4.3.08

Se repite lo del Guggenheim, pero a escala municipal

“La sociedad Berroeta Aldamar -constituida por el Gobierno vasco, la Diputación de Guipúzcoa y el Ayuntamiento de Getaria- partió de un presupuesto de seis millones para la construcción del museo, que ha saltado a 21. Camio está acusado de haber dado el proyecto arquitectónico a un amigo personal, Julián Argilagos, un cubano que nunca acreditó su titulación ni la homologó en España. El museo se empezó a construir sin proyecto básico y para ampliar su planta se cambiaron las normas subsidiarias locales. En estos momentos las obras están paralizadas a falta de los trabajos de interiorismo, para los que se ha convocado un concurso público. Sobre Camio pesa la imputación de haber realizado un "sobrepago" de más de 400.000 euros a Argilagos, a quien ya se le ha rescindido el contrato.

Para colmo, la semana pasada se supo que en los fondos de la fundación faltan prendas -guantes, medias, pañuelos y láminas de diseño con 139 dibujos del modisto-, en su mayoría cesiones del Gobierno vasco, al que la oposición acusa de no haber ejercido ningún control sobre el uso que Camio hacía del patrimonio público. Parte de esos objetos fueron regalados a esposas de concejales del PNV en la zona de Zarautz y Getaria.

Mientras el ministerio y las instituciones vascas intentan recomponer la situación, el conflicto político está servido en el Parlamento vasco desde hace tres meses: los mismos que la consejera de Cultura, Miren Azkarate, lleva negándose a entregar al PP, escudándose en la "discreción" que le habría pedido el fiscal, una auditoría externa que encargó sobre la gestión de Berroeta Aldamar.” (El País, ed. Galicia, Cultura, 01/03/2008, p. 41)

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