26.3.09

La liga de los 'narcofutbolistas'

"La historia de cómo el mundo del fútbol y el narcotráfico se encontraron en un contenedor con 600 kilos de cocaína parte supuestamente del agente deportivo Zoran Matijevic. Este serbio con pasaporte francés es el presunto jefe de una organización que, con la ayuda de gente del mundo del balón, orquestó el viaje de un gran alijo de cocaína desde Buenos Aires a Madrid. El cargamento fue interceptado hace unos días en Fuenlabrada, en la periferia de la capital.

El hombre de confianza de Matijevic en este turbio negocio era presuntamente Pedrag Stankovic, un antiguo defensa del Hércules que desde que dejó el fútbol vive en un apartamento a orillas del mar, en Alicante. No es raro verle jugar con el equipo de veteranos del Hércules y sus hijos están en las categorías inferiores del mismo club. La policía cree que Stankovic y Matijevic están tras la financiación de los 20 millones de euros empleados en la compra de la droga y los gastos de transporte de un contenedor de piezas de generadores de energía eólica que la ocultaba.

Matijevic, casado con Magdalena Subotic (representante de futbolistas internacionales), fue clave en el fichaje del holandés Kiki Musampa por el Málaga en 1999 y la marcha de Javier Clemente al Olympique de Marsella al año siguiente.

La tercera persona que completa el engranaje de la trama es un viejo conocido de la policía: Juan Carlos Balbastre, que arrastra una condena de 11 años de prisión por tráfico de drogas, en una operación en la que estaba implicado el ex teniente coronel de la Guardia Civil Rafael Masa, expulsado del cuerpo en 1995 por torturar al hijo de un presunto etarra. Aunque actualmente Balbastre estaba en tercer grado penitenciario (semilibertad), la policía se enteró de que llevaba tiempo buscando financiación para adquirir un gran alijo de cocaína en Suramérica.

Según fuentes policiales, Balbastre atrajo para sus fines a Matijevic y éste, aprovechando sus contactos en el mundo del deporte, fue captando a futbolistas para la organización. Uno de ellos fue Carlos de la Vega, de 29 años, lateral derecho del Rayo Vallecano, licenciado en Económicas y Empresariales, que suele hacer negocios con sus compañeros de banquillo. En sus ratos libres, Carlos trabajaba en Arietesport, la empresa que le representa a él mismo. "Se ocupaba de asesorar en la compra de pisos, locales, pago de hipotecas... Todos le preguntaban antes de hacer cualquier inversión, por su fama de buen negociante", declara Daniel Muñoz, su representante. (...)

El arresto de Carlos, tímido y poco hablador, ha causado conmoción en Ávila, donde su familia es conocida porque su padre compitió en 1991 por la alcaldía frente a Ángel Acebes (PP). La familia, que ayer le visitó en la cárcel de Soto del Real, ha requerido los servicios del abogado Horacio Oliva, famoso por su intervención en numerosos casos de relumbrón.

La policía imputa al futbolista vallecano haber alquilado pisos - entre ellos alguno de sus compañeros de equipo- en los que la trama tenía planeado almacenar la cocaína hasta darle salida en el mercado. Su encarcelamiento por orden del juez Eloy Velasco ha sido un mazazo para la directiva que encabeza Teresa Rivero, que no entiende cómo un chico listo, preparado y de buena familia ha caído en este embrollo. (El País, ed. Galicia, España, 01/03/2009, p. 20)

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