"De la Rosa medió para que el 'pequeño Nicolás' fuera recibido en Barcelona. De la Rosa exigió al abogado de Jordi Pujol hijo que recibiera al 'pequeño Nicolás'" (La Vanguardia, 26/11/2014)
"El pasado sábado 6 de
septiembre, el abogado Cristóbal Martell, que lleva los asuntos de Jordi
Pujol i Soley, Jordi Pujol Ferrusola y los otros miembros de la
familia, recibe en su teléfono móvil una llamada.
-Cristóbal, soy Juan Munguira, asesor
internacional de la CNMV, no me conoces, te llamo por amigos comunes de
Canarias. Necesito verte por un tema urgente. Estoy por viajar a Estados
Unidos y tendría que ser mañana.
Martell, nacido en Canarias, afincado en Barcelona, decide recibirle.
Al día siguiente, domingo 7 de
septiembre, Munguira se presenta en el hotel Majestic, donde ha
propuesto la cita Martell ya que su despacho en la Torre de Bárcelona
está cerrado fuera del horario de trabajo.
Pero no viene solo.
En la terraza-ático del Majestic acude
en compañía de un joven de 20 años. Éste lleva un cartapacio en la
mano. Martell no tiene que esforzarse demasiado. El jóven exhibe lo que
parece ser un sello del Palacio de la Moncloa.
La voz cantante no corresponde a Munguira, que ha sido quien ha hecho el contacto.
Martell está intrigado.
El pequeño Nicolás, Francisco Nicolás
Gómez Iglesias, explica que representa a la vicepresidenta del
Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
Que están interesados, dice, en
rebajar la presión sobre los Pujol, y que quieren reencauzar las
relaciones con Cataluña, necesitan información comprometida sobre
escándalos de Esquerra Republicana de Cataluña. Menciona que Jordi
Pujol Ferrusola va a prestar declaración ante el juez Ruz de la
Audiencia Nacional en algo más de una semana, el 15 de septiembre de
2014.
Martell escucha, atónito, varias veces mencionar a la vicepresidenta del Gobierno.
El abogado les dice que no puede aportar ninguna información sobre lo que le están pidiendo -escándalos de ERC- y se despiden.
El pequeño Nicolás no pierde el tiempo en Barcelona.
Ha conseguido, a través de un
empresario y un concejal socialista del Ayuntamiento de Barcelona,
llegar a Oriol Pujol, ex secretario general de Convergencia Democrática
de Cataluña, imputado por delitos de soborno y tráfico de influencias en
el caso ITV.
El encuentro será en el hotel
Majestic. El pequeño Nicolás le explica que necesita información sobre
escándalos de ERC. Y menciona varias veces que colabora con la
vicepresidenta del Gobierno.
-Una persona tan joven como tú trabajando para la vicepresidenta - dijo Oriol Pujol.
-Eso precisamente es lo que ella está buscando. Gente que no esté quemada...
Su versión: el Centro Nacional de
Inteligencia (CNI) era incapaz de obtener información fidedigna sobre lo
que estaba ocurriendo en Cataluña, por estar inmerso, según dijo, en
peleas internas. Agregó que la vicepresidenta del Gobierno, de quien
depende el servicio de inteligencia, utilizaba ahora otras vías para
conseguir datos de interés, apelando a personas que no estaban
contaminadas.
Señaló que la vicepresidenta quería rebajar la tensión
sobre la familia Pujol. Le ofreció un encuentro con Soraya Sáenz de
Santamaría. Mencionó que tenía relaciones directas con el secretario
general de Manos Limpias, Miguel Bernad, y que dicha
organización podría moderar sus denuncias contra Oriol Pujol. El pequeño
Nicolás, asimismo, le pidió dinero para hacer estas gestiones.
Deslizó, también, que se quedaría a dormir en Barcelona, en casa de su amigo Javier de la Rosa, el financiero convicto.
Con De la Rosa, el pequeño Nicolás no
solo guarda parecido físico (ver foto publicada en la portada de EL
PAÍS, el día de la detención del ex financiero catalán, en octubre de
1994). También su manera de acercarse a personas relevantes y a
periodistas.
Su estilo, por ejemplo, de usar el name dropping, la práctica de dejar
caer nombres de gente importante e insinuar directa o indirectamente la
posibilidad de obtener favores y/o información al tiempo que aludir a
dossieres.
El encuentro acaba en una posible nueva cita.
Tras la declaración de Jordi Pujol
Ferrusola ante el juez Pablo Ruz, el 15 de septiembre, el pequeño
Nicolás concierta una nueva cita con Oriol Pujol en el hotel Claris, en
la calle de Pau Claris. Sería la semana siguiente.
Ni el juez ni la teniente fiscal de la
Fiscalía Anticorrupción, Belén Suárez, solicitaron medida cautelar
alguna contra Pujol Ferrusola. Con todos los informes de la UDEF y la
propaganda oficial sobre esta comparecencia y el carácter presuntamente
decisivo de la misma, la ausencia de medidas sorprendió al gran público,
habida cuenta de la repercusión mediática de las noticias policiales
previas.
La UDEF difunde, tras la
comparecencia, que está descontenta con la actuación de la Fiscalía
Anticorrupción por no solicitar ni prisión ni medida alguna, como
retirada de su pasaporte y obligación a presentarse ante el juzgado
periódicamente.
El pequeño Nicolás, después de la declaración de Pujol Ferrusola, llama a Cristóbal Martell.
-Has visto, Cristóbal, qué bien ha ido, ¿no? Ninguna medida cautelar... Ya te dije que se quería bajar la presión...
Y es lo mismo que le explica en su segundo y último encuentro a Oriol Pujol.
-Has visto, ¿no?, lo que te había
anticipado. La vice quiere bajar la tensión. No se han impuesto medidas
cautelares contra tu hermano.
A todo esto, ¿qué papel juega en toda
esta trama Juan Munguira, abogado, vocal asesor de la Comisión Nacional
del Mercado de Valores (CNMV), que ha trabajado en asesoramiento de la
OCDE y el Banco Mundial?
Munguira llegó a la CNMV con la ex
presidenta Pilar Valiente y Antonio Alonso Ureba, secretario del consejo
de administración de la CNMV.
El nombre de Munguira saltó a la
prensa y a la Audiencia Nacional a raíz del escándalo de la sociedad
gestora de carteras, Gescartera, en 2001, una estafa que hizo
desaparecer el equivalente de 8.300 millones de pesetas (50 millones de
euros), con más de 4.000 clientes afectados.
Munguira, amigo del ex cantante Jaime
Morey, recomendó la entrada de su hija, Laura Morey, en Gescartera,
donde trabajó en prácticas, para más tarde convertirse en novia del
propietario Antonio Camacho.
Junto con Pilar Valiente, Luis Ramallo, Munguira y otros directivos de la CNMV recibieron regalos de Camacho.
Juan Munguira no ha contestado a los
mensajes enviados a su teléfono móvil para conocer su versión sobre los
hechos que le llevaron a Barcelona el 7 de septiembre junto con el
pequeño Nicolás.
Quizá Elvira Rodríguez, presidenta de
la CNMV, que conoce a ambos, a Nicolás y a Munguira, pueda conocer la
versión de labios de su asesor." (Ernesto Ekaizer, El País, 25/11/2014)
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