"Era una policía secreta muy modesta: sólo siete
integrantes. Pero su labor de espionaje está en el centro de la mayor
trama de corrupción política y policial que haya padecido Baleares, al
servicio de las redes de trata de mujeres con fines de explotación
sexual y de la mafia del "rey de la noche" de Palma, que extorsionaba y
destruía a sus rivales empresariales con una banda criminal uniformada y
armada.
Se denominó SIAP (Servicio de Información
y Análisis Policial) y fue creada en el seno de la Policía Local de
Palma a principios de 2012, bajo el gobierno local del PP que
entonces dirigía José María Rodríguez. Tal como constataron los
investigadores del caso Cursach, la creación de dicha unidad no
respondía a otro interés más que el de disponer, de forma subrepticia,
de un servicio de espionaje controlado por responsables policiales y
políticos, que constituía un verdadero "comando informativo" y a cuyos
componentes elegían por libre designación.
Así obtenían "información
sensible, sin control alguno, que posteriormente se podría utilizar a su
conveniencia", según el informe de la UDEF sobre el análisis de toda la
documentación examinada a lo largo de la dilatada instrucción
policial.
Público ha recopilado numerosísimos testimonios, documentos y otras pruebas materiales que demuestran que ese SIAP –integrado por siete personas dóciles a la cúpula de esa trama mafiosa y dirigido por el comisario Rafael Estarellas– no sólo se dedicó a espiar a políticos siguiendo instrucciones del entonces presidente del PP, sino que participó activamente en la trata de mujeres inmigrantes con fines de explotación sexual.
Al fin y al cabo, la cúpula del Partido Popular celebraba reuniones con
barra libre de sexo y drogas en los puticlubs donde mandos de la
Policía Local de Palma había establecido sus verdaderas dependencias
oficiales.
Los miembros de esa "policía local secreta" tenían la única virtud de ser de la plena de confianza de Estarellas, ya que carecían
por completo de conocimientos jurídicos o técnicos, "más allá de los
recibidos a través de formación que ellos mismos se impartían"
–escribieron los investigadores de la trama–, en cursos financiados por
el erario público y coordinados por un hombre que ni siquiera había
cursado el bachillerato: Jaime Garau Calero.
Con sólo el graduado escolar, Garau era el encargado incluso de escoger
al profesorado de esos cursos, en los que se dilapidaron decenas de
miles de euros como cortina de humo para tapar que los designados a dedo para esa unidad de inteligencia carecían de toda cualificación.
También era el coordinador del sector de Administración Local del
sindicato CSIF Illes Balears, y se dedicó a alistar en las listas
sindicales a policías locales que fueron después imputados en la trama
mafiosa de Cursach, tal como expone el macro-informe de 725 páginas del
Grupo de Blanqueo de Capitales y Delitos Monetarios, al que ha tenido
acceso este diario:
"En la lista de nombres que el sindicato CSIF
presentó en las elecciones sindicales de 2014, cuando la investigación
judicial sobre la trama policial ya estaba en marcha, la mayoría de
ellos figuran como imputados. Además de Jaime G. [Garau], que
encabezaba la lista, se presentaron Carlos V. O Antonio G. El primero
fue detenido por el caso de los Ángeles del Infierno y su compañero en
la lista sindical fue condenado por la agresión a un detenido en el
cuartel de Sant Ferran. Este último policía renunció a su plaza en Palma
y fue contratado como agente por el Ayuntamiento de Pollença, un
auténtico escándalo político en el municipio. Otros de los policías que
se sumaron a esta lista electoral fueron detenidos, y continúan
imputados por disfrutar de sexo gratis en locales de alterne, exigir
dinero a empresarios o robar droga, para posteriormente consumirla, a
los camellos que la vendían. Al policía que encabezaba está lista,
Jaime Garau, también se le está investigando por un presunto trato de
favor en el Ayuntamiento de Palma, ya que se le aceptó la baja
médica que presentó un mes después de su ingreso en prisión y por tanto
fuera de plazo, cuando a un compañero se la habían rechazado a pesar de
que la había presentado solo tres días después de su imputación. Los
investigadores van a solicitar los presupuestos de estos cursos, el
dinero que se ha recibido, los nombres de cada profesor y la materia que
se impartía, así como los certificados de celebración y asistencia de
cada alumno".
Con semejante currículum, Garau fue designado a un cargo de responsabilidad en el servicio de inteligencia SIAP –con un elevadísimo complemento económico de su salario pese a no saber ni informática básica–
donde sus propios compañeros se sorprendieron de no verle en todo un
año más que en una decena de ocasiones sentado en su mesa Al mismo
tiempo cobraba miles de euros en supuestas horas extra, como se puede
ver en los diversos testimonios judiciales a los que ha tenido acceso Público:
Un xenófobo sin estudios espiando a los inmigrantes
"Preguntado que hacia J. Garau en el SIAP y
manifiesta que desconoce exactamente lo que hacía porque la declarante
se preocupaba por lo que ella hacia. Que lo que controlaba él eran
trabajos compartidos y era el control de ciudadanos de etnia rumana
presuntos descuideros en la zona de la Playa de Palma especialmente, eso
es lo que sabe lo qué hacia el Sr. Garau".
Hecho que resulta aún más llamativo porque, en su
testimonio ante el juez, Estarellas –el jefe del SIAP y por tanto el
superior jerárquico que le había encomendado esa tarea de controlar
inmigrantes– afirma que Garau es "una persona xenófoba", tal como ha
podido comprobar este diario:
No va a trabajar, cobra 9.000€ en horas extras y da miedo
"Preguntado qué apoyo tiene Jaime Garau Calero, a que se dedica porque se le tiene tanto miedo si en principio no tiene ningunas facultades de dirección sancionadoras, etc., que es una persona xenófoba, manifiesta que efectivamente sabe que sus pensamientos son de una persona xenófoba, que tiene contactos políticos, que hace horas extraordinarias".
"Es posible que un agente haciendo horas extraordinarias llega a cobrar 9.000 euros, manifiesta que sí,
si cobrase atrasos de todo un año, ya que pagan tarde. Que la hora
extra se págaba a 50 euros festivos y en un día laboral a 30 euros".
Es decir, en esa policía secreta se coloca a un
personaje racista, sin preparación ninguna, al que todos temen por sus
contactos políticos –en aquel momento, el dirigente del PP Álvaro Gijón es teniente de alcalde al cargo de Seguridad Ciudadana–,
que cobra cantidades astronómicas en horas extra sin control ninguno y
que se dedica a fichar a presuntos delincuentes de origen rumano. ¿Por
qué? La respuesta es evidente, si se estudian estas dos siguientes
declaraciones ante el juez, una de ellas de él mismo:
Una de las funciones que realizó GARAU el tiempo que estuvo:
"Que recuerda haber hecho una base de datos de todas las prostitutas que había en el arenal".
"Preguntado en que cometido está el trabajo del SIAP que acaba de decir y manifiesta que era porque habían sido denunciadas por el GAP".
El GAP era el Grupo de Actuación Preventiva, otra unidad creada junto al SIAP por el gobierno municipal del PP y que acabó convirtiéndose en el brazo ejecutor de todas esas actividades mafiosas, como ha podido confirmar Público de
numerosos testimonios, documentos y otras pruebas materiales. Y el nexo
que vincula a las prostitutas con los "descuideros" rumanos está en
esta otra declaración judicial:
"Que una noche iban uniformados de servicio el GAP 2, fueron al Table Dance
a recoger fotocopias de la documentación de todas las que trabajaban allí porque
decía que se lo había encargado el Comisario Estarellas. Montesinos dijo al declarante "vamos a Table Dance a recoger las copias de la filiación de las prostitutas del Table Dance", que me lo ha pedido Rafa Estarellas. Se trataba de documentación de filiación de las prostitutas, NIES [Número de Identificación de Extranjeros], era documentación de unas 25 personas. No le dijo para qué querían esa documentación. Al llegar allí le dieron los documentos el que estaba en la puerta, no sabe cómo se llama esa persona. Que con esa documentación no sabe si hizo alguna diligencia formal, no se hizo constar por escrito. Que los servicios que se realizan se documentan, este servicio de recoger esas no se documentó, no sabe porqué. Se le pregunta para qué se recogían esos documentos y contesta que querían hacer una base de datos de los carteristas rumanos, se lo encargaron Daniel [Montesinos] y Carlos [Vallecillo] a Santi Adrover."
a recoger fotocopias de la documentación de todas las que trabajaban allí porque
decía que se lo había encargado el Comisario Estarellas. Montesinos dijo al declarante "vamos a Table Dance a recoger las copias de la filiación de las prostitutas del Table Dance", que me lo ha pedido Rafa Estarellas. Se trataba de documentación de filiación de las prostitutas, NIES [Número de Identificación de Extranjeros], era documentación de unas 25 personas. No le dijo para qué querían esa documentación. Al llegar allí le dieron los documentos el que estaba en la puerta, no sabe cómo se llama esa persona. Que con esa documentación no sabe si hizo alguna diligencia formal, no se hizo constar por escrito. Que los servicios que se realizan se documentan, este servicio de recoger esas no se documentó, no sabe porqué. Se le pregunta para qué se recogían esos documentos y contesta que querían hacer una base de datos de los carteristas rumanos, se lo encargaron Daniel [Montesinos] y Carlos [Vallecillo] a Santi Adrover."
Prostitutas que eran "novias de rumanos carteristas"
"Que esa noche había unas 12 mujeres trabajando de prostitutas"... "Que nos verificaron la correspondencia documentos de identidad-mujeres que estaban en el lugar" ... "Que
no era habitual que fuesen a clubes de alterne. Que algunas mujeres 3 o
4 que trabajaban en el Table Dance eran novias de rumanos carteristas".
Vaya, ahora resulta que los chulos de las prostitutas inmigrantes, víctimas de la trata, son sus "novios". En este caso, se refieren al American Table Dance, propiedad de los hermanos Pascual Bibiloni,
uno de los cuales (Miguel) fue detenido en febrero de 2015 en el marco
de las investigaciones sobre la trama de corrupción de la Policía Local
de Palma.
En cualquier caso, las tareas de información, identificación y control de toda una red de prostitución desborda
notoriamente las atribuciones y competencias de una Policía Local,
razón por la que lógicamente no se hacían constar por escrito ni se
documentaban tales actuaciones.
Pero, además, el motivo por el que Montesinos
requería toda la documentación de las inmigrantes prostituidas era que
él mismo se encargaba de arreglarles los papeles e incluso contratarles
seguros –por los que luego les cobraba cada mes– a través de la
correduría de seguros que heredó de su padre. Un negocio con el que
incurría en incompatibilidad con sus funciones de agente policial, tal
como reconoció el propio Estarellas en un momento de su declaración,
excusándose así: "Politicamente se minimizó la importancia de la incompatibilidad y el declarante es un soldado e hizo lo que le dijeron". Implicaba así directamente en toda esa maniobra a la dirección del PP.
En definitiva, el inspector que redacta el informe del análisis policial resume bien claramente la situación:
"En definitiva, la estancia de Jaime GARAU en el SIAP no conduce a otro razonamiento que el de ser el autor de las investigaciones del hijo de Marga GAYA, como afirma en su declaración; de todo lo relacionado con la prostitución y los rumanos, con la finalidad de disponer de la información necesaria la "organización criminal", para cometer sus fines, todo ello con el consentimiento del máximo responsable Rafael ESTARELLAS".
"Un testigo protegido así lo confirma, declarando
que, en lo alto de la cúspide, está RODRIGUEZ, y que éste se encargaba
junto a otros de crear un sistema que permitiera disponer de cuanta
Información fuese necesaria".
Un sistema en el que participaban más policías
locales del GAP, que fueron investigados por acciones violentas
relacionadas con el control de la red de trata de mujeres, como el caso
–narrado por las propias víctimas– en que arrojaron a una prostituta
dentro de un contenedor de basura, por el que fue imputado el agente
Carlos Vallecillo, quien tenía vínculos con los Ángeles del Infierno. Al final acabó también imputado el propietario de prostíbulos Miguel Pascual Bibiloni.
Y es que algunos de los agentes, como Rafael Puigros, admitieron en sus declaraciones judiciales que cuando terminaban su jornada laboral como policías pasaban a trabajar como vigilantes de los burdeles. En resumen, una Policía Local al servicio de las redes de prostitución.
Espionaje contra otros políticos con policías y detectives
La mención a Marga Gayá, cargo de confianza del alcalde cuyo hijo es espiado y grabado para utilizar ese material como posible instrumento de chantaje político, tiene relación con la última frase de ese fragmento reproducido aquí:
"Un testigo protegido de la causa vinculado al Partido Popular acusa a José María Rodríguez
de recibir prebendas además de organizar un espionaje contra otros
políticos y policías con agentes de la Policía Local y detectives
privados".
Ese escándalo de espionaje político interno –muy
similar al que sacudió a la cúpula del PP en la Comunidad de Madrid–
deberemos explicarlo en detalle en otro momento, pero para terminar este
capítulo es de rigor citar al testigo
protegido número 29 –ex encargado de la primera planta de la
mega-discoteca Tito's–, quien ha tenido que refugiarse en el extranjero
tras sufrir gravísimas agresiones cometidas por sicarios rumanos de la mafia de Cursach, y con el que Público ha hablado de los motivos por los que sigue dispuesto a testificar en el juicio a pesar del riesgo que corre:
"En la planta segunda de Tito’s lo único que había
eran putas de Globo Rojo [un conocido burdel en el que los policías
disfrutaban de sexo gratis], y en mi planta los super-mega VIP eran los
ángeles del infierno y las chicas de Globo Rojo. Algunas se prostituían
porque ellas querían, pero a la gran mayoría las tenían obligadas.
Cuando yo trabajaba allí, en 2004 y 2005, Rumanía y todos estos países
todavía no eran de la Unión Europea y tenían que estar en España con
pasaporte. Y les quitaban el pasaporte y no les dejaban volver. Esto, lo he contado todo y declarado en el juzgado".
"Yo esto no lo hago por dinero. Lo hago porque durante cinco años vi cómo extorsionaban a las chicas, les quitaban el pasaporte; las vi llorando, porque les pegaban… venían con la cara amoratada a trabajar, las prostitutas. Yo esto lo hago por ellas".
"A muchas de ellas las acompañé yo a la Policía
y como en aquella época estaba Antonio Suárez [inspector jefe de la
UDYCO en Mallorca, que se acaba de jubilar con honores], le entraba por
un oído y le salía por otro. Y no les hacían ni puto caso".
Esto último es todavía más grave que todo lo anterior. Pero tendremos que explicarlo en otro artículo." (Carlos Enrique Bayo, eldiario.es, 23/06/19)
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