El supuesto fraude millonario se gestó hace seis años. En otoño de 2003, la empresa Lagbar fue incluida en el mercado alternativo de inversiones del London Exchange Market. En el momento en que entró en bolsa, la sociedad dijo tener activos por valor de 219 millones de euros. Éstos estaban representados, casi en su totalidad, en un acuerdo suscrito con otra sociedad mercantil, Lambert.
Meses después, los arrestados anunciaron diversas operaciones bursátiles muy complejas y de gran envergadura. Lo hicieron "con el único fin de generar interés (y por consiguiente, aumento del valor) en las acciones de la compañía", informó ayer el Cuerpo Nacional de Policía (CNP), que ha realizado las detenciones a petición de las autoridades británicas.
Los cerebros del engaño, que "dominan plenamente" todos los aspectos relacionados con el mercado de valores, hicieron correr diversos bulos. Uno de ellos decía que la empresa había adquirido intereses por ciertos contratos con el Gobierno de Argentina, y que la venta de esos intereses le había reportado grandes beneficios. Ambos divulgaron, también, una garantía bajo la forma de Certificados de Crédito Internacionales de una entidad bancaria de Sao Paulo, en Brasil.
Hochman y Selva consiguieron que las acciones subieran como la espuma, aunque sin depósitos que avalaran ese incremento. Los investigadores descubrieron que los supuestos fondos que tenía la empresa en Brasil (y otros que iban a ser transferidos a Europa) nunca existieron en realidad. De hecho, consideran que la empresa fue una "conspiración" diseñada para defraudar "usando anuncios falsos en medios especializados de Londres". "Actuando de forma coordinada y calculada, se han aprovechado de la buena fe de compradores e inversores", a los que causaron daños por valor de 450 millones, según la nota difundida por la policía." (El País, ed. Galicia, España, 29/01/2009, p. 16)
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