"(...) En la rueda de prensa del Consejo de Ministros, Soraya
Sáenz de Santamaría volvió a sacudirse este viernes del escándalo,
alegando que se juzgan "hechos de los 90". El viceportavoz Pablo Casado ya se había quitado de en medio en el inicio de semana: "Yo estaba en COU".
Esa es la estrategia del Partido Popular: hacer ver que Correa, el fontanero que “vivía en Génova” hasta
2004 pero que luego siguió haciendo negocios con el partido en Valencia
y Madrid, el tipo para todo que organizaba mítines, convenciones,
campañas y viajes, incluso para el presidente José María Aznar, el
testigo de boda de su hija Ana con Alejandro Agag en El Escorial, forma
parte del pleistoceno de la política. Que no tiene nada que ver ni con
el PP ni con su líder, Mariano Rajoy.
Por si acaso,
el abogado del partido, señalado por el escrito de la Fiscalía como
beneficiario a título lucrativo de la trama, se ha sumado a la
estrategia del resto de presuntos para intentar invalidar el juicio.
La tesis de que esto no afecta al PP actual explota solo una parte de
lo contado por el propio Correa estos días en el edificio de la
Audiencia Nacional en San Fernando de Henares: que su red dejó de
trabajar con el partido cuando Rajoy tomó las riendas de Génova 13
porque con el nuevo presidente "no había química".
Pero la principal revelación en las más de 10 horas de interrogatorio
del principal imputado de Gürtel implica políticamente en el escándalo a
su actual líder y presidente en funciones, Mariano Rajoy, que ahora
opta a la reelección.
La clave de la declaración por
entregas de Correa es su explicación del procedimiento que le llevó a
acumular 21 millones de euros en Suiza. Correa contó durante el
interrogatorio de la fiscal de Anticorrupción, Concepción Sabadell, que
el dinero proviene de las comisiones del "2 o el 3%" que
determinadas constructoras le pagaron a él por lograr obras públicas
que adjudicaba el Gobierno de José María Aznar, (en cuyo Consejo de
Ministros estaba sentado Mariano Rajoy).
Al entrar en detalles, explicó que esas mordidas las había entregado él al tesorero del partido Luis Bárcenas y a Génova. Estas fueron sus palabras exactas: "
Venía un empresario nos daba la licitación a ver si podemos conseguir
que esta obra sea para nosotros, yo se la pasaba a Luis Bárcenas que la
gestionaba con el correspondiente ministerio y si conseguíamos la
adjudicación el empresario entregaba un porcentaje del 2 o el 3% y yo se
lo llevaba a Génova".
Por si había alguna
duda, en otro pasaje del interrogatorio Correa aseguró que el dinero iba
al Partido Popular: "Yo no sé la cantidad que he llevado al Partido
Popular correspondiente a haber gestionado obras, puede ser que hayan
sido 1.000 [millones de pesetas, la cifra que dijo haber llevado a
Bárcenas a su casa en una de las grabaciones que dieron origen al caso] o
hayan sido más o hayan sido menos [...] no niego que haya sido así,
pueden haber sido 1.000, 2.000 [millones de pesetas]". "Eran carreteras,
autopistas, obras del AVE, de Medio Ambiente, diferentes obras".
Esa fue la bomba de su primer día de interrogatorio. Para el segundo se
reservó otros dos anuncios: que los contratos amañados tenían su origen
en los ministerios de Fomento (era obvio, las obras del AVE nacieron
ahí) y Medio Ambiente. Y que gracias a esos sobornos obtuvieron
contratos las constructoras OHL, Dragados y ACS.
Esas constructoras tardaron sólo minutos en anunciar querellas contra
Correa, algo que no ha hecho nadie del Gobierno de Aznar, el señalado
por amañar los contratos y en cuyo Consejo de Ministros se sentó Mariano
Rajoy, entre 1996 y 2000 como ministro, y los cuatro años siguientes ya
como vicepresidente.
Antes de empezase a cantar el
jueves, uno de los constructores beneficiados, Alfonso García Pozuelo,
dueño de Constructora Hispánica y procesado también en Gürtel I, que se
adjudicó contratos con el último Gobierno de Aznar por 703 millones de
euros, ya se había ablandado ante el tribunal.
Desde el banquillo, ratificó el escrito remitido
previamente a la Fiscalía en el que reconocía pagos de 1,3 millones a
políticos del PP para conseguir adjudicaciones en el municipio de
Boadilla. Sentado en el banquillo dijo algo más: aclaró que algunas de
las entregas que hizo a Correa eran para los "organismos centrales" del
partido.
Si se cruzan estas declaraciones con los
Papeles de Barcenas, la contabilidad B del PP, cuya autenticidad ha
certificado el extesorero, sale que Constructora Hispánica realizó
donaciones al PP por 150.000 euros entre 2000 y 2006. En esas mismas
anotaciones a mano de Bárcenas que destaparon la caja B del partido, figura también OHL,
la firma de Villar Mir, y en el apartado de Galicia figuran además
supuestas aportaciones de ACS. Son las constructoras que, según declaró
Correa el viernes, pagaban mordidas a cambio de contratos millonarios.
Bárcenas también había contado cuando declaró en la Audiencia Nacional
ante el juez Pablo Ruz, uno de los instructores de esta causa, que al
tanto de la caja B estuvieron "todos los secretarios generales del PP".
Rajoy ocupó ese cargo en 2003 y 2004, y según los propios cuadernos de
Bárcenas desde el año 2000 aparece como uno de los vicesecretarios
perceptor de sobresueldos trimestrales que salían de esa contabilidad
paralela. De la caja B a la que iban a parar los sobornos que los
adjudicatarios de obra pública pagaban a Correa y Bárcenas.
Pese a la gravedad de las revelaciones acerca de los Gobiernos de Aznar, donde Rajoy tuvo un papel muy destacado y llegó a ser número dos,
nada de lo contado por Correa sobre el amaño de esas obras en los
ministerios va a tener efecto sobre esta causa, que juzga adjudicaciones
manipuladas en distintas administraciones de Madrid, Castilla León y
Andalucía.
Y el plazo de prescripción de los delitos que Correa insinúa
que se pudieron cometer a principios de los años 2000 hace muy
improbable la apertura de otra pieza separada por las adjudicaciones del
Gobierno de Aznar: la malversación de fondos públicos grave caduca a
los 15 años, igual que el cohecho." (José Precedo
, eldiario.es, 15/10/2016)
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