Hasta ahora, puesto que el juez y el fiscal anticorrupción que investigaron durante años el caso Cursach acaban de acusar a los tres más altos mandos de la Policía Nacional de Baleares de participar de una conspiración para "acabar a cualquier precio con la investigación" de ese entramado mafioso para el que presuntamente trabajaban.
Después de haber sido apartados de la
causa e imputados por cuatro atestados policiales chapuceros de ser
ellos los que formaban una "organización criminal" sui generis para
encarcelar a un montón de supuestos inocentes que toda Palma de
Mallorca sabía que formaban parte de la mafia de Tolo Cursach, el juez
Manuel Penalva y el fiscal Miguel Ángel Subirán finalmente han pasado al
contraataque.
Y su ofensiva es demoledora: no sólo se han querellado contra el exjefe superior Antonio Jarabo, el comisario José Luis Santafé y el inspector-jefe Antonio Suárez –exjefe de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (UDYCO)– por ordenar presuntamente que se falsificase un informe con el fin de destruir la investigación sobre la mafia policial balear, sino que hace sólo dos días han presentado un recurso en el que presentan unas acusaciones sin precedentes, al que ha tenido acceso este diario.
Y su ofensiva es demoledora: no sólo se han querellado contra el exjefe superior Antonio Jarabo, el comisario José Luis Santafé y el inspector-jefe Antonio Suárez –exjefe de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (UDYCO)– por ordenar presuntamente que se falsificase un informe con el fin de destruir la investigación sobre la mafia policial balear, sino que hace sólo dos días han presentado un recurso en el que presentan unas acusaciones sin precedentes, al que ha tenido acceso este diario.
Este recurso de reforma sostiene que el procedimiento abierto contra ellos para apartarlos de la causa "está viciado completamente de nulidad" por numerosos motivos,
empezando por la inconstitucionalidad de las resoluciones del juez
Miguel Florit –hoy procesado ante el Tribunal Superior de Justicia por
presunta prevaricación–, quien supuestamente cometió al menos tres
delitos contra los derechos fundamentales de dos periodistas para
incautarse de sus móviles y poner así en marcha la campaña contra los
investigadores conocida como el "caso de los whatsapps".
Los cuatro atestados de 'los Juanes' y sus ascensos
Este escandaloso caso se fundamenta en los informes policiales de los dos policías conocidos como "los Juanes" –Juan
Márquez y Juan Palomo–, "quienes han actuado en connivencia delictiva
con el Sr Suárez y resto de la cúpula policial (Jarabo y Santa Fé)",
según sostiene el recurso, al elaborar los cuatro atestados
inculpatorios contra el juez y el fiscal.
Sospechosamente, después de haber presentado esos atestados, "los Juanes" acaban de ser ascendidos a altos cargos de jefatura para los que no cuentan con la categoría requerida y pasando por delante de otros inspectores con mayor antigüedad: Márquez como jefe de brigada de la Policía Judicial, sin ser comisario sino inspector-jefe, y Palomo como jefe de la (UDYCO), pese a ser sólo inspector.
Sospechosamente, después de haber presentado esos atestados, "los Juanes" acaban de ser ascendidos a altos cargos de jefatura para los que no cuentan con la categoría requerida y pasando por delante de otros inspectores con mayor antigüedad: Márquez como jefe de brigada de la Policía Judicial, sin ser comisario sino inspector-jefe, y Palomo como jefe de la (UDYCO), pese a ser sólo inspector.
El montaje policial consistía, según juez y fiscal,
en perseguir una filtración sin gran importancia –puesto que el sumario
no estaba ya declarado secreto–, la de un informe económico sobre el
Grupo Cursach que le imputaba un fraude a Hacienda por valor de 51
millones de euros, y atribuírsela a Subirán para apartarlo de la causa.
Para ello, Márquez y Palomo acusaron a juez y fiscal de trece supuestas filtraciones al periodista Kiko Mestre, de Diario de Mallorca, cuyo móvil fue incautado por orden de Florit, igual que el de la redactora Blanca Pou de Europa Press.
La demostración de que ese primer atestado de "los
Juanes" contra Penalva y Subirán fue ejecutado premeditada y
precipitadamente sólo para comprometerlos radica en que no sólo no
existe ninguna revelación de secretos punible sino que "si tanto el Juez
Florit, como el Fiscal Carrau, y los señores Márquez y Palomo
(instructores del atestado), hubieran dedicado una hora a contrastar las publicaciones del Diario de Mallorca, con las realizadas por otros medios, se habrían percatado que CASI TODAS LAS NOTICIAS SON PUBLICADAS POR OTROS MEDIOS, Y LA MAYORIA DE VECES CON ANTERIORIDAD AL DIARIO DE MALLORCA, tal y como se explica con detalle en las alegaciones", explica el recurso de juez y fiscal.
Por tanto, Márquez y Palomo, "guiados maliciosamente por los instructores del atestado" –continúa el recurso–, "han llevado una actividad investigadora SOSPECHOSAMENTE SELECTIVA Y PREDETERMINADA, contra un solo medio de comunicación, porque el único objetivo que presidia esta investigación, como luego veremos, era el de desacreditar a toda costa a los investigadores, y al tiempo proporcionar una “excusa aparentemente legal”, para instar la nulidad de la causa seguida contra el Sr Cursach y resto de investigados".
El recurso también recoge los motivos de la
querella, presentada hace poco más de un mes por juez y fiscal, contra
los tres altos mandos de la cúpula policial de Palma. Así reza el
escrito de Penalva y Subirán:
La cúpula policial ordena un informe falso contra el fiscal
"Cuando ya se conocía que la filtración del informe que dio lugar al inicio de este procedimiento, procedía aparentemente del Grupo de Blanqueo
(recordad al respecto que el Sr Penalva, llevaba meses apartado del
caso, y el Sr Subirán ni siquiera leyó el referido informe), en una reunión mantenida por nada menos que LA CÚPULA POLICIAL, integrada por el Sr Jarabo (Comisario Principal), el Sr Santafé (Jefe de Policía Judicial), y como no, el Sr Suárez, se instó al Subinspector Miguel Ángel Blanco, a que ELABORARA UN INFORME FALSO, DONDE SE ATRIBUYERA LA INDICADA FILTRACIÓN DEL INFORME AL SR SUBIRÁN, propuesta que fue rechazada por el Subinspector".
"Semejante maniobra, además de ser constitutiva de
delito, ya demuestra el interés de la cúpula policial, para acabar con
uno de los investigadores a cualquier precio, y también con la
investigación de la causa principal, que podría alcanzarle (Sr Suárez),
pues según explicará un testigo en su momento, presuntamente recibía sobres de dinero del Grupo Cursach, además de compartir mesa y mantel en algún que otro restaurante con el Sr Cursach".
"Como quiera, que esta turbia maniobra no le salió
como esperaban, la cúpula policial y en especial el Sr Suárez,
valiéndose de sus amigos íntimos Márquez y Palomo, al igual que en su
día hicieron con la testigo 31 (madame), ORQUESTÓ EL PLAN QUE CONCLUYÓ CON LA REALIZACIÓN DE LA PRESENTE INVESTIGACIÓN,
para así saciar su sed de venganza, construyendo un atestado a su
medida, repleto de falsedades y manipulaciones, como en nuestras
alegaciones vamos a demostrar, que empezaba con las medidas acordadas
contra los indicados periodistas, puesto que el objetivo final
y predeterminado desde un principio era acabar con los investigadores, y en especial con el Sr Subirán, que aún era el único que quedaba al frente de la investigación".
"Las defensas, y en especial la del Sr [Tolo] Sbert [lugarteniente de
Cursach], tardaron escasos días en solicitarla, porque seguramente ya
disponían del atestado con anterioridad (es más, este hecho, esto es que
estas “defensas” ya conocían antes el atestado es algo que reconoce
explícitamente la representación del Sr. Sbert en su Recurso de Reforma),
y que habría sido filtrado por los señores Márquez y Palomo, al igual
que lo hicieron con el Diario Ultima Hora, claramente posicionado desde
hace tiempo en la defensa de la Organización criminal".
"Los investigadores, desde un primer momento ya conocían que la filtración del informe aludido procedía presuntamente de Blanqueo,
de manera que ningún sentido tenía intervenir el material de los
periodistas, al que sin duda accedieron, con la consiguiente desilusión
provocada por el hecho de que nada apuntaba a mis representados, iniciándose desde ese momento una investigación prospectiva de la que luego hablaremos, “para ver qué podían encontrar”, con el fin de implicar a mis representados, que se habían convertido en el objetivo de los señores Jarabo, Santa Fé y Suárez,
simple y llanamente porque habían investigado a éste último tanto en la
causa “Cursach”, como en la denuncia que interpuso en su día la testigo
31 contra él, y que también fue sospechosamente investigada por los
mismos instructores que han elaborado este atestado (Márquez y Palomo)".
Ante la extrema gravedad de estas acusaciones –sin
parangón en la historia judicial de nuestro país– por parte de un
magistrado y de un fiscal Anticorrupción, este diario se ha puesto en contacto con el Testigo Protegido 29 –quien, como ya adelantó Público, ha tenido que huir al extranjero ante las agresiones de sicarios contratados por la mafia de Cursach–, y ha obtenido el vídeo de la declaración de la Testigo Protegida 31 –conocida como "la madame" porque regentaba un puticlub frecuentado por los más altos dirigentes del PP y por policías–, quien quiso
testificar ante Penalva tras ser amenazada y coaccionada personalmente
por el propio Antonio Suárez, según declaró ante la cámara.
La Testigo 31 fue también amenazada de muerte por
un sicario de la trama Cursach, que le golpeó salvajemente la cabeza
contra los escalones del portal de su domicilio, exigiéndole que
retirase su denuncia contra el sobrino del capo, Pedro Rosselló
Cursach, quien acabó siendo condenado a 15 meses de prisión por
coacciones y obstrucción a la Justicia.
A continuación, mostramos el vídeo completo –por su interés para comprobar que no estaba dirigida y era a todas luces sincera– de la declaración de la Testigo 31, quien se muestra atemorizada y en ocasiones llorosa ante las gravísimas amenazas, incluso de muerte, que recibió de los mandos policiales.
Durante su declaración, la testigo pide una y otra vez que no se muestre ese vídeo hasta que no "esté segura", algo que ya se cumple dos años después de su testimonio, según fuentes judiciales consultadas por Público. De todas formas, en el audio, hemos suprimido las menciones a su nombre completo, pese a que su identidad es plenamente conocida por los que la amenazan y tratan de impedir que declare libremente, además de haber sido desvelada en las redes por la trama mafiosa.
El vídeo de una testigo protegida amenazada por Suárez
Desesperada porque los mandos policiales le han
quitado su documentación y la de su hijo, conminándola a declarar
contra juez y fiscal o abandonar el país, la Testigo 31 queda en una
cafetería con el magistrado Penalva, quien le toma declaración y la
graba con su propio móvil con la asistencia de un agente policial del
Grupo de Blanqueo, Iván Bandera, que toma nota del testimonio que a
continuación transcribimos casi íntegro por su indudable trascendencia.
Es el 25 de septiembre de 2017:
Manuel Penalva (MP): Se va a tomar declaración a Xxxxx Xxxx Xxx Xxxxxx, testiga protegida número 31 en relación al presunto ofrecimiento de dinero para que primeramente declarara contra el juez, que es el que ahora mismo está hablando, instructor del caso Cursach, y contra el fiscal. Parece que al no haber aceptado ese ofrecimiento le han ofrecido marcharse del país, entregándole dinero a cambio de que se olvide del tema y que no declare. A continuación se va a proceder a la lectura de la declaración que se le ha tomado manualmente a día de hoy en presencia de la testigo para que pueda aclarar, rectificar, lo que consta en la declaración manuscrita. Un agente de Policía procede en este mismo acto a la lectura íntegra de la declaración y la testigo hará las correcciones o ampliaciones o rectificaciones que estime oportunas.
IB: La testigo policial 40, judicial 31, Xxxxx Xxxx Xxx Xxxxxx Xxxx, dice así:
Declara para poner en conocimiento su marcha del país. Hace una semana, dos personas que se identificaron como policías nacionales, mostrando su placa, se adentraron en su domicilio.
Los dos agentes le dijeron que eran los jefes, y lo saben todo, de la
causa. Uno de ellos, bajito, regordete, con poco pelo negro peinado
hacia atrás. Le hemos mostrado la fotografía y reconoce a [Antonio] Suárez. ¿Le vuelvo a mostrar la fotografía?
T31: No, no quiero volver a verle. Por favor. Es la persona que hemos dicho que era Antonio Suárez.
IB: Le dijo que era el jefe de la Policía Nacional y que tenía acceso a todas las actuaciones de la investigación y que por ello sabe qué es lo que han declarado todos los testigos de la causa…
T31: Comentó las declaraciones; sabe lo que se había declarado y aparte de eso los abogados también lo tienen, con lo cual cuando se llegara al juicio pues tirarán todo para detrás, todo.
IB: Que iban a desmontar, uno a uno a todos ellos, refiriéndose a testigos. Éste le dijo que fuese a declarar al juzgado y dijese que todo lo que había declarado había sido porque el juez y el fiscal le habían obligado a hacerlo.
T31: Sí. Ellos lo primero que querían era eso, que yo dijera que tanto el fiscal como el abogado… ¡perdón! Que tanto el juez de instrucción como el fiscal me habían dicho todo lo que tenía que decir, me habían enseñado las fotos de a quienes tenía que inculpar… todo, todo, todo lo que yo decía era porque me habían dicho que se dijera así. Cosa que no es verdad, que me niego en rotundo a que se diga eso porque no es verdad. Yo fui obligada a ir a declarar por culpa de la gente de Cursach. Por culpa de Pedro Cursach, de Tolo Cursach, y de toda la gente que me ha metido en esto. Pero nadie me ha obligado a decir nada. Nadie. Pero también digo muy claro [llorando] que yo me voy del país para no declarar, pero es la verdad, todo lo que he declarado. Y nunca es mentira y nadie lo podrá demostrar que es mentira eso. ¡Nadie!
T31: No, no quiero volver a verle. Por favor. Es la persona que hemos dicho que era Antonio Suárez.
IB: Le dijo que era el jefe de la Policía Nacional y que tenía acceso a todas las actuaciones de la investigación y que por ello sabe qué es lo que han declarado todos los testigos de la causa…
T31: Comentó las declaraciones; sabe lo que se había declarado y aparte de eso los abogados también lo tienen, con lo cual cuando se llegara al juicio pues tirarán todo para detrás, todo.
IB: Que iban a desmontar, uno a uno a todos ellos, refiriéndose a testigos. Éste le dijo que fuese a declarar al juzgado y dijese que todo lo que había declarado había sido porque el juez y el fiscal le habían obligado a hacerlo.
T31: Sí. Ellos lo primero que querían era eso, que yo dijera que tanto el fiscal como el abogado… ¡perdón! Que tanto el juez de instrucción como el fiscal me habían dicho todo lo que tenía que decir, me habían enseñado las fotos de a quienes tenía que inculpar… todo, todo, todo lo que yo decía era porque me habían dicho que se dijera así. Cosa que no es verdad, que me niego en rotundo a que se diga eso porque no es verdad. Yo fui obligada a ir a declarar por culpa de la gente de Cursach. Por culpa de Pedro Cursach, de Tolo Cursach, y de toda la gente que me ha metido en esto. Pero nadie me ha obligado a decir nada. Nadie. Pero también digo muy claro [llorando] que yo me voy del país para no declarar, pero es la verdad, todo lo que he declarado. Y nunca es mentira y nadie lo podrá demostrar que es mentira eso. ¡Nadie!
IB: Seguimos. Que para no equivocarse la enviarían a Madrid para que se viera con unos abogados…
T31: Sí, para que me dieran todo lo que tenía que decir.
IB: …que le dirían todo lo que tenía que decir. Este policía iba acompañado de otro, más joven, con pelo corto, que le dijo que él era el jefe del grupo de drogas y que sabía todo lo que ocurría en la isla…
T31: Todo.
IB: La dicente se negó a declarar contra el juez y el fiscal, a lo que –después de insistir– le dijeron que se marchara del país. Exigieron que les entregara toda la documentación que tuviera, suya y de su hijo…
T31: [sollozando] Lo tienen todo…
IB: Le dijeron que volverían por su casa para darle los pasaportes y la documentación junto a dos billetes de avión, para ella y para su hijo…
T31: ¡Sí! [ininteligible entre sollozos] …mente.
IB: No le dijeron el lugar de destino, pero le dijeron que sería fuera de España y le darían dinero para que pudiera vivir tranquila…
T31: Sí, para que me dieran todo lo que tenía que decir.
IB: …que le dirían todo lo que tenía que decir. Este policía iba acompañado de otro, más joven, con pelo corto, que le dijo que él era el jefe del grupo de drogas y que sabía todo lo que ocurría en la isla…
T31: Todo.
IB: La dicente se negó a declarar contra el juez y el fiscal, a lo que –después de insistir– le dijeron que se marchara del país. Exigieron que les entregara toda la documentación que tuviera, suya y de su hijo…
T31: [sollozando] Lo tienen todo…
IB: Le dijeron que volverían por su casa para darle los pasaportes y la documentación junto a dos billetes de avión, para ella y para su hijo…
T31: ¡Sí! [ininteligible entre sollozos] …mente.
IB: No le dijeron el lugar de destino, pero le dijeron que sería fuera de España y le darían dinero para que pudiera vivir tranquila…
IB: Por los nervios, y un poco por la negativa de la dicente,
el policía más joven le dijo en tono amenazante que aceptara, que no
sabía lo que iba a suceder, que era muy peligroso, que si no quería
aparecer en un contenedor con un pico clavado era mejor que se fuera. La
dicente entregó el libro de familia de su hijo y los DNIs y el
pasaporte caducado de la dicente. Quedaron en que volverían en cualquier
momento con los billetes de avión. Que estuviera con las maletas
preparadas…
T31: [con un hilo de voz] Sí…
IB: Después de esto los policías le dijeron que la acompañaran a la comisaría. Fueron en un coche gris que conducía el más joven. En comisaría tomaron el ascensor de mano izquierda y subieron a la última planta. Allí le enseñaron aparatos y le dijeron que allí se podían conectar teléfonos y saber lo que dicen. Que podían poner micrófonos, cámaras, etc. Se dio cuenta de que podían arruinarle la vida o hacerle desaparecer con una sobredosis…
T31: No, [sollozando] aparte de eso sé positivamente que es verdad porque ellos no quieren que hable, no quieren que vaya al juzgado, no quieren que denuncie nada en la Policía, no quieren que hable contigo [dirigiéndose al juez], no quieren que hable con un abogado, no quieren que hable con nadie. Y con eso me demostraron que lo van a saber en cuanto pase…
IB: Le dijeron que la iban a desestabilizar por todos los medios, incluida la pres…
T31: [con un hilo de voz] Sí…
IB: Después de esto los policías le dijeron que la acompañaran a la comisaría. Fueron en un coche gris que conducía el más joven. En comisaría tomaron el ascensor de mano izquierda y subieron a la última planta. Allí le enseñaron aparatos y le dijeron que allí se podían conectar teléfonos y saber lo que dicen. Que podían poner micrófonos, cámaras, etc. Se dio cuenta de que podían arruinarle la vida o hacerle desaparecer con una sobredosis…
T31: No, [sollozando] aparte de eso sé positivamente que es verdad porque ellos no quieren que hable, no quieren que vaya al juzgado, no quieren que denuncie nada en la Policía, no quieren que hable contigo [dirigiéndose al juez], no quieren que hable con un abogado, no quieren que hable con nadie. Y con eso me demostraron que lo van a saber en cuanto pase…
IB: Le dijeron que la iban a desestabilizar por todos los medios, incluida la pres…
31: De hecho, ellos me lo dijeron que esto iba a pasar cuando
hoy ha salido en los periódicos una querella o una denuncia contra mí,
de la que yo todavía no tengo y que yo no sé si está puesta ni sé nada, y
sin embargo ya ha salido en la prensa. Y esto ya me lo dijeron ellos,
con lo cual…
IB: Aquí lo pongo: “En el día de hoy ha salido una noticia en el Última Hora en la que se querellan contra la dicente”.
T31: Bueno… yo no tengo… Esta es la noticia, yo no lo sé.
IB: Por su seguridad y la de su hijo hará lo que estos hombres digan…
T31: Sí, me voy…
IB: …y se irá del país cuando le ordenen.
T31: Yo no voy a declarar mentiras, pero tampoco voy a declarar. Yo no puedo afrontar más [entre lágrimas], yo estoy ya completamente hundida…
IB: También le dijeron que no hablara con nadie, pero se toma la presente [declaración judicial] para que sea utilizada cuando ella y su hijo estén a salvo.
T31: Sí…
IB: Queda claro en la declaración: no se utilizará hasta que estén seguros…
T31: Sí, por favor [sollozando] es lo único que pido… que piensen… Que a mí me acusen de mentirosa de estafadora… Vale, esto ya se lo inventan y la gente podrá creer lo que quiera, pero nunca podrán decir que he mentido, jamás.
IB: Aquí lo pongo: “En el día de hoy ha salido una noticia en el Última Hora en la que se querellan contra la dicente”.
T31: Bueno… yo no tengo… Esta es la noticia, yo no lo sé.
IB: Por su seguridad y la de su hijo hará lo que estos hombres digan…
T31: Sí, me voy…
IB: …y se irá del país cuando le ordenen.
T31: Yo no voy a declarar mentiras, pero tampoco voy a declarar. Yo no puedo afrontar más [entre lágrimas], yo estoy ya completamente hundida…
IB: También le dijeron que no hablara con nadie, pero se toma la presente [declaración judicial] para que sea utilizada cuando ella y su hijo estén a salvo.
T31: Sí…
IB: Queda claro en la declaración: no se utilizará hasta que estén seguros…
T31: Sí, por favor [sollozando] es lo único que pido… que piensen… Que a mí me acusen de mentirosa de estafadora… Vale, esto ya se lo inventan y la gente podrá creer lo que quiera, pero nunca podrán decir que he mentido, jamás.
IB: Para mostrarle que lo que decían era
cierto le dijeron que hay un testigo al que han pagado para que diga
que ha recibido dinero del testigo 29 para llamar a una abogada desde
una cabina de Lluchmayor, y así, con ello, desmontarían su credibilidad,
aun sabiendo que no había sido él el que llamó a la abogada y que
estaba en [ininteligible]. Todo ello lo saben por el
posicionamiento de los teléfonos. La dicente no sabe a qué se refería el
identificado como Suárez, pero le dejó ver que tienen la sartén por el
mango y que tienen muchas armas…
T31: Y que además estos señores también me dijeron que los que me había pegado a mí, igual que al testigo 29, son cinco rumanos que viven juntos y que están pagados por ellos. Ellos saben que son… yo no sé si estos rumanos viven juntos o no. Ni de hecho si han llegado a saber quiénes me han pegado a mí. Pero ellos dijeron que eran ellos y viven los cinco juntos… cinco rumanos. Yo no sé si la Policía Nacional los tiene identificados, pero este señor lo tiene muy claro y sabe quién me ha pegado.
MP: ¿Sabe si son los que vinieron a declarar en falso en el juzgado?
T31: Sí, eso es lo que este señor me dijo. Que igual que estos han declarado en falso, van a declarar los demás y que todo el proceso se va a ir a pique. Porque igual que quieren que yo declare mentiras hacen que yo declare mentiras…
MP: ¿Son los rumanos que defiende el señor Herrero Cereceda?
T31: Sí, sí. Que este abogado también es uno de los abogados que a mí me propusieron para que me defendiera…
T31: Y que además estos señores también me dijeron que los que me había pegado a mí, igual que al testigo 29, son cinco rumanos que viven juntos y que están pagados por ellos. Ellos saben que son… yo no sé si estos rumanos viven juntos o no. Ni de hecho si han llegado a saber quiénes me han pegado a mí. Pero ellos dijeron que eran ellos y viven los cinco juntos… cinco rumanos. Yo no sé si la Policía Nacional los tiene identificados, pero este señor lo tiene muy claro y sabe quién me ha pegado.
MP: ¿Sabe si son los que vinieron a declarar en falso en el juzgado?
T31: Sí, eso es lo que este señor me dijo. Que igual que estos han declarado en falso, van a declarar los demás y que todo el proceso se va a ir a pique. Porque igual que quieren que yo declare mentiras hacen que yo declare mentiras…
MP: ¿Son los rumanos que defiende el señor Herrero Cereceda?
T31: Sí, sí. Que este abogado también es uno de los abogados que a mí me propusieron para que me defendiera…
IB: Bueno, eso no lo he puesto. Añado… lo añado. También le
dijeron que a este testigo 29 le han dado una paliza los mismos rumanos
que la agredieron a ella y que ellos lo saben y les protegen…
T31: Por eso ellos… por eso no los han…
IB: …Se trata de un grupo de cinco individuos…
T31: Viven juntos, además.
MP: Y que estos rumanos…
T31: Han sido traídos además por el Grupo Cursach, estos rumanos.
MP: Son los que han declarado en la pieza, si es que lo sabe…
T31: No…
MP: Bueno, que han declarado falsamente en el juzgado.
T31: ¡Sí! Eso me lo dijo él, que han declarado falsamente y que los protegen, además.
MP: En el juzgado se lleva, no sé si lo sabe, una pieza como consecuencia de la agresión que sufre el testigo 29. Y en esa pieza es donde han declarado cinco rumanos que, efectivamente, viven juntos.
T31: Yo sólo sé lo que esta gente me ha contado. Y sé positivamente que tanto el testigo 29 como yo no vamos a…
MP: ¿Pero sabe que son los rumanos que defendía el señor Herrero Cereceda?
T31: ¡Sí! Porque es que a mí eso me lo ha dicho este señor, me lo ha dicho el policía. Igual que me ha dicho que ellos los protegen. ¡Y son los que nos están pegando a los testigos! ¿Y la Policía los está protegiendo? Es que parece una película… La verdad que la gente no sabe lo que estamos pasando. No lo saben, no lo saben. Porque yo no creo que haya nadie normal que pueda permitir que esto pase.
T31: Por eso ellos… por eso no los han…
IB: …Se trata de un grupo de cinco individuos…
T31: Viven juntos, además.
MP: Y que estos rumanos…
T31: Han sido traídos además por el Grupo Cursach, estos rumanos.
MP: Son los que han declarado en la pieza, si es que lo sabe…
T31: No…
MP: Bueno, que han declarado falsamente en el juzgado.
T31: ¡Sí! Eso me lo dijo él, que han declarado falsamente y que los protegen, además.
MP: En el juzgado se lleva, no sé si lo sabe, una pieza como consecuencia de la agresión que sufre el testigo 29. Y en esa pieza es donde han declarado cinco rumanos que, efectivamente, viven juntos.
T31: Yo sólo sé lo que esta gente me ha contado. Y sé positivamente que tanto el testigo 29 como yo no vamos a…
MP: ¿Pero sabe que son los rumanos que defendía el señor Herrero Cereceda?
T31: ¡Sí! Porque es que a mí eso me lo ha dicho este señor, me lo ha dicho el policía. Igual que me ha dicho que ellos los protegen. ¡Y son los que nos están pegando a los testigos! ¿Y la Policía los está protegiendo? Es que parece una película… La verdad que la gente no sabe lo que estamos pasando. No lo saben, no lo saben. Porque yo no creo que haya nadie normal que pueda permitir que esto pase.
IB: Bueno acabo de leer lo que queda…
T31: Yo lo único que pido es que por favor esto no salga hasta que yo esté fuera del país con mi hijo porque es que me van a matar [sollozando]. Ahora ya es que me van a matar.
IB: Leo lo que acabo de añadir: “Se trata de un grupo de cinco rumanos que viven juntos y los que ya han declarado falsamente, y por eso son protegidos por ellos. Si la dicente quiere un abogado le pondrían al señor Herrero, el mismo que le han puesto a estos rumanos”…
T31: ¡Sí! Que han salido libres, porque él me lo ha dicho, que han salido libres. ¡Siendo culpables han salido libres! ¿Cómo es esto posible?
MP: Pero, igualmente, tú no quieres abogado y…
T31: ¡No, no, no! Yo no quiero nada, yo me quiero ir… [llorando] Quiero mi documentación, me la quiero llevar conmigo… [secándose las lágrimas] Por favor, no lo saquéis, esto, porque yo estoy muy lejos… [toma aliento y todos quedan callados un rato]
IB: [tragando saliva] La dicente le hizo saber que no quiere abogado y que acepta marcharse del país cuando la ordenen…
T31: ¡Eso! Yo no voy a hablar con nadie y no voy a hacer ninguna declaración, no voy a ir a los juzgados, no voy a ir a la Policía… Estoy sin documentación hasta que ellos me proporcionen todo para irme…
IB: [mostrándole papeles sellados] Ésta es la declaración que te acabo de leer…
T31: Muy bien.
IB: Fírmala…
T31: Sí [coge un bolígrafo y firma en cada hoja y al final de la declaración]
MP: Igual convendría… para que…
El policía muestra a la cámara una fotografía en su móvil del entonces inspector jefe de la UDYCO, Antonio Suárez, y luego se la muestra a ella, preguntando:
IB: ¿Éste es…?
T31: [hablando con firmeza] Ése es el jefe de la Policía que me amenazó y se llevó toda mi documentación.
MP: Ya, vale.
T31: [con la voz quebrada] No lo saquéis, por favor…
T31: Yo lo único que pido es que por favor esto no salga hasta que yo esté fuera del país con mi hijo porque es que me van a matar [sollozando]. Ahora ya es que me van a matar.
IB: Leo lo que acabo de añadir: “Se trata de un grupo de cinco rumanos que viven juntos y los que ya han declarado falsamente, y por eso son protegidos por ellos. Si la dicente quiere un abogado le pondrían al señor Herrero, el mismo que le han puesto a estos rumanos”…
T31: ¡Sí! Que han salido libres, porque él me lo ha dicho, que han salido libres. ¡Siendo culpables han salido libres! ¿Cómo es esto posible?
MP: Pero, igualmente, tú no quieres abogado y…
T31: ¡No, no, no! Yo no quiero nada, yo me quiero ir… [llorando] Quiero mi documentación, me la quiero llevar conmigo… [secándose las lágrimas] Por favor, no lo saquéis, esto, porque yo estoy muy lejos… [toma aliento y todos quedan callados un rato]
IB: [tragando saliva] La dicente le hizo saber que no quiere abogado y que acepta marcharse del país cuando la ordenen…
T31: ¡Eso! Yo no voy a hablar con nadie y no voy a hacer ninguna declaración, no voy a ir a los juzgados, no voy a ir a la Policía… Estoy sin documentación hasta que ellos me proporcionen todo para irme…
IB: [mostrándole papeles sellados] Ésta es la declaración que te acabo de leer…
T31: Muy bien.
IB: Fírmala…
T31: Sí [coge un bolígrafo y firma en cada hoja y al final de la declaración]
MP: Igual convendría… para que…
El policía muestra a la cámara una fotografía en su móvil del entonces inspector jefe de la UDYCO, Antonio Suárez, y luego se la muestra a ella, preguntando:
IB: ¿Éste es…?
T31: [hablando con firmeza] Ése es el jefe de la Policía que me amenazó y se llevó toda mi documentación.
MP: Ya, vale.
T31: [con la voz quebrada] No lo saquéis, por favor…
Los 'Juanes' también investigaron el caso de la testigo 31
Después de tan dramática declaración se
abrió una investigación interna en la Policía, pero le fue encargada
precisamente a "los Juanes" Márquez y Palomo, quienes la cerraron
diciendo que no habían hallado prueba ninguna de todo ello.
Fuentes policiales de la Jefatura de Palma han revelado a Público que este mismo martes, 17 de septiembre, esos dos mandos recién ascendidos le han dicho al inspector jefe de la UDEF que se quede al mando "unos días" porque ellos tienen que hacer un trabajo muy urgente y se van a quedar encerrados en el despacho, donde están revisando frenéticamente todas las grabaciones de la causa.
Fuentes policiales de la Jefatura de Palma han revelado a Público que este mismo martes, 17 de septiembre, esos dos mandos recién ascendidos le han dicho al inspector jefe de la UDEF que se quede al mando "unos días" porque ellos tienen que hacer un trabajo muy urgente y se van a quedar encerrados en el despacho, donde están revisando frenéticamente todas las grabaciones de la causa.
En cuanto al Testigo 29, acaba de viajar hasta Palma de Mallorca, desde el extranjero donde reside ahora, para presentar una
denuncia –que se reproduce en el margen izquierdo de este párrafo– el
pasado día 13 ante la Jefatura de Policía contra Márquez y Palomo,
en la que pone en conocimiento del jefe superior del CNP de las Islas
Baleares, Gonzalo Espino, que esos dos inspectores han revelado sus
datos personales:
"Que desvelan no sólo mi nombre y apellidos sino incluso mi número de móvil, que he tenido que dejar de usar porque comencé a recibir llamadas amenazantes tras la difusión del citado número de móvil".
"La Web "JAVA" SE HIZO eco tanto de mi identidad, como del número que se me asignó en el juzgado como testigo protegido, además de revelar mi número de móvil como ya habían hecho Márquez y Palomo".
Todo ello "constituye una vulneración clara de la ley de protección de testigos", subraya la denuncia contra los dos inspectores.
Además, el Testigo 29 ha confirmado personalmente a Público que él mismo vio "en innumerables ocasiones cómo Antonio Suárez iba a la discoteca Tito's –cuartel general de Cursach– a por sobres de dinero, los sábados a primeros de mes, sobre las doce o la una de la noche". Y que eso lo declaró ante el juez Penalva en su despacho, aunque no se le tomó testimonio judicial, y que está dispuesto a prestar esa misma declaración en la vista oral del caso Cursach.
El Testigo 29 ha dado amplias explicaciones a este diario sobre lo que vio de las actividades de Suárez en relación a la mafia de Cursach, y Público también ha conseguido nuevas pruebas de audio en las que otro testigo más ratifica esa versión. Pero todo eso tendremos que presentarlo en un nuevo artículo de esta serie." (Carlos Enrique Bayo, Público, 17/09/19)
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