1.6.22

Villarejo, sobre Rajoy: “Hay que controlar a Correa, tiene información del Barbas”

 "El comisario José Manuel Villarejo maniobró para obstaculizar la investigación del caso Gürtel, una extensa trama de corrupción que afectó a numerosas instituciones gobernadas por el PP entre 1999 y 2009. La sentencia que condenó a la formación conservadora como partícipe a título lucrativo provocó una moción de censura que sacó del Gobierno a Mariano Rajoy e hizo presidente al socialista Pedro Sánchez.

La intervención de Villarejo para influir en el proceso judicial abierto por el caso Gürtel se produjo, al menos, desde junio de 2009, según la conversación que él mismo grabó con la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, en su despacho de la sede de Génova, 13. El policía presumió en esa cita de haber alertado a dirigentes del PP sobre la investigación secreta y de haber intentado que el pendrive que ocultaba el contable de la trama con los sobornos a políticos no saliera a la luz.

Otras grabaciones de Villarejo cinco años después con distintos protagonistas de aquel escándalo, incautadas por la policía y a las que ahora han tenido acceso EL PAÍS y el diario digital Fuentes Informadas, destapan el papel de agente doble que desempeñó el comisario. Por un lado, Villarejo asesoraba al Gobierno del PP sobre la necesidad de hacer determinados movimientos para obstaculizar la investigación judicial, intentar anular todo el sumario o simplemente minimizar daños. De otro lado, acordaba con uno de los principales abogados de los imputados, Ignacio Peláez (fallecido en 2017), poner en marcha iniciativas para reducir las penas del cabecilla de la trama, Francisco Correa, a cambio de que este facilitase información incriminatoria contra Alejandro Agag, yerno del expresidente José María Aznar; Francisco Álvarez Cascos, exministro de Fomento; o Luis Bárcenas, tesorero del PP.

El caso Gürtel comenzó a investigarse en agosto de 2008 en el juzgado que dirigía Baltasar Garzón. Las primeras detenciones se produjeron en febrero de 2009 y, tras cinco años de instrucción, el magistrado que sustituyó a Garzón, Pablo Ruz, dio por concluida la investigación con el procesamiento de casi 40 personas, entre ellas los tres últimos extesoreros del PP, y numerosos cargos autonómicos y municipales.

El 22 de agosto de 2014. Tres semanas después de que finalizase la instrucción del caso, el comisario José Manuel Villarejo se reunió con el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, para ponerle al día de distintos asuntos, entre ellos, el caso Gürtel, que afectaba al partido del Gobierno. Martínez declaró en sede judicial que se reunía con Villarejo por orden del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.

Peláez [abogado de un empresario implicado en el 'caso Gürtel'] ha dejado tirado a Correa. Y Correa quiere negociar con la Fiscalía a cambio de no sé qué. Entonces, lo que he hecho ha sido mandarle un abogado de mi entorno para tenerle controlado y decirle: "Tío, no te preocupes, que ya me pagarás cuando puedas (…)". Creo que es interesante tener a Correa controlado, ¿no te parece? Porque me ha confirmado Correa que Peláez le pidió 14 o 15 kilos para el Oli [José Luis Olivera, ex jefe policial de la UDEF] y para mí. Con dos cojones.

Pero, ¿qué me estás contando?

Sí, sí, sí, que yo le había pedido no sé cuánta pasta. Aunque sea del Opus, este tío es chungo... pesetero.

¿Correa es chungo?

No, no. Peláez (…). Yo le dije: "Mira, yo lo voy a hacer gratis y todo lo que pueda ayudar en beneficio del partido y tal…". Y él me dijo: "Ah, joder, pero 14 o 15 kilos. Tráelos y ya hablaremos". Pero ese es el comentario, es un comentario como… claro, como él habló varias veces con el Oli, pues el Oli tenía un rebote de la hostia. Acuérdate de que luego salió la historia por ahí, entonces creo que es bueno porque así sabremos si quiere negociar con la Fiscalía, qué quiere decir, porque él, Correa, dice que tiene mucha información del Barbas, ¿eh?, del 'número uno' del 'número uno'. (...) Porque se la contaba el Bárcenas. Ahora, que sea verdad o que sea mentira, probablemente, no.

La Fiscalía Anticorrupción investigó el “proyecto SMP”, por el que supuestamente Villarejo había contratado con un abogado de varios imputados del caso Gürtel un “proyecto de estrategia jurídica con el objetivo prioritario de evaluar la posibilidad de la anulación total de las actuaciones del Sumario Gürtel”.

La documentación incautada a Villarejo fijaba como coste medio de ese trabajo 15 millones de euros, cantidad similar a la que comenta el comisario en su conversación con el secretario de Estado de Seguridad.

Pero la Fiscalía concluyó su investigación señalando que nunca se pudo acreditar que los honorarios fueran aceptados por el cliente, supuestamente el abogado Ignacio Peláez, ni tampoco constan ingresos en la empresa Cenyt de Villarejo que pudieran ser atribuidos a ese proyecto SMP.

En las agendas de Villarejo se recogen sus gestiones en aquellos días para buscar un abogado a Correa, porque quien lo defendió durante años lo abandonó por impago. A Correa le asignaron un abogado de oficio sin aparente relación con Villarejo.

Año y medio después de la cita del comisario con el número dos de Interior, el abogado Ignacio Peláez quedó a comer con Villarejo para tratar, entre otros asuntos, sobre el futuro judicial de Francisco Correa, el cabecilla de la red corrupta que se enfrenta a una altísima petición de penas por parte de la Fiscalía Anticorrupción.

El juicio estaba fijado para seis meses después, y Peláez estudió con Villarejo cómo convencer al fiscal jefe anticorrupción para que aceptase un acuerdo con Correa para intentar reducir su condena a cambio de facilitar información sobre dirigentes nacionales del PP.

Como soy 'persona non grata' en esa Fiscalía, no me reciben (...). Han llegado a una conformidad casi todos los imputados de Gürtel, y Paco [Correa] quiere llegar a una conformidad en el siguiente sentido: que le liberen un 60% de la pasta, para vivir, y se conforma con que le casquen la triple de la mayor. Es decir, que no le casquen más de dos años en todas las putas causas que tiene. Total: seis años. Como se ha tirado casi cuatro, está un año, año y medio, en prisión, y a la puta calle. Todos los medios de comunicación contentos porque sale la foto de Correa entrando en prisión, pero tío, consigue la conformidad. Pero, espera, que va a verlas, les hace todos los cálculos: “Mira, tantos procedimientos, tanta historia, tanto no sé qué”. Y dicen las tías: “Vale, nos parece bien”.

Pero de los jueces.

“No, no, nos parece bien”. Vale, cojonudo. Dentro de una semana, vente. Ya todo está cerrado, cojonudo, encantados, pim pum pam. Llegan las tías, a la semana, y le dicen a Javier Iglesias: “No. No hay conformidad. Que le den por culo”. Y le dicen las tías…

Pero la ley de enjuiciamiento obliga a la conformidad.

Entonces, la historia es que yo se lo digo a Oli [José Luis Olivera, exjefe policial de la UDEF]. Digo: "Mira, está pasando esto, tío, habla con tu amigo Salinas [fiscal jefe Anticorrupción]". Y el tío habla con él y dice: “Oye, que este dice que no, que no sé qué, que lo de la pasta ni de coña, que la pasta se la queda el Estado, que patatín, patatán”
(...) Lo que yo quiero es, tú, macho, tú lo puedes hacer, tío, y ya no te digo José Luis [Olivera], que habléis con el hijo de puta de Salinas y que dé el ok, tío. Porque sé que conforman todos. Todos los putos imputados, que son 30 o 40 de Gürtel, se conforman, macho, o sea, no hay juicio.
(...) Entonces, lo que yo pretendo es que consigáis que el Salinas dé el okay.

Yo creo que, muchísimo mejor que yo, el Oli puede llegar a Salinas... muchísimo mejor. El problema de Paco Correa, que es muy largón y tal, es que él alardea de que tal, de que la mitad de la pasta se la ha dado al abogado para no sé qué, cuando yo lo consiga, y al final alardea de tener más pasta de la que tiene. Luego se pone a llorar que si el hermano es paralítico, que si lo lleva o si lo trae, que no tiene una cala y que no sé qué.

Y claro, yo se lo cuento a Olivera, y le digo: "Mira este tío…" y me dice José Luis: “Tiene que dar alguna cosita. Queremos al Agag, a Cascos y a Bárcenas”. Y se lo dije [a Correa], y se me pone en plan digno, que yo no voy a traicionar a nadie, que yo hago mi persona, lo que afecta a mi persona, y el tío me dice que no (...). Entonces, le digo: “Mira, Paco, déjate de pollas de que vas de digno, de que tú no vas a traicionar a nadie, tío. Piensa en tu hija y en tu hermano, tío. Y déjate de pollas. Y si te piden que des mierda del hijoputa de Agag, de Cascos…”.

A mí, Paco [Correa] me dijo que estaba dispuesto a hablar de todo, hasta del Barbas. Y le dije: “Paco, no me comprometas”.

No te metas con el Barbas. No conviene, no conviene, no conviene...

Fíjate si yo eso lo tengo claro que le dije: "Paco, no vayas por ahí, porque me estás comprometiendo, le estás contando a un comisario de policía en activo una serie de cosas y tal… "

El hijoputa del Agag y del Cascos, que se han puesto morados, y tú te has comido tres años y medio de prisión provisional. No me jodas, tío. Vamos, que para que veas cómo es Correa, que yo eso sí se lo conté a la Cospedal, y me dijo la tía que hizo lo que pudo. Me dijo: “Mira, Ignacio, yo no puedo llegar a más, macho. No me hacen ni puto caso”.

Correa intentó, en los días previos a la celebración del juicio, un acuerdo con la Fiscalía a cambio de confesar los delitos, implicando a numerosos dirigentes políticos. Pero Anticorrupción no aceptó el trato y el tribunal condenó al cabecilla de la red Gürtel a 51 años de prisión.

Alejandro Agag, yerno del expresidente José María Aznar, y Francisco Álvarez-Cascos, exministro de Fomento, no fueron imputados en la causa. En el caso de Álvarez-Cascos, la investigación descubrió amaño de contratos en AENA, departamento dependiente del Ministerio de Hacienda, y fueron imputados y condenados varios directivos.

El extesorero Luis Bárcenas fue condenado a 33 años de cárcel. En unas grabaciones que se incorporaron al sumario, Correa aseguraba que había llevado 1.000 millones de pesetas (seis millones de euros) a la casa de Bárcenas, y que sabía cómo el extesorero había sacado el dinero de España para ocultarlo en paraísos fiscales.

El expresidente Mariano Rajoy compareció en el juicio principal del caso Gürtel como testigo y en su declaración negó la existencia de una caja b en el PP. La sentencia consideró de escasa credibilidad el testimonio de Rajoy y otros dirigentes populares: “Su testimonio no aparece como suficientemente verosímil para rebatir la contundente prueba existente sobre la caja b del partido. En palabras del ministerio fiscal: “No son suficientemente creíbles estos testigos para rebatir dicha contundente prueba”."             (José Manuel Romero , Elena San José , Iker Vega, El País, 30/05/22)

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