17.6.08

La mafia rusa, el Parlamento de San Pertersburgo, los servicios secretos rusos, Putin, los asesores fiscales y los abogados españoles

“Apresados en España los jefes de la principal organización mafiosa rusa.

La importancia de esta mafia golpeada, según los investigadores, no está sólo en su cantidad, sino en su cualidad: sus dirigentes han mantenido presuntamente una sospechosa proximidad con destacados políticos rusos. El máximo dirigente capturado ayer en España, Gennadi Petrov, era considerado el sucesor del jefe de la mafia Tambovskaya, Vladimir Kumarin, detenido en agosto de 2007 por las autoridades rusas por gestionar dicho grupo criminal.

Kumarin no procedía de actividades clandestinas mafiosas al uso, como prostitución o drogas, sino de lujosos despachos empresariales bien conectados con la elite del poder ruso. Fue vicepresidente de la petrolera PTK (Petersburg Fuel Company) entre 1998 y 1999. Esta compañía tuvo un fuerte despegue cuando el entonces vicealcalde de Moscú, Vladimir Putin, le concedió el monopolio del abastecimiento de sus vehículos públicos. No sería el último vínculo entre Putin y dicho personaje. En junio de 2003, el Ministerio de Asuntos Criminales alemán reveló que estaba investigando por blanqueo de capitales una empresa vinculada a Kumarin denominada SPAG, cuyos fondos asociaba al crimen organizado y a las drogas. Dicha firma había tenido como asesor a Putin desde 1992 a 2000, cuando era jefe del comité de relaciones externas de San Petersburgo, cuyo cometido era promover las inversiones extranjeras. Y se desveló entonces que Kumarin mantenía fluidas relaciones con diversos políticos rusos.

El trasvase de miembros de la Tambovskaya al Parlamento local era continuo. (…)

Tan decisivo como los meses de acumulación de pruebas de esta investigación ha sido el total respaldo del fiscal general, Cándido Conde-Pumpido, y del fiscal jefe de Anticorrupción, Antonio Salinas, a la labor que desarrollaban con el apoyo de la Comisaría General de Policía Judicial, que dirige Juan Antonio González, y sus unidades especializadas en blanqueo (UDEF) y crimen organizado (UDYCO). No en vano, se temían respuestas físicas (ya hubo amenazas de sicarios a los investigadores tras la Operación Avispa de 2005 contra otra trama mafiosa rusa) o de perfil diplomático (tras dicha redada, llegaron recados a la Audiencia Nacional de políticos rusos reclamando la libertad de los capos detenidos).

Las autoridades rusas son muy conscientes de la gravedad de este contrapoder mafioso nacido en San Petersburgo. En 2001, el ministro del Interior ruso proclamó que la Tambovskaya controlaba más de 100 empresas en San Petersburgo, incluida la petrolera PTK, y maniataba los cuatro principales puertos marítimos del noroeste ruso. Contaba con más de 700 miembros en su nómina. (…)

En las empresas hispanas de Petrov -como Vortep Incor, Ingada Exim, Inmobiliaria Calvia 2000, Inversiones Gudimar, Inversiones Sarki, Inmobiliaria Balear 2001, Sociedad de Desarrollo Internacional 2001, Centros Comerciales Antei, Sunstar Inversiones, Hisparue o Dimar Incos- se repiten una serie de apellidos rusos y españoles. Anticorrupción y Policía Judicial investigan si sirvieron de testaferros para el blanqueo de capitales.

En todo caso, la investigación ha acumulado indicios suficientes de que la mafia contó con la colaboración de abogados y economistas. Algunos profesionales fueron detenidos ayer bajo tal sospecha. Sus despachos fueron registrados para recoger pruebas de sus actividades ilegales.

Esta cúpula mafiosa rusa desarticulada tiene la singularidad de que desarrollaba desde España su actividad criminal. Desde aquí daba las ordenes a sus subordinados en territorio ruso para sus asesinatos y sus fechorías económicas. El beneficio era trasladado a España y recolocado en el circuito legal financiero con la ayuda de los presuntos asesores jurídico-financieros cómplices. Tras una compleja estructura de simulaciones de préstamos y ampliaciones de capital, el dinero, ya blanqueado, se desviaba a paraísos fiscales o se reinvertía en negocios inmobiliarios en España.” (El País, ed. Galicia, España, 14/06/2008, p. 15/6)

“Petrov abonó 600.000 euros para liberar a un secuaz que estafó 28 millones. (…)

Kumarin ha sido todo un personaje en Rusia. Presidió de 1998 a 1999 la petrolera PTK, a la que Vladimir Putin brindó en 1995 el monopolio del suministro local de los vehículos públicos cuando era vicealcalde de San Petersburgo. Y las autoridades alemanas investigaron en 2003 por presunto blanqueo de capitales una firma suya, SPAG, que tuvo desde 1992 como asesor durante siete años a Putin. Dimitió tres años después de compatibilizar su cargo con el de presidente de Rusia. Putin aseguró que era un cargo honorífico y que nunca visitó la empresa SPAG.

Petrov, sucesor de Kumarin, ha hecho gala de su poder en España. Intervino decisivamente en la puesta en libertad en febrero pasado de uno de sus secuaces, ahora encarcelado por esta causa, Jurij Salikov. Éste fue detenido en 2007 por un fraude al fisco de más de 28 millones de euros. La fiscalía se opuso a su libertad por una fianza que juzgó ridícula de 600.000 euros, establecida por la Sala de lo Penal.

Lo llamativo es que el sumario que ha tejido la Fiscalía Anticorrupción contra la Tambóvskaya demuestra que la mafia que dirigía Petrov estaba detrás de todas las fases de esta macroestafa fiscal: se benefició del botín del fraude y pagó la fianza. Salikov se ha descubierto como personaje clave de esta trama. Constituyó empresas para Petrov y la red. Y ha confesado que la Tambóvskaya se lucró de su macroestafa fiscal, basada en indebidas devoluciones del IVA, y le financió generosamente tras salir de prisión.

Petrov intervino personalmente en las gestiones para obtener su libertad. No en vano, es "el líder, el caudillo, el boss", según la terminología con la que le saludan sus lacayos criminales. (…)

A través de sus empresas blanqueadoras ha forjado un patrimonio en España que supera los 30 millones de euros. Sólo su casa del número 10 de la vía Malgrats en Santa Ponsa en Calvia, le costó siete millones, que sufragó con fondos procedentes de cinco sociedades de las Islas Vírgenes. Sólo en cuentas bancarias superaba los diez millones de euros a nombre de unas sociedades que no justifican tales saldos por carecer de actividad mercantil. Su ostentación, inversamente proporcional a lo que tributaba a Hacienda -año tras año minimizaba y ocultaba ingresos-, se reflejaba en la posesión de un yate que le costó 3,5 millones de euros.

Alexander Malyshev, otro capo detenido, tiene nula formación académica. Pero tal déficit lo subsana su novia, Olga Solovieva, economista. La pareja ha "purificado" diez millones de euros desde 2001. El dinero les llega desde Hungría, Suiza, Letonia, Estonia y Rusia. Posteriormente, lo reenvía a Chipre, de donde lo repatria. El sumario desvela que la mafia tiene miembros especializados en gestionar la "aproximación a determinadas autoridades estatales y locales rusas del más alto nivel, logrando para la comunidad criminal cualquier información relevante dirigida a la obtención de adjudicaciones y suministros públicos". (El País, ed. Galicia, España, 18/06/2008, p. 20)

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