"La Navidad suele cautivar a los niños, pero nunca nadie ha estado tan impaciente de que lleguen esas fechas como 200 políticos y funcionarios de diferentes puntos de España.
Los expertos en delitos económicos de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil han descubierto que dos de los presuntos cerebros de la trama Púnica, los constructores David Marjaliza y Ramiro Cid,
utilizaron recurrentemente esos días del año para engrasar su relación
con dirigentes y empleados de administraciones públicas en las que
tenían intereses inmobiliarios.
Los obsequios abarcaban desde un
jamón ibérico a televisiones de plasma, pasando por bolsos de Carolina
Herrera, corbatas de Pertegaz, plumas Montblanc y relojes Bulgari.
Ningún color político se resistía.
La
existencia de estas dádivas fue descubierta por la Guardia Civil al
analizar la abundante documentación intervenida en las oficinas de
Marjaliza y Cid, y sus conclusiones han sido aportadas ahora al sumario
en dos nuevos informes a los que ha tenido acceso El Confidencial.
Según los investigadores, alcaldes, concejales, consejeros autonómicos,
asesores, arquitectos municipales, gabinetes presidenciales,
funcionarios de Urbanismo y directivos de empresas públicas habrían
aceptado entre 2003 y 2008 centenares de obsequios de “elevado valor” a cambio de facilitar, presuntamente, los negocios de la trama.
Así, las tablas de Excel con los regalos navideños de Obras y Vías,
la promotora de Ramiro Cid, incluyen a 70 cargos distintos. De ellos,
más de la mitad eran políticos y funcionarios del Ayuntamiento de
Valdemoro, la localidad en la que inició su actividad este empresario.
Pero Cid reservó los objetos de mayor valor para otros cargos.
En 2005,
fueron agasajados Silvia Sanz, entonces directora general de Suelo de la Comunidad de Madrid; Ángel Castillo, directivo del Área de Expropiaciones de la misma Dirección General; Álvaro Colón de Carvajal, consejero de la empresa pública de promoción de suelo Arpegio; Victoria Cristóbal, asesora entonces de Francisco Granados, presunto líder de la trama, e Ignacio Palacios, jefe de gabinete del propio Granados.
Ramiro Cid también se acordó del socialista Wilfredo Jurado,
concejal de Urbanismo de Parla en esa época, y del político que ocupaba
la alcaldía del mismo municipio, el ex secretario general del PSM Tomás Gómez.
La
lista navideña de Obras y Vías creció en los años siguientes. En 2006,
por ejemplo, se incorporó la exdiputada autonómica de Ciudadanos Eva Bórox, entonces concejala socialista de Valdemoro. La UCO le atribuye un obsequio de 411 euros más IVA.
Cid también agasajó a David Erguido, que entonces era asesor de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y hoy continúa junto a ella en el ayuntamiento de la capital. En el lista aparecen igualmente los nombres de funcionarios del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria (INIA), un organismo dependiente en la actualidad del Ministerio de Economía.
La
lista de 2007 es la más generosa de todas. A los cargos y funcionarios
que recibieron obsequios en los años anteriores se sumaron esas
navidades el entonces presidente del Canal de Isabel II, Ildefonso de Miguel; el gabinete al completo del consejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid, y los alcaldes de Algete (Inmaculada Juárez), Majadahonda (Narciso de Foxá), Parla (José María Fraile), Sevilla La Nueva (Ángel Batanero) y Valdemoro (José Miguel Moreno Torres),
todos ellos municipios madrileños.
En 2008, con el estallido de la
burbuja inmobiliaria, los fondos de Obras y Vías para engrasar
voluntades cayeron en picado y Cid apenas pudo tener detalles con sus
contactos.
La UCO también ha analizado los obsequios navideños que entregó Marjaliza durante ese mismo periodo. El dueño de Obrum
llegó incluso a más políticos y funcionarios. Solo en 2003, envió
regalos a 64 dirigentes y empleados públicos, entre ellos, los entonces
alcaldes de Boadilla (Arturo González Panero), Majadahonda (Guillermo Ortega), Aranjuez (Jesús Miguel Dionisio), Pinto (Antonio Fernández) y Cartagena (Pilar Barreiro).
En las navidades de 2004, su lista de agraciados aumentó hasta las 101 personalidades. A las que habían tenido un obsequio de Obrum el
año anterior se sumaron los alcaldes de Torrejón de Velasco (Miguel
Ángel López), Tres Cantos (María de la Poza), Las Rozas (Bonifacio
Santiago) y Paracuellos del Jarama (Fernando Zurita).
Pero Marjaliza
también se acordó de políticos de fuera de la Comunidad de Madrid. Así,
la UCO asegura que envió regalos a los alcaldes de los municipios
oscenses de Perarrúa (Javier Bertorz), Monzón (Fernando Heras) y Binéfar
(Manuel Lana). La lista la completaron funcionarios de esos
consistorios, asesores de consejerías autonómicas y altos cargos de
empresas públicas. Casi la totalidad de los trabajadores de la
Concejalía de Urbanismo de Valdemoro se llevó un obsequio de Marjaliza.
Según
los informes a los que ha tenido acceso El Confidencial, los regalos
más económicos rondaban los 100 euros, como jamones, lotes de vino o
quesos, corbateros y billeteros de piel, carteras de Tous y bolígrafos Montblanc. Sin embargo, la mayoría oscilaba en torno a los 400 euros, del estilo de bolsos de Carolina Herrera, grandes cestas con productos típicos de esas fechas y relojes Hublot.
El récord fue para un televisor de 38 pulgadas que Marjaliza regaló en
2003 al dirigente socialista Tomás Gómez, recién dimitido de la
ejecutiva federal del PSOE. Como adelantó este diario, el electrodoméstico estaba valorado en 4.999 euros.
Aún más cara fue la televisión que Marjaliza regaló ese mismo año a su
amigo Granados, un modelo de 42 pulgadas por el que pagó 6.999 euros. En ambos casos, las adquisiciones fueron realizadas con dinero en efectivo.
En conjunto, los
informes de la UCO revelan la gran implantación territorial que llegó a
alcanzar esta red corrupta y la facilidad con que sus presuntos
cabecillas se infiltraron en todo de tipo de instituciones, sin
importarles las adscripciones ideológicas. Entre sus contactos había
dirigentes de PP, PSOE, Izquierda Unida, Partido Aragonés (PAR) y
también independientes.
Su red era tan vasta que también llegó a
regidores implicados en el otro gran caso de corrupción vinculado a la
Comunidad de Madrid, la trama Gürtel, como los alcaldes de Boadilla
(Arturo González Panero) y Majadahonda (Guillermo Ortega). Marjaliza y
Cid convirtieron sus relaciones con políticos en esa España precrisis en
una máquina de gestar pelotazos. Solo un empleado público rechazó un
obsequio, pero fue para pedir otro que le atraía más.
La Guardia
Civil no ha encontrado ninguna otra evidencia de que las dádivas de los
presuntos líderes de la trama fueran devueltas.
“El
espectro de los destinatarios [de los regalos] es amplio y abarca a
funcionarios y cargos políticos de numerosos municipios”, señalan los
investigadores. “Considerando el importe de los regalos y la reiteración
de los mismos, a juicio policial obedecerían a la intención de
predisponer favorablemente frente a sus empresas a aquellos funcionarios
cuya intervención pudiera repercutir sobre sus intereses empresariales”.
“En buena parte de los casos”, terminan los agentes, “los destinatarios
formaban parte de administraciones donde las empresas” vinculadas a
Marjaliza y Cid fueron beneficiadas con “adjudicaciones inmobiliarias”. (El Confidencial, 10/10/16)
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