"Hervé Falciani (Montecarlo, 1972) Este ingeniero de sistemas saltó a la fama hace
diez años, al filtrar a varios países información de las cuentas que más
de 130.000 evasores fiscales tenían en la filial suiza del banco HSBC.
Para algunos usted es un héroe, para otros un auténtico villano...
Claro,
me pasa siempre. Pero si me pregunta si me preocupa le diré que no, que
nunca. Siempre hay gente que te cuestiona, muchos con alguna
intencionalidad.
¿Robó los datos de esas cuentas fiscales por dinero o para sacar a la luz los tejemanejes del banco en el que trabajaba?
Hablemos
de hechos, por favor. Y el hecho es que yo nunca sustraje ningún dato.
Si hubiera habido una mínima prueba de ello las autoridades suizas me
hubieran acusado de robo. Y le recuerdo que yo sólo he sido condenado
por espionaje económico, y por un motivo evidente: por haber colaborado
con las administraciones públicas.
Pero filtró a varios países los datos de esas cuentas, ¿no?
Yo
nunca he compartido datos o filtraciones, aunque tampoco demonizo a
quien lo hace. A mí me interesan los mecanismos financieros, me interesa
testearlos. Y me interesa compartir mi conocimiento sobre los
mecanismos financieros. No por buenismo, sino para seguir disfrutando.
¿Sigue teniendo miedo?
Nunca he tenido miedo. ¿Por qué debería empezar a tenerlo ahora?
Porque supongo que hay gente que le tiene ganas, muchas ganas...
Claro
que me tienen ganas. Pero eso puede ser más peligroso para ellos que
para mí. Yo he colaborado con algunas administraciones públicas, ¿es eso
tan malo? ¿Para quién? Sigo vivo, y tener miedo sería un error.
¿Cuál es su objetivo?
Seguir disfrutando. He disfrutado muchísimo más con lo que he hecho los últimos 15 años que con todo lo que había hecho antes.
¿Qué se trae ahora entre manos?
Hemos creado una
asociación sin ánimo de lucro que se llama Tactical Whistleblower. Y el
primer proyecto de esta asociación es 'Tabú', una criptomoneda.
¿'Tabú'? ¿Por qué ha decido llamar así a su criptomoneda?
La
idea del nombre viene del socialista Lévi-Strauss, quien cuestionaba el
rol del tabú en las sociedades. Lévi-Strauss decía que las sociedades
que no son capaces de enfrentarse a los tabúes no logran adaptarse y
acaban desapareciendo. Y eso es lo que pasa hoy con las criptomonedas.
Con 'Tabú' podemos anticiparnos a los problemas de un modo táctico.
¿Quiere decir que 'Tabú' evitaría el fraude?
Sí.
Yo abogo por que se prohíba por ejemplo el intercambio de criptomonedas
a moneda real. Nuestra criptomoneda es técnicamente como una entrada de
fútbol: algo con lo que no se puede negociar, que no se puede vender en
un segundo mercado, con lo que no se puede especular, blanquear dinero o
estafar a la empresa que lo emite. Es decir, no se puede cometer la
mayoría de los fraudes que se cometen con las monedas.
Seguro que se puede, se trata de que alguien encuentre la
forma. La reventa de entradas es ilegal, sí, pero internet está lleno de
anuncios tipo: "Vendo bolígrafo de plástico por 200 euros y regalo
entrada".
Efectivamente. Pero yo hablo de un sistema de
trazabilidad, de control. Y no es una teoría, es una práctica que ya
está viva. Una criptomoneda debe ser útil, debe dar un servicio, y
nosotros con la nuestra no permitimos los intercambios entre personas,
sino sólo de personas a proveedores de servicios. Es decir, con nuestra
criptomoneda no se puede especular, no se puede cambiar a una persona,
no se puede vender. Eso, para empezar, podría solucionar el problema de
la especulación sobre las entradas de fútbol. Sólo tiene que entrar en
nuestra web y verlo. Le aseguro que no faltan las personas a las que les
gustaría ponerme en aprietos , y esta plataforma está abierta desde
hace meses y nadie se ha atrevido a cuestionarla
¿Si los Gobiernos quisieran se podría acabar con el fraude fiscal?
Yo
no puedo pretender algo que jamás se ha conseguido en ningún país. Yo
sólo intento, a través de proyectos concretos, abrir el debate y
compartir información estratégica. Luego cada uno la aprovechará o no.
Pero está hecha para que se pueda asesorar.
¿Usted de qué vive?
De
asesorar. Ahora asesoro a empresas privadas, a algunas multinacionales
que quieren luchar contra el fraude de los cárteles. Muchas empresas por
ejemplo sufren fraude de proveedores que se ponen de acuerdo para
subirles los precios. Y también colaboro con la Agencia Valenciana
Antifraude, aunque no cobro por eso.
¿Alguna vez ha tenido la tentación de defraudar?
He tenido suerte de crecer en un ambiente que gestionaba los frutos del
fraude y que en teoría estaba organizado para evitar el fraude. Eso me
ha vacunado. Lo que he aprendido de mi experiencia es que los
defraudadores no confían en personas sino en procedimientos, en
prácticas, en buenas prácticas. Los países que son inmunes al fraude son
los que más se aprovechan de él.
Creo que me he perdido...
Tomemos el caso de Suiza, un
país federalista con una gestión impecable de su gasto público, etc. Es
un país que es inmune al fraude, al fraude interno de los suizos. Pero
sin embargo ese mismo país es aprovechado por los demás para defraudar.
Pero el año pasado Suiza acabó con el secreto bancario, una práctica que se remontaba a 1713...
Eso
ha sido una broma. No muy graciosa, pero una broma. Lo que hay que ver
es si hay intercambio de información, y no lo hay. Si una persona por
ejemplo tiene un gestor en Suiza y sus bienes en una cuenta en México,
el gestor de Ginebra no tiene obligación de comunicar nada, porque esa
persona no tiene una cuenta bancaria ni bienes activos en Suiza, ya
está, no se necesita más. Además el pequeño fraude o el fraude de
pequeñas empresas no representa nada. El fraude es algo organizado, es
una industria absolutamente organizada que aprovecha todos los medios y
mecanismos que existen para evadir impuestos. Y en ese sentido el
derecho comparado es una gran fuente, permite siempre encontrar
alternativas de optimización fiscal.
¿La economía se basa sobre el fraude?
El
fraude se basa en la distinta legislación que funciona de un país a
otro. Le pongo un ejemplo: en lo que respecta a la búsqueda de clientes,
lo que es ilegal es Francia es legal en España. Por eso no se puede
tener una visión teórica y objetiva del fraude. El fraude peor para mí
es lo que todos tenemos ante nuestros ojos: los monopolios de hecho, ya
sean eléctricos, de tecnologías, de suministro de servicios o de bienes,
como Amazon.
¿Algunos países compiten entre ellos para atraer a defraudadores?
Sí,
claro, se organizan, cada uno a su manera. Le voy a poner un ejemplo en
el que se ve claramente: Francia es un paraíso fiscal para las empresas
I+D, en particular para las empresas informáticas.
¿Se acabará alguna vez el fraude? ¿El ser humano no es corrupto por naturaleza?
No,
no creo que el ser humano sea corrupto por naturaleza. Lo que ocurre es
que el ser humano aprovecha las oportunidades que se le presentan. Y el
papel de las finanzas y de las asesorías es con frecuencia ayudar a
encontrar los límites de la ley. Cuando se observa que en algún lugar
falta algún tipo de vigilancia, algunos sienten la tentación de ir más
más allá, de traspasar los límites. En mi opinión el mejor modo de
resolver esas debilidades es a nivel local. La Agencia Valenciana
Antifraude ha creado por ejemplo unas leyes que se han desarrollado y
aplicado en el ámbito valenciano y que no sólo son únicas en España sino
en muchos países europeos. Más que una ley transnacional o
transplanetaria, yo creo que el fraude se resuelve a pequeña escala. Lo
mejor de la pequeña escala es que te permite adaptarte a los
acontecimientos. No se tiene que unificar, porque el fraude se aprovecha
siempre y logra siempre encontrar particularidades locales.
¿Las técnicas para defraudar están sólo al alcance de unos pocos?
Antes
sí. Pero durante los últimos diez años esas técnicas se han extendido
más y más. La banca en la sombra ha crecido del 8% al 40%, es la propia
Comisión Europea la que lo dice.
La Audiencia Nacional ya ha negado dos veces su extradición a Suiza...
Falta una tercera vez, jajaja." (Entrevista a Hervé Falciani, Irene Fernández Velasco, El Mundo, 08/12/18 )
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