa. Dice
que el dinero no está llegando y se lo están quedando todo los alcaldes.
Estas dos personas en concreto, y por eso siempre digo que ellos son la
cabeza del Caso Gürtel, porque lo supieron de boca de su tesorero y no
hicieron nada.
Esperanza Aguirre ha dicho en una declaración por escrito
que ella llamó y que le dijeron que no había nada y Rajoy en una
entrevista radiofónica dijo que él había echado a Paco Correa de Génova.
Eso es lo que hicieron estos dos próceres políticos. En definitiva:
como la tarta se quedaba casi toda en los ayuntamientos e iba cada vez
menos a Génova, comenzó la tensión entre las distintos cargos del
partido.
-Acusa a Cristina Cifuentes de encubrir los casos de corrupción del PP Madrid. Ella incluso lo animó a enterrar y olvidar todo.
-
Todo el que ha pasado por Génova en los últimos años no puede salir
bien parado. Me encanta su discurso actual de regeneración, me parece
muy bien pero no puedes eludir 12 o 13 años en Génova donde sabías todo
lo que ocurría.
Yo he narrado en distintas ocasiones que en 2005 nos
pidió que no hiciéramos ruido, que nos metiéramos en la nevera, que no
pasaba nada, que dentro de dos o tres añitos volveríamos a estar en la
cresta de la ola, que éramos unas personas muy válidas, bla , bla, bla,
bla… ¿No sería mejor que nos hubiera dicho que siguiéramos adelante con
esta lucha? Me gusta su discurso, pero no puedo creérmelo. Ella es la
beneficiada de todo lo que ha pasado en Génova en estos años.
-En
el libro asegura que Correa se reunió con algunos miembros de
Ciutadans, pero no lo deja del todo claro. ¿Podría confirmarlo?
-Eso
nos dijo Correa, que había hablado con unas personas de Ciudadanos en
Madrid. Nosotros teníamos una idea de hacer una asociación de partidos
independientes municipales. Correa nos comentó este tema y no nos volvió
a decir nada más.
Se recoge este tema porque está grabado en la cinta
de la conversación, pero que no tiene mayor importancia. La usé para
demostrar el poder que tenía Francisco Correa para hablar con todo el
mundo en este país. No puedo certificar si llegaron a algún acuerdo.
-¿Qué vio usted que pudiera aclarar el alcance de la relación entre Correa y José María Aznar?
-Cuando
alguien organiza la boda de tu hija, te regala 32.000 vatios de sonido,
organiza la despedida de soltero del yerno, se sienta al lado de
Berlusconi…
Cuando Correa cena con el señor Aznar y la señora Botella
cada dos o tres meses y tiene una relación bastante cercana con una de
sus hijas, pues algo más que conocidos eran. Bien es verdad que Aznar no
quería a nadie más haciendo sus actos. Aznar después de los mítines con
el único que hablaba era con Correa.
Su relación era bastante cercana.
Es increíble también por ejemplo que Correa diga que el señor Cascos le
dio la cuenta de AENA al señor Francisco Álvarez Cascos
y ni siquiera se le ha llamado a declarar. Es la incongruencia judicial
en este país que ha procurado una impunidad descarada a los políticos
-Asegura usted que Correa se reunía a menudo con Enrique García Candela, mano derecha de Emilio Botín. ¿Con quién más?
-Francisco
Correa tuvo durante muchos años la oficina de atención al consumidor
del Santander. Llevar esa gestión es delicada y más en un banco. La
interlocución de Correa era de máximo nivel: el Real Madrid, los
políticos… Es muy fácil ver a Correa hoy día.
Tenemos la imagen de
Correa de preso. En el año 2002 era una persona que hablaba con el
presidente a menudo, que tenía una gran fortuna, que hablaba con
Florentino Pérez, el Santander, con las constructoras. Quién iba a
pensar que ese señor es un delincuente." (Karina Sainz Borgo, Vox Populi, 15/03/16)
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