19.11.19

Caso ERE: Griñán, condenado a 6 años de cárcel y Chaves, inhabilitado por 9 años

"El expresidente de la Junta de Andalucía José Antonio Griñán ha sido condenado a 6 años de prisión por malversación y prevaricación continuadas, mientras que su antecesor, Manuel Chaves, ha resultado sentenciado por prevaricación, por lo que ha sido inhabilitado para el ejercicio de cargo público durante 9 años, según el fallo de la pieza política del caso de los ERE, que ha sido notificado este martes. 

Además, la exministra y exconsejera Magdalena Álvarez y el exconsejero Gaspar Zarrías han sido condenados a nueve años de inhabilitación por prevaricación continuada. De los 21 procesados, solo dos han resultado absueltos de todos los delitos: el exinterventor general de la Junta Manuel Gómez y el jefe de los servicios jurídicos de la Junta, Francisco del Río.

La Audiencia de Sevilla considera a ambos expresidentes y exministros de Gobiernos socialistas responsables del sistema de ayudas públicas que la Junta andaluza instauró durante una década (2000-2009) para beneficiar a empresas en crisis. La sentencia no es firme y las defensas recurrirán al Tribunal Supremo, que tendrá la última palabra.

Los jueces consideran que Chaves conoció y permitió el sistema de subvenciones irregular, mientras que sitúan a Griñán -durante su etapa como consejero andaluz de Economía- como conocedor de los informes de la Intervención General de la Junta, que censuraron el fondo, y le achacan que no hizo nada para evitar las ayudas arbitrarias. 

El juez ponente Juan Antonio Calle ha elaborado la sentencia de la pieza política de la macrocausa de los ERE durante los últimos 11 meses, desde que el juicio en la Audiencia de Sevilla finalizó el pasado diciembre, después de un año y 152 sesiones. De los 22 procesados miembros de la antigua cúpula de la Junta andaluza (dos expresidentes, seis exconsejeros y 13 ex altos cargos), durante la vista oral resultó absuelto el exsecretario de Hacienda Antonio Estepa. El fallo será recurrido ante el Tribunal Supremo —que tendrá la última palabra—, según han avanzado las defensas.

La macrocausa de los ERE ha marcado la política andaluza durante los últimos nueve años por los escándalos destapados en la concesión de fondos públicos desde la Junta y ha sido empleado como reproche habitual del resto de partidos en Madrid contra los socialistas por su corrupción.

Manuel Chaves y José Antonio Griñán, expresidentes y líderes históricos del socialismo andaluz, se dieron de baja en el partido en 2016 tras su inculpación durante la instrucción. Ambos gobernaron la comunidad durante 23 años, el primero de 1990 a 2009 y el segundo tras sucederle desde este año hasta 2013. Un lustro después, el proceso ha enjuiciado su política de ayudas públicas para empresas en crisis, dotada con 680 millones durante una década (2001-2010).

Tras ocho años de instrucción, la pieza política de la macrocausa —la primera en ser enjuiciada de un total de 146 bajo investigación— analizó el sistema de pago de los ERE, censurado por la Intervención General pero cuyos avisos cayeron en saco roto. En 2001 la Junta cambió las subvenciones excepcionales por las transferencias de financiación y la clave del juicio estaba en dilucidar si el mecanismo fue ilegal y si existió responsabilidad penal de políticos y técnicos.

Los ERE fraudulentos han escrutado parte de la gestión socialista de las últimas décadas en Andalucía junto a otras macrocausas como los cursos de formación e Invercaria, una sociedad de capital riesgo de la Junta.

La Fiscalía Anticorrupción y las acusaciones —PP y Manos Limpias— estimaban que el cambio de sistema de pago fue “una decisión política” para instaurar un sistema de ayudas públicas “totalmente opaco” al margen de “los ciudadanos y los controles de la Intervención” para beneficiar a empresas afines al PSOE. Mientras, las defensas resaltaron en la vista oral que el Parlamento andaluz aprobó con transparencia las partidas que alimentaron los ERE y que las acusaciones contra la excúpula por confabularse para que se pagaran año tras año son “genéricas” y repletas de “vaguedades”.

Desde 2011 cuando arrancó, el caso ERE ha estado en el centro de la batalla política como el ariete preferido del PP para contrarrestar su corrupción destapada por el caso Gürtel, que siempre dispuso de gran eco mediático. Ambas sentencias coinciden en extensión (1.700 páginas de los ERE y 1.687 de la Gürtel), pero tienen dos diferencias esenciales: la trama corrupta del PP conllevó un enriquecimiento ilícito de sus protagonistas y la financiación ilegal del partido. 

Entre los políticos de los ERE solo ha existido un supuesto lucro del director general que daba las ayudas de manera directa, Javier Guerrero, —cuestión que no se enjuicia en la pieza política— y no hay rastro de financiación ilegal del PSOE, a pesar de que la primera instructora, Mercedes Alaya, lo plasmó por escrito en sus autos.

En 2015 el instructor del Tribunal Supremo Alberto Jorge Barreiro examinó la causa por estar inculpados seis políticos aforados y solo apreció indicios de prevaricación administrativa y descartó la malversación (que conlleva cárcel). Barreiro tildó de “claramente ilegal” el procedimiento de pago en los ERE, pero matizó que no estaba destinado “al lucro ilícito de terceras personas”, de ahí que descartara la malversación.

El juicio desarrollado en 2018 sirvió para ratificar la visión opuesta entre defensas y acusaciones, cuyos expertos respectivos —catedráticos de Derecho Presupuestario y los peritos de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE)— protagonizaron un duelo de tesis enfrentadas a favor y en contra de la legitimidad de emplear las transferencias de financiación para pagar los ERE a través de la agencia pública Idea."                  (Javier Martín-Arroyo, El País, 19/11/19)

No hay comentarios: