"Entre los silencios de Francisco Correa en el juicio de
Gürtel hay uno que el propio acusado anticipó a bombo y platillo. “No lo
voy a decir porque saldría esta tarde en todos los periódicos”, lanzó
en un momento de su primera intervención. Hablaba del dinero en Suiza y
de la entidad de una misteriosa y poderosa persona que blindaba de
cualquier investigación la actividad de su 'blanqueador', Ramón Blanco
Balín.
Si aún falta por aclarar quién es la X de las adjudicaciones del Gobierno del PP manchadas
con dinero negro, esa otra identidad podría considerarse la Z, el gran
hallazgo enterrado en siete años de caso Gürtel.
En sus hasta hoy dos jornadas de declaración, Correa ha
ido confirmando paso a paso la confesión de nueve folios, detalles
incluidos, que publicó a eldiario.es en
noviembre de 2015, y cuyo contenido la Fiscalía había rechazado como
moneda de cambio para una reducción en la petición de condena.
En ese
documento, Correa explica que Blanco Balín le propone a Arturo Fasana
como gestor de sus fondos en Suiza. “La importancia de los clientes (de
Fasana) y de uno en concreto hacía imposible cualquier problema
judicial, me dice que me quedase muy tranquilo”, relataba Correa en
aquella confesión.
Durante la jornada del jueves,
Correa explicó a la fiscal Concepción Sabadell algunos de los aspectos
relacionados con los 22 millones de euros que tiene bloqueados en Suiza.
Habló de Ramón Blanco Balín, el exvicepresidente de Repsol y amigo
personal de Aznar, que sustituyó a Luis de Miguel al frente del diseño
societario de la trama y que está imputado en una pieza que se juzgará
más adelante.
"Cuando se registra el despacho de
Ramón Blanco Balín me puse muy nervioso porque se llevaron todas mis
escrituras y mi opacidad se podría hacer pública. Entonces le dije que
quería regularizar y me dijo que no", ha relatado en el juicio Francisco
Correa. Blanco Balín, según explicó, le garantizó la inmunidad de la
que disfrutaba su hombre en Suiza, Arturo Gianfranco Fasana, y que le
garantizaba uno de los clientes a los que escondía dinero negro.
En la confesión a eldiario.es, Correa se explica así: “En varios viajes
que realicé para visitar a Fasana en Ginebra con Ramón Blanco, Arturo,
con quien ya adquirí cierta confianza, me acreditó visualmente la
realidad de lo que me explicó Blanco Balín, y corroboré la coincidencia
de las informaciones de mi conductor”.
Francisco Correa asegura, por
tanto, haber visto documentos que acreditan que Fasana trabajaba para un
cliente español tan importante que alejaría cualquier intento de
investigación en su contra. Correa, además, ponía coche y chófer a
Fasana cuando éste viajaba a Madrid y el conductor después contaba a su
jefe con quién y dónde se había reunido el gestor. (...)
En la confesión escrita de Correa, éste afirma: “Blanco Balín me
trasladó que todas las comisiones cobradas por él en sus cargos durante 8
años como vicepresidente y consejero delegado de Repsol, con los países
en los que cerraba acuerdos (Argentina, Colombia, Venezuela, etc) las
depositó en la cuenta Soleado (Credit Suisse) de su íntimo amigo Fasana,
y que ascendían a 60 millones de euros".
Arturo Fasana fue detenido por la Policía española el 20
de mayo en el aeropuerto de Barajas. Dos días después, el magistrado
instructor del caso Gürtel entonces, Antonio Pedreira, le tomó
declaración y quedó en libertad sin medidas cautelares. Días después se
produjo la visita de los policías españoles a su despacho. Fasana estuvo
imputado, pero la causa contra él acabó archivada.
Los informes policiales del caso Emperador,
contra la mafia china en España, se referían a un tal Arturo como "un
individuo de una importancia capital" en la organización. Finalmente fue
identificado ante el juez por un empresario implicado. Se trataba de
Arturo Fasana. Las investigaciones le situaban por encima del
responsable de buscar "compradores" de dinero negro.
Los chinos disponían de abundantes cantidades de dinero que no querían
declarar. Para enviarlo a su país de origen, necesitaban las cuentas en
Suiza de miembros de la jet española que tienen fondos en en el país helvético que no pueden tocar, por lo que no disponen de efectivo.
François Leiser, un belga de 73 años, hacía de intermediario.
Por encima de él, según las pesquisas, estaba Fasana. Una prima del rey
Juan Carlos admitió haber sido una de las ricas españolas con cuenta en
Suiza que obtuvo dinero de Gao Ping. Fasana también logró librarse de
la imputación en el caso Emperador." (Pedro Águeda
, eldiario.es, 15/10/2016)
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