28.5.19

“No hay voluntad política suficiente para frenar los paraísos fiscales”

"Un paraíso fiscal suele ser, literalmente, una isla. Cinco países que son islas (paradisíacas) constituyen la lista negra actual de paraísos fiscales identificados como tales por la Unión Europea: Guam, Islas Vírgenes Estadounidenses, Trinidad y Tobago, Samoa, y Samoa Americana. ¿Son ésos los únicos paraísos fiscales del mundo? En absoluto. ¿Son los más relevantes? Tampoco ¿Están todos allí lejos, en islas lejanas o desiertos remotos? De nuevo, no.

En diciembre de 2017, a raíz de la repercusión mediática que tuvieron sobre todo los llamados papeles de Panamá, la UE hizo pública una lista de paraísos fiscales de todo el mundo en función de tres criterios: transparencia, equidad fiscal y adopción de medidas anti BEPS (erosión de la base fiscal y traslado de beneficios). 

Evaluó 92 países y territorios, dándose la circunstancia de que eran 72 los que no cumplían alguno de esos requisitos. Pero elaboró dos listas distintas, una negra, otra gris. Esta última sería una oportunidad de evitar la negra para aquellos Estados que se comprometieran con la UE a llevar a cabo ciertas reformas antes de que acabara 2018.  

Lo que ha sucedido este último año es que la UE ha ido pasando de la lista negra (17 países en su origen) a la gris a un total de 12 países sin cumplir esas medidas (sin haberse comprometido siquiera a llevarlas a cabo). Por ejemplo: Emiratos Árabes, Corea del Sur, Panamá, Túnez, Bahamas y Barbados. Han quedado sólo esas cinco islas mencionadas al comienzo, de muy poco peso en la economía global. En la actualidad, son 63 los que conforman la gris (unos países pasaron de la negra a la gris; otros ya no están en ninguna).

Es lo que expone la ONG Oxfam Intermón, que hizo público recientemente un informe, llamado Vía libre, en el que, entre otras cuestiones, prevé que nueve de los paraísos fiscales “más agresivos” abandonen también la gris: Bahamas, Bermudas, Islas Vírgenes Británicas, Islas Caimán, Hong Kong, Isla de Man, Jersey y Panamá. Si no en la cumbre de marzo de los ministros de Economía y Finanzas del Consejo Europeo (ECOFIN), quizás sí poco a poco, tal y como ha ido sucediendo en otros casos. El proceso “ha tenido de bueno que 40 países se comprometieron a llevar a cabo más de cien reformas”, pero ha puesto en evidencia ciertos agujeros que ponen en franca tela de juicio la medida, o su manera de aplicarla.

Por ejemplo, estados como Singapur escaparon “sorprendentemente tanto de la negra como de la gris”. Menos sorprendentemente, Suiza “seguirá en la lista gris a pesar de que debería pasar a la negra al no haber reformado todas sus prácticas fiscales nocivas”. Estados Unidos, que tampoco figuró en ninguna lista, seguirá sin estar, presumiblemente, “a pesar de seguir incumpliendo los criterios de transparencia” (juega con sus propias reglas bilaterales según el caso).

 Al mismo tiempo, “se está imponiendo cargas administrativas para hacer reformas” a países como Namibia, donde “no son prioritarias en absoluto”, con apenas incidencia en este terreno y problemas mucho más urgentes que atender. Pero Oxfam también denuncia que cinco Estados miembros de la UE debieran ser considerados paraísos fiscales si se aplican los propios criterios comunitarios: Chipre, Irlanda, Luxemburgo, Malta y Países Bajos.

De todo esto hablamos con Susana Ruiz, responsable de Justicia Fiscal de la organización, en la presentación de dicho informe en Madrid. Para ella, esta laxitud de la UE a la hora de aplicar las medidas puede producir el efecto contrario: “legitimar a los paraísos fiscales más agresivos”. Es decir: “Parece que avanzamos, cuando no hay voluntad política suficiente para frenarlos”.

 Con el ejemplo (palmario) de los propios países de la UE que Oxfam denominaría paraíso fiscal sin rubor alguno, emerge la duda de qué cabría esperar de quienes deben ejecutar las leyes, si puede que coincidan en los mismos despachos los que hacen las leyes y los que hacen la trampa. La UE dejó claro desde el principio que ningún Estado miembro estaría incluido en su test. Sin embargo, “los paraísos fiscales en el corazón de la UE representan más de un tercio de los 600.000 millones de dólares que se calcula que las multinacionales trasladaron a paraísos fiscales en 2015”. “Al aplicar los propios criterios de la UE a sus 28 Estados”, esos cinco mencionados “incumplen el criterio de fiscalidad justa. 

Por ejemplo, Irlanda y los Países Bajos ofrecen incentivos fiscales que permiten a las empresas dejar de tributar por los rendimientos derivados del registro de la propiedad intelectual, como las patentes y el copyright”. Se trataría, también, entonces, de insolidaridades solapadas entre los Estados miembros de la UE, ya que esa “evasión fiscal de las grandes empresas provocó que Francia, España, Italia y Alemania dejaran de recaudar cerca de 35.000 millones de euros en impuestos sólo en 2015”.

Claro que quien esté libre de pecado...: “Panamá”, recuerda Ruiz, “salió de la lista de paraísos fiscales” establecida por el Gobierno español “justo cuando se estaban haciendo tratos sobre el Canal con empresas españolas. Coincidieron la salida de Panamá de la lista española y la ampliación de las contratas a empresas” de aquí. 

 “Quizás”, aventura –sin aventurar mucho en realidad–, “eso estuviera sobre la mesa. No porque fuera a beneficiar a las empresas españolas, sino a Panamá como jurisdicción por las transacciones que pudieran hacerse”. Por eso, incide, las agencias tributarias, empezando por la española, “deben ser independientes de injerencias políticas”, y debieran existir “datos públicos de los flujos que existen, por los distintos niveles de ingresos producidos con esos territorios”.

También, sostiene, “una prensa que levante estas historias es importantísimo”. ¿Tanto? “No te puedes imaginar. Dicho por los mismos funcionarios europeos. Si no hay presión [mediática; popular], no hay legislación. Sucedió cuando empezó el proceso fiscal de la OCDE, con empresas como Starbucks, Google... El Luxleaks es menos conocido que los papeles de Panamá, pero fue un escándalo; Luxemburgo, firmando durante veinte años acuerdos bilaterales y secretos con empresas como Disney o Pepsi...”.

Las presiones/negociaciones de pasillo (de ahí el término lobby), o diplomacia en negro, tan frecuentes en las sedes de las entidades públicas; sobre todo en las de Bruselas. “Si Túnez y Corea del Sur están en la lista gris ahora y no antes es porque no habían movido ficha sus delegaciones; el de Panamá salió corriendo para ponerlo en marcha... Pero, de igual forma, ciertos movimientos han demostrado que algunos países intentan ayudar a otros a salir de las listas, como Francia en el caso de Túnez. Es la misma razón por la que EE.UU. y Suiza no están en ninguna”.

De esos 35.000 millones de euros en impuestos que, según Oxfam, España, Italia, Francia y Alemania podrían haber recaudado en 2015, un diez por ciento, 3.500, habrían revertido concretamente en las arcas españolas (en las del mismo Estado que también negocia bajo capa cuando le conviene). La organización defiende que con ese dinero “podrían financiarse servicios públicos básicos como la educación y la sanidad”, y “luchar contra la desigualdad y la pobreza”. Serían, dice Ruiz, “suficientes para que llegara la renta mínima garantizada a los 617.000 hogares españoles que no tienen ingresos” oficiales, si es que se destinaran a tal cosa.

Pero recuerda siempre, este baile de cifras, a aquello que decía Churchill: Un muerto es un crimen; miles de muertos son estadística. ¿No suenan a eso, a estadística, más que a robo a las arcas públicas, esas cifras, cuando la gente las escucha por la televisión? “Debería haber una percepción social mucho más dura de la evasión fiscal”, comenta Ruiz, recordando casos como el de Messi o Shakira, percibidos generalmente como inocuo folclore de telediario. “Porque al final nos están robando dinero a todos”. 

En el otro extremo, también “genera cierta sensación social de por qué esa impunidad para unos mientras que a mí, si me ponen una multa de velocidad, me embargan dinero de la cuenta”. Cómo no eludir impuestos, piensan muchos en España, cuando el primer ladrón puede ser el Estado. “Muchas veces se desvía la atención sobre las facturas con IVA o sin IVA, pero cuando miramos bien, el paquete de la gran evasión es el que importa. Vayamos a lo gordo; generemos otra cultura tributaria. Es difícil reforzarla si ves que dependiendo de quién seas tienes un tratamiento diferente”.

“No sería tan complicado tener una agencia tributaria realmente independiente”, sostiene Susana Ruiz. “Se trataría de poner cortafuegos; de que no haya injerencias desde los ministerios. Cuantos más trámites parlamentarios y comisiones mixtas hubiera, cuantas más auditorías se hicieran... Una agencia tributaria fuerte y una legislación bien definida; las dos cosas dependen una de otra”.

Las próximas elecciones europeas (y antes, las nacionales) tendrían mucho peso específico también en este ámbito. Si la población europea “vota más a la ultraderecha o liberales, tendremos un Parlamento europeo que presionará mucho menos” para poner coto al fraude fiscal; para defender un ámbito que debiera entenderse con mentalidad (solidaridad) “supranacional”.

Por ello, también, Oxfam incluye entre sus recomendaciones que los partidos políticos españoles “prioricen un plan de urgencia contra el fraude fiscal” de cara a las próximas elecciones generales, “en el que se incluya una lista negra española de paraísos fiscales actualizada, objetiva y ambiciosa”, ya que la europea presenta “un número irrelevante de territorios” que no suponen “riesgos reales para la administración española”.

 También, de paso, recuerda que debieran incorporarse “criterios de responsabilidad fiscal en la contratación y en los concursos públicos a todos los niveles (central, autonómico, provincial y municipal), para incentivar que los recursos públicos den prioridad a empresas responsables”.

Son 34 los países que figuran actualmente en la lista española de paraísos fiscales. Entre ellos, Gibraltar y República Dominicana. Coincide en el diagnóstico de Oxfam incluyendo en ella a Bermudas, Islas Caimán, Jersey, Isla de Man e Islas Vírgenes Británicas.
Desde 2003, sin embargo, se han caído –indultados– de esa lista los siguientes lugares: Andorra, Antillas Holandesas, Aruba, Chipre, Emiratos Árabes Unidos, Hong Kong, Bahamas, Barbados, Jamaica, Malta, Trinidad y Tobago, Luxemburgo, Panamá, San Marino y Singapur."          

 (SUSANA RUIZ / Responsable de Justicia Fiscal de Oxfam Intermón, Miguel Ángel Ortega Lucas, CTXT, 10/04/19)

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