El escándalo de las apuestas ilegales en Europa ha salpicado de lleno al fútbol español, hasta ahora supuestamente libre de sospechas. Así se desprende, al menos, de la decisión tomada ayer por el Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol (RFEF), que acordó la apertura de un expediente disciplinario deportivo contra diversos futbolistas que poseen "licencia para participar en las competiciones oficiales nacionales".
La UEFA, a través de una investigación global en el fútbol europeo, alertó a la RFEF de la existencia de infracciones eventualmente cometidas por deportistas que habían apostado especulando con el resultado de los propios partidos que disputaban y de otros encuentros. Según supo ayer este periódico por fuentes federativas, se trataría de una veintena de futbolistas pertenecientes a equipos de Primera División, de Segunda, entre ellos al menos dos del Rayo Vallecano, y de categorías inferiores. (...)
A última hora de ayer, la web del Las Palmas, equipo supuestamente implicado por su partido ante el Rayo, admitía que hay siete jugadores investigados, entre ellos el portero del Zaragoza López Vallejo, y el rayista Francisco Medina Luna, Piti, que no participó en el partido. El resto de la lista, siempre según el club canario, la completarían Francisco Javier Suárez Lizano, Mario Gómez Atanet, Juan Carlos Ceballos Pinto, Raúl Lucha Hurtado, Javier Monteys Verdaguer, todos de categorías inferiores. La web del Las Palmas también asegura que la RFEF le ha dado traslado de la decisión de incoar procedimiento disciplinario extraordinario al club amarillo y al Rayo Vallecano. (...)
En julio, la UEFA envió una solicitud a la RFEF para que le enviara información sobre un partido de Segunda División de la pasada temporada que podría haber sido amañado por una presunta trama de apuestas. El sorprendente aumento del volumen del dinero jugado hizo sospechar que el encuentro en cuestión era el Las Palmas-Rayo de la jornada 41, disputado el pasado 13 de junio. El partido acabó con 0-0, un resultado válido para los dos equipos. Porque, a los canarios, ese punto les salvaba del descenso, mientras los madrileños conseguían que su portero Cobeño ganara el trofeo Zamora. En el partido hubo silbidos del público ante la falta de jugadas de peligro, incluso se oyeron gritos de "¡tongo!". Pepe Mel, entrenador del Rayo, llegó a preguntar a sus jugadores en el descanso si habían llegado a algún acuerdo con los rivales para pactar al resultado. La respuesta fue negativa.
Entre los motivos por los que ese partido fue investigado por la UEFA estuvieron las supuestas apuestas que un jugador del Rayo realizó en varias terminales de las localidades madrileñas de Leganés y Villalba. Los primeros datos apuntan a que ese futbolista y gente cercana a éste apostaron varias veces por el 0-0, por lo que la casa de apuestas decidió bloquear esa variante y avisar a la UEFA. Sin embargo, tras el partido, el árbitro del mismo, Lizondo Cortés, declaró: "Si veo algo extraño y lo considero oportuno puedo parar un partido, pero yo no vi nada raro". (...)
El pasado 20 de noviembre fueron detenidos 17 estafadores (15 en Alemania y dos en Suiza) relacionados con el supuesto amaño de partidos de Champions, Copa de la UEFA y nueve torneos nacionales de Europa. La operación fue liderada por la fiscalía alemana, que investigó 200 partidos." (El País, ed. Galicia, deportes, 02/12/2009, p. 47)
"El negocio emergente de las empresas 'online' dedicadas al juego se ha convertido en una tentación para bandas sin escrúpulos dispuestas a alterar los resultados de los acontecimientos deportivos.
El comisario de policía hizo una descripción muy sencilla del asunto: "Los estafadores están en Europa, los apostantes en Asia y el dinero se reparte en Berlín". El policía hablaba de fútbol y daba cuenta de los resultados de una profunda investigación que concluyó a primeros de diciembre con el arresto de 17 personas y ponía en tela de juicio la limpieza de un total de 200 partidos de fútbol disputados en diversos países de Europa.
Según los expertos de la policía alemana, grupos criminales de diferentes nacionalidades han encontrado en las apuestas deportivas por Internet un medio muy rentable para hacer dinero con riesgos limitados. La metodología era igualmente sencilla: actuaban sobre apuestas seguras a partir de partidos cuyo resultado estaba amañado. (...)
Ya no son dos directivos los que acuerdan un resultado o los que envían a un tercero a comprar a un jugador. La investigación de la fiscalía de Bochum coloca en el escenario a hombres sin escrúpulos capaces de comprar al médico de un club para que ponga sedantes en las bebidas de los jugadores, a los camareros de un hotel para que introduzcan drogas en las comidas o, sin ir más lejos, capaces también de secuestrar o asesinar a los intermediarios. (...)
Salvo un encuentro de la Champions League -el KF Tirana (Albania)-Stabaek (Noruega) que acabó con un rotundo 4-0 a favor de los noruegos-, un grueso de los casos corresponden a encuentros de la tercera y cuarta división alemanas, o de la segunda de Bélgica, Austria y Suiza, además de la liga eslovena, lituana, turca, croata, bosnia y húngara. La explicación es bien sencilla también: son competiciones donde los jugadores ganan poco dinero y son más accesibles a recibir compensaciones en torno a los 20.000 euros, como ha sucedido durante los casos investigados.
Sean partidos de mayor o menor nivel, trátese del fútbol o de cualquier otro deporte, el escenario es novedoso: las apuestas deportivas por Internet, también conocidas como apuestas online, un negocio en expansión que atrae, según algunos estudios, a tres millones de europeos y que carece de regulación en la mayoría de los países europeos. Es un negocio al que la prohibición no parece afectarle porque opera a través de Internet. He ahí la cuestión: los casinos online están prohibidos en Estados Unidos y siguen siendo los norteamericanos unos de los principales clientes de empresas, algunas de las cuales están domiciliadas en lugares como Gibraltar o Malta. (...)
De no mediar las apuestas online, nadie habría reparado en los dos casos españoles objetos de sospecha. Ambos se produjeron en la misma fecha: el 13 de junio de 2009. Se jugaban dos partidos de la Segunda División española, en su penúltima jornada: el Las Palmas-Rayo Vallecano y el Alavés-Alicante. Dos de los equipos, Las Palmas y Alavés, se jugaban el descenso a la Segunda B. Al Las Palmas le bastaba con un empate. El Alavés necesitaba algo más: ganar al Alicante y que el Las Palmas perdiera con el Rayo para acudir con posibilidades a la última jornada.
El Alavés ganó al Alicante (1-0), equipo este que ya estaba descendido y no se jugaba nada. Y Rayo y Las Palmas empataron a cero, así que se salvó el equipo canario. El empate a cero era un resultado aceptable para ambos equipos: para el Las Palmas porque se salvaba y para el Rayo porque su guardameta, Cobeña, se convertía, de no recibir un tanto, en el portero menos goleado de la categoría: era un premio que buscaba un equipo que no se jugaba nada más importante sobre el terreno." (El País, Domingo, 03/01/2010, p. 6/7)
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