19.3.07

Huele mucho a podrido en... Galicia

PP y PSdeG defienden el derecho de los alcaldes a tener intereses inmobiliarios. El BNG rechaza que cargos públicos se dediquen a actividades relacionadas con la construcción.

La proliferación de alcaldes que compatibilizan sus cargos con negocios inmobiliarios privados se ha convertido en el gran debate de la precampaña a las elecciones municipales de mayo. El PP, la formación a la que le salpican el mayor número de casos, defiende a los regidores que ya se dedicaban a actividades relacionadas con la construcción antes de acceder al cargo. Los socialistas tampoco consideran incompatibles ambas ocupaciones, aunque rechazan que los alcaldes hagan negocios inmobiliarios dentro de sus propios municipios. Sólo el BNG, que hasta ahora permanece indemne en el cruce de acusaciones, propugna una separación total entre los negocios privados y los cargos públicos. (El País, Galicia, 18/03/2007, pp. 36)

La corrupción ya está en la cabeza del pez, como antes.

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