"José Antonio Lamelas Pombriego es, a efectos del registro, apoderado
de la mina de carbón Hijos de Baldomero García SA, en León. Sin embargo,
para la Seguridad Social es un minero de primera, según documentos a la
que ha tenido acceso este diario. Esto último le permitirá prejubilarse
con unos 50 años con cargo al Ministerio de Industria.
José Antonio es hijo de Manuel Lamelas Viloria, presidente de la Cámara de Comercio de León
y uno de los mayores empresarios del carbón. Otros dos hijos que han
tenido cargos en sus empresas están ya prejubilados de la minería con 50
y 49 años y un cuarto cotiza como trabajador de interior. La empresa
justifica que así da más seguridad a sus trabajadores por si hay un
accidente.
Lamelas Viloria, un tipo impetuoso, de 79 años y de tradición minera,
defiende esta práctica. “Mis hijos han pisado mucha mina. De siempre
han estado con el carbón. Claro que tienen derecho”, explica en un
despacho de Valladolid. Enseña una leve mancha negra en su mano, “es
carbón incrustado”, y saca su carné de manejo de explosivos de 1968: “No
todo el mundo viene de una estirpe minera de 112 años”.
El régimen de la minería establece una serie de coeficientes para que
los mineros de interior se puedan prejubilar antes que otros
trabajadores por trabajar en “circunstancias de penosidad, toxicidad,
peligrosidad o insalubridad”. Fue aprobado en 1984
por la dureza del trabajo y para ir reduciendo la actividad minera.
Al
personal de interior con los trabajos más duros —picador, barrenista,
ayudante de picador, ayudante de artillero...— se le asigna un
coeficiente de 0,5. Por cada año trabajado reduce su edad de jubilación
en medio año sobre los 55 a los que dejan de trabajar. Este grupo puede
prejubilarse con 45 años si lleva 20 trabajados.
Fernando Óscar Lamelas Pombriego, hijo de Lamelas Viloria, tiene 49
años y es un minero prejubilado. Estuvo dado de alta en la mina Alto
Bierzo como personal de interior. Fernando figuraba como administrador
de esa mina, de la que su padre posee el 55%. Su sueldo no era el de un
minero. Tenía un salario base de 1.024 euros al mes más una
“gratificación voluntaria” de 5.825. En total, 7.200 euros al mes, según
un informe del administrador concursal que lleva la firma.
Fernando se prejubiló en diciembre de 2012 y es miembro del pleno de
la Cámara de Comercio de León. La prejubilación máxima es de unos 2.500
euros al mes. Actualmente es gerente de un parque eólico y consejero de
la inmobiliaria Gv Vilomon, del grupo Viloria.
El patriarca esgrime que también pertenece al grupo de salvamento de
mineros, “donde están los mejores”. “Está prejubilado, como es natural”,
justifica: “Uno que nazca en Castilla no puede ser marinero. Fernando
es ingeniero y terminó de director pero pisó mucha mina”.
Manuel Lamelas Viloria —Viloria a secas en el mundillo— es junto con Victorino Alonso
uno de los grandes empresarios del carbón de León y defiende la
herencia familiar. “De guaje yo iba a jugar al pozo y gracias a Dios que
mis hijos han salido mineros”.
También está prejubilado el hermano mayor, Manuel, de 50 años, que
fue consejero de Alto Bierzo mientras cotizaba como vigilante de
primera. Ahora tiene 50 años y figura como apoderado o socio en una
veintena de sociedades. “Claro que está prejubilado, ha pisado mina de
todo”, recita el patriarca, que no duda en repasar la lista de sus
hijos. Tiene siete, y seis han estado dados de alta en las empresas
familiares.
En la otra mina del clan, Hijos de Baldomero García, figura como
empleado Diego Lamelas Pombriego, que es administrador de varias
empresas del conglomerado familiar. Diego, que es ingeniero industrial,
también muestra una mancha de carbón en su mano. Sostiene que él tiene
un coeficiente de 0,4, “como todos los ingenieros de la empresa”.
Así
puede adelantar su prejubilación en casi cinco meses por año trabajado.
Admite que desciende al pozo una o dos veces por semana porque está en
otras empresas y que le gustaría bajar más. “Si baja un día a la mina
tercia el coeficiente reductor”, afirma el padre.
El decreto de prejubilaciones reserva ese coeficiente a “personal de
interior que participa en las labores de arranque o avance de forma
indirecta, significadamente mediante el manejo de explosivos, labores de
carga y transporte del mineral”. Entre las categorías que incluye está
la de “técnico o vigilante, en labores de arranque y preparación”. Jesús
González Vizuete, abogado laboralista, da otra interpretación:
“Los
coeficientes de 0,5 o 0,4 son para gente que está permanentemente en el
interior de la mina”. Diego no entra en eso: “Son interpretaciones de la
ley que, obviamente, no voy a discutir”.
Además de los hijos también se han acogido a la prejubilación
directivos. José Antonio Balín Taboada es apoderado y representante de
Alto Bierzo ante el juzgado de Ponferrada que investiga un fraude
millonario en el carbón. Cobraba 6.315 euros al mes y se prejubiló en
octubre pasado.
Fuentes conocedoras de la empresa que piden el anonimato por miedo a
represalias niegan que sean habituales de la mina. Un sindicalista
admite que José Antonio, el que cotiza como minero de primera, baja a la
mina cuando acude a Hijos de Baldomero.
El Instituto para la Reestructuración de la Minería del Carbón,
de Industria, paga las prejubilaciones pero apenas controla, según
fuentes conocedoras del organismo. Un portavoz de Industria afirma que
“el plan se está desarrollando sin incidencias”. Viloria sostiene que no
hay fraude porque en el régimen de la minería la cotización es mayor
que en el general. Sin embargo, las prejubilaciones corren en parte con
cargo a Industria. Solo en el presupuesto de 2015 hay una partida de 271 millones de euros para prejubilaciones." (
Rafael Méndez
, El País, Madrid
23 MAR 2015)
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