14.4.22

Alberto Luceño y Luis Medina celebraron sus comisiones millonarias el día de las 211 muertes en Madrid: “Pa la saca”...

"Medina declaró que el primo de Almeida le facilitó el teléfono de la responsable de compras. La declaración de uno de los dos comisionistas en el caso de las mascarillas investigado por la Fiscalía Anticorrupción contradice al alcalde Martínez-Almeida.

Nuevas contradicciones entre la versión del alcalde de Madrid, Jose Luis Martínez-Almeida, y los testimonios aportados en la investigación de la Fiscalía Anticorrupción sobre el caso de los contratos inflados de material de protección durante los primeros meses de la pandemia del covid 19.

Según publica este jueves El Diario, Luis Medina, uno de los dos comisionistas de la empresa proveedora malaya, ha declarado ante Anticorrupción que Carlos Martínez-Almeida, primo del alcalde de Madrid, le facilitó el número de teléfono de la encargada municipal de compras de material sanitario de emergencia, Elena Collado.

Este testimonio choca con la versión sostenida hasta este momento por el mandatario municipal, en la que mantiene que su primo sólo facilitó a los comisionistas un email genérico de contratación del ayuntamiento. Según se desprende del testimonio de Medina, su socio en la operación Alberto Luceño contaría desde el primer momento con el teléfono de la encargada de compras para las negociaciones y la gestión de los contratos e ingresos con los que ambos se embolsarían, según Anticorrupción, más de seis millones de euros en comisiones.

Según cita El Diario, Medina declara: “Quien me pasa el contacto del Ayuntamiento es la directora de mi antigua universidad, me dice yo conozco bien al hermano [sic] del alcalde, Carlos. Me da su número y yo le escribo a Carlos, y él me dice mira te voy a pasar el contacto de esta persona...”. Siempre según El Diario, Medina detalla que esa persona es Elena Collado, alto cargo del Ayuntamiento y consejera de la Funeraria municipal, la empresa a través de la que se compró el material. En el interrogatorio, que se desarrolló el 13 de abril de 2021, Medina declara que la llamada de Martínez Almeida –llamada cuya fecha exacta se conoce públicamente desde ayer miércoles- el alcalde de Madrid se limitó a agradecerle su gestión. Medina también reconoce ante preguntas del fiscal la compra del yate domiciliado en Gibraltar (“porque aún no sabía dónde lo quería tener amarrado”) y de los bonos de inversión.

Goteo de detalles

La prensa está publicando a goteo los mensajes entre la responsable de compras del Ayuntamiento de Madrid y los comisionistas. Otros detalles conocidos entre la tarde del miércoles y la mañana de este jueves incluyen la fecha de la llamada de Martínez Almeida al comisionista Alberto Luceño (el 26 de marzo de 2020); se ha conocido que el propio Ayuntamiento desaconsejó el uso de los tests que compró a precio inflado entre el personal municipal por ser defectuosos, y se han difundido detalles reveladores de la psicología y las intenciones de los intermediarios con la empresa malaya (un mensaje de correo electrónico entre los dos socios, fechado el 31 de marzo, con una captura de una transferencia y el único mensaje ‘pa la saca’).

Según publicó el miércoles el diario El Confidencial, los mensajes aportados en el sumario del caso entre la encargada de compras del Ayuntamiento de Madrid, Elena Collado, y el comisionista Alberto Luceño, muestran que ya el 26 de mayo el consistorio era consciente de que los tests proporcionados por la pareja de socios investigados por Anticorrupción eran defectuosos en un 60%, hasta el punto de no querer usarlos entre el propio personal municipal. Meses antes, las conversaciones entre Collado y Luceño ya muestran la preocupación de la primera ante la baja calidad de los guantes de nitrilo proporcionados por la firma malaya, asunto que según Anticorrupción Luceño resolvió negociando a la baja su propia comisión, de modo que la empresa proveedora devolviera parte del importe de la factura al ayuntamiento de Madrid."                     (El Salto, 14/04/22)

 

"30 de marzo de 2020. Según las cifras que hará públicas al día siguiente el Ministerio de Sanidad, en la Comunidad de Madrid fallecen 211 personas. A las 17:18 horas, Alberto Luceño  escribe un correo electrónico a Luis Medina con un fichero adjunto y el asunto “2 transfer”. En el cuerpo del mensaje, escribe: “Pa la saca”. 

La Fiscalía Anticorrupción ha acreditado que Medina recibió al día siguiente, 31 de marzo, dos transferencias en su cuenta por valor de 750.000 y 250.000 euros. Ese mismo día, Luceño recibió cuatro ingresos por un valor total de tres millones de euros, aunque terminaría embolsándose cinco. El correo electrónico está incorporado al sumario que instruye un juzgado de Madrid, al que ha tenido acceso elDiario.es. 

Es uno de los que entregó el propio Luis Medina a requerimiento de la Fiscalía Anticorrupción.El hermano del Duque de Feria fue quien contactó con el Ayuntamiento de Madrid exhibiendo su intención de colaborar ante la tragedia que vivía el país por la pandemia de la COVID, que se cebaba especialmente con Madrid. Algunos de los mensajes incorporados a la causa muestran una actitud muy diferente.

 El 21 de marzo, después de utilizar sus contactos para llegar hasta la responsable de las compras del material sanitario, esta le pregunta por los test que ofrecía Medina, sobre el “pedido mínimo” que podía hacer el Ayuntamiento y el “precio unitario”. Luis Medina le adjunta unas muestras de las pruebas y se muestra condescendiente: “Venderé a Colombia pero podría reservar una parte pequeña para vosotros”.

De los 250.000 test que terminó comprando el Ayuntamiento de Madrid a los imputados solo 75.000 “tenían un nivel de sensibilidad aceptable”, 115.000 alcanzaban el 80%, y el tercero, de 60.000 unidades se quedaba en el 66,7%. Esto provocó que la responsable del Ayuntamiento, Elena Collado, pidiera a Luceño que devolviera al vendedor ese tercer lote y recuperar el precio pagado por él. 

Alberto Luceño contestó que el vendedor malayo no estaba dispuesto y que, a cambio, entregaría unos reactivos que mejorarían su calidad. Los reactivos jamás llegaron y el Ayuntamiento tampoco denunció la estafa. Entre esos mensajes, intercambiados por Collado y Luceño figura uno que señala que el alcalde Martínez-Almeida llamó a Medina mientras los comisionistas negociaban con el Ayuntamiento.

Anticorrupción dice en su querella que Luis Medina se sirvió de su fama y de su “amistad” con el primo de Martínez-Almeida para llegar hasta el alto cargo que compraba a la desesperada material sanitarios. De las intenciones de Medina, y especialmente de las de Luceño, Anticorrupción hace un relato demoledor: “Ni tenía experiencia significativa en negocios de importación ni disponía de fábricas en China, del mismo modo que tampoco era agente exclusivo de ninguna empresa malaya ni actuaba movido por ninguna intención altruista”.

Los dos supuestos empresarios estafaron el dinero de los madrileños al Ayuntamiento, según las Fiscalía, en el peor momento de la pandemia. Inflaron en un 148% el precio de los productos vendidos y se llevaron comisiones de hasta el 80%. Luceño se embolsó 5 millones de euros y Luis Medina un millón. Pero además, se estafaron entre ellos. 

Alberto Luceño amortiguó las pérdidas que para él iban a suponer la devolución de los guantes que entregó defectuosos al Ayuntamiento de Madrid sisando una comisión a Medina. Le hizo creer que tenían que renunciar a la que habían pactado para devolver un aparte del dinero al Ayuntamiento, que se quedó con los guantes sin capacidad profiláctica a menos precio. Lo que no sabía Medina es que Luceño se siguió embolsando una segunda comisión de la que él nunca tuvo noticia.

Con las ganancias llegó el episodio más obsceno del caso: la compra compulsiva de coches, relojes y un piso de lujo, noches de hotel a 10.000 euros, todo ello por parte de Luceño. Y el barco por más de 300.000 euros que Luis Medina Abascal compró en Gibraltar para ahorrarse impuestos con una sociedad allí radicada que comparte con su hermano, el duque. Le puso de nombre ‘Feria’ y se fotografió navegando al timón, flanqueado por una bandera de España. Cuando el juzgado ha querido embargar sus bienes se ha encontrado con menos de 250 euros en sus cuentas."     

(Pedro Águeda / Alberto Pozas / Marcos Pinheiro  , eldiario.es, 13 de abril de 2022)

 

"Un mensaje señala que Almeida llamó a Luis Medina mientras los comisionistas negociaban con el Ayuntamiento.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, contactó con Luis Medina en plena negociación del hoy imputado y su socio Alberto Luceño , también investigado, con el Ayuntamiento de Madrid. Después de que elDiario.es desvelara la investigación de la Fiscalía Anticorrupción, Martínez-Almeida se refirió a una llamada con Medina, sin que nadie le cuestionara por ello, y sin saber ubicarla con exactitud en el tiempo. El sumario del caso, al que ha tenido acceso elDiario.es, revela que esa llamada se produjo el 26 de marzo, cuatro días antes de que los investigados ingresaran sus primeras comisiones, de un millón de euros en el caso de Luis Medina, y cuando Luceño todavía está gestionando los pedidos, según se desprende de varios mensajes incorporados a la causa. La relación de los comisionistas con el Ayuntamiento siguió intensamente en los días posteriores a la llamada de Almeida y solo concluyó ocho meses después, en noviembre.La investigación de la Fiscalía Anticorrupción sobre el cobro de comisiones millonarias por parte de dos empresarios desvela que muchos de estos mensajes se cruzaron entre Alberto Luceño, uno de los imputados, y Elena Collado, alto cargo del consistorio que centralizaba los esfuerzos para contratar la compra de material al precio que fuera. Esos mensajes aluden a la llamada que el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, habría hecho a Luis Medina Abascal. “Ya me ha dicho Luis que le llamó Almeida”, dice Luceño a su interlocutora ese 26 de marzo de 2020.

Fue la propia Collado la que entregó a la Fiscalía Anticorrupción su registro de mensajes con Luceño, un cruce que empieza el 23 de marzo de 2020 y termina mucho después, en noviembre de ese año, unos días antes de que los investigadores se dirigieran al consistorio exigiendo información sobre el caso y con la investigación, por tanto, ya en marcha. Para cuando empiezan estas conversaciones, Luceño y su socio Medina ya habían acordado inflar los precios para cobrar comisiones millonarias salidas de las arcas municipales según la Fiscalía.

Fue entonces, en la tarde del jueves 26 de marzo, cuando Luceño envía un mensaje a su interlocutora mientras ambos hablaban de contratos. “Ya me ha dicho Luis que le llamó Almeida”, dice Luceño. Collado, que testificó ante Anticorrupción un año después, no sabía nada del tema. “Pues he estado 5 horas con un material requisado y no me he enterado”, contesta. Para entonces, según el sumario, los contratos ya estaban aprobados pero los dos seguían negociando detalles clave de la entrega del material y las transferencias, que en ese momento habían empezado pero no se habían realizado en su totalidad.

Al día siguiente, por ejemplo, Luceño informaba a su contacto del Ayuntamiento que ya estaba poniendo en marcha los certificados de los guantes que también compraron. Unas horas antes, el empresario preguntaba a Collado por “los contratos firmados y el justificante de transferencia de los bancos”. Unos pocos días después negociaban aspectos clave de la compra de guantes de nitrilo: “Por favor, confirma precio unidad nitrilo y me lo mandas por aquí”, decía Luceño varios días después de la llamada.

La llamada del alcalde

El propio Ayuntamiento de Madrid reconoce este miércoles a preguntas de este periódico el contacto en esas fechas entre el alcalde Luis Medina Abascal. La llamada, de hecho, ha sido reconocida en varias ocasiones por el propio alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, pero circunscribiéndola a que se limitó a agradecer a Medina una donación de mascarillas. El regidor aseguró hace unos días que esta llamada “se produce después de la formalización del contrato porque se me comunica que va a hacer una donación de 183.000 mascarillas entre el 12 y el 15 de abril”. Eso significa que el alcalde habría sabido de la donación de mascarillas de Medina al menos 22 días antes de que se produjera y que se lo agradeció cuando todavía no estaba asegurada su entrega por las dificultades que presentaba el mercado.

En varias declaraciones, el alcalde ha intentado restar relevancia a la relación comercial del Ayuntamiento con Luceño y Medina porque el Consistorio recibió “más de mil” ofrecimientos de material, si bien dos contratos que investiga la Fiscalía son los más cuantiosos de cuantos se rubricaron para adquirir material sanitario por parte de la administración local.

El día de la exclusiva de elDiario.es, 4 de abril, el alcalde aseguró: “El familiar mío no conocía a Luis Medina, le contacta una conocida común porque Luis Medina quiere hacer llegar al Ayuntamiento que tiene la capacidad de poder suministrar material sanitario y el familiar mío se limita a darle un correo”. Cuando Luceño le dice a Elena Collado que “Almeida ha llamado a Luis” ese mismo día, 26 de marzo, los comisionistas llevan varios días tratando intensamente la venta de material con la responsable de compras de Madrid por lo que el contacto entre el primo del alcalde y Medina, uno solo, según el propio José Luis Martínez-Almeida, se habría producido necesariamente antes.

Luis Medina Abascal, hijo del fallecido duque de Feria, llegó al Ayuntamiento después de contactar con un primo del alcalde y aprovechando su fama. Según el alcalde, él no habló con el aristócrata en ningún momento durante la contratación ni tampoco cuando contactó con su primo, pero sí lo hizo después para agradecer una donación.

“Nos han estafado seguro”

Hace una semana este periódico informó de cómo la interlocutora de Alberto Luceño en el consistorio hizo saltar las alarmas cuando comprobó que los guantes de nitrilo que le habían traído desde China no eran los que habían contratado y, además, eran mucho más caros que los que podían encontrarse en un supermercado. Las conversaciones recopiladas por Anticorrupción revelan cómo fue ese momento: “Por Dios, dime algo. Nos han estafado seguro”, decía una angustiada Elena Collado. Luceño contestaba: “Tranquila, cuelgo y te llamo”.

La solución que encontró Luceño, de cara a la galería, fue conseguir una rebaja del precio y que el proveedor devolviera el dinero que ya había adelantado el Ayuntamiento. “Leno modificará la factura y os la enviará mañana”, le dice el empresario. La realidad, según Anticorrupción, es que Luceño renegoció sus propias comisiones para conseguir que el consistorio recuperase su dinero.

No fue el único traspiés en relación con la calidad del producto que habían solicitado. Meses después, los dos hablaban también de los test de anticuerpos que, en muchos casos, no tenían sensibilidad suficiente como para ser útiles y todavía en septiembre trataban la entrega de nuevos reactivos para suplir esa falta de sensibilidad de los test. A finales de abril, Collado también le transmite que las mascarillas que han recibido son de buena calidad pero no saben cuánto tiempo de vida tiene cada una.

El Ayuntamiento, supuestamente, no sabía que detrás de todo esto había contratos inflados para incluir las comisiones millonarias de los dos empresarios. Así lo ha dicho en público José Luis Martínez-Almeida y así lo afirmó la Funeraria de Madrid en un escrito dirigido a Anticorrupción en enero de 2021: “Este Ayuntamiento desconoce la existencia de posibles comisionistas”.  

(Alberto Pozas / Pedro Águeda / Marcos Pinheiro  , eldiario.es, 13 de abril de 2022)

 

 "El Ayuntamiento de Madrid pactó con un comisionista que parte de las mascarillas se enviaran al hospital de su mujer.

 “Sigo trabajando con todos los recursos que puedo, que no son pocos, para servir cuanto antes, siendo muy consciente de la responsabilidad”. Estas palabras salieron del teléfono móvil del empresario Alberto Luceño el 26 de marzo de 2020. Con los tres contratos de mascarillas, test y guantes firmados y parcialmente pagados por la funeraria municipal de Madrid, los comisionistas negociaban detalles con el Ayuntamiento mientras, por detrás, ya esperaban impacientes su botín millonario procedente del proveedor malayo. Pero la sucesión de mensajes entre Luceño y Elena Collado, alto cargo del Ayuntamiento, duró hasta noviembre de ese año y por el camino el empresario, ahora imputado, tuvo tiempo para pedir que cada miembro de su familia tuviera cuatro test de COVID salidos de la compra del consistorio y para planificar que 50.000 mascarillas fueran a parar al hospital donde trabajaba su esposa.

Fue a finales de abril de 2020, cuando las mascarillas ya estaban en Madrid y cuando tanto Alberto Luceño como Luis Medina habían recibido cobros desde Malasia en su banco de Madrid con el título “mask” o “commission”. Pide Luceño a Collado: “Lo que sí te pediré por favor es que cuando lleguen los test pueda tener 4 para cada miembro de la familia”. Ella contesta: “Claro que sí”. Mensajes de un mes después dan a entender que esta entrega de test no se produjo cuando, ya en mayo, Luceño explica que tanto él como Luis ya se habían hecho los test anteriormente.

El contrato para traer test fue el que menos rentable resultó para el Ayuntamiento. Según el Tribunal de Cuentas, cada test costó más de 16 euros, con mucha diferencia el precio más alto pagado por un ayuntamiento en nuestro país en esas primeras semanas de pandemia. De ahí salió una cuantiosa comisión para Luceño y, además, finalmente una buena parte de los test resultaron poco sensibles y por tanto inservibles. La relación vía WhatsApp entre Luceño y Collado se extendió hasta al menos hasta el 13 de noviembre de 2020, diez días después de que la Fiscalía empezara su investigación.

No fue la única referencia en estas conversaciones a Alberto Luceño, su familia y el material que él mismo había traído desde China a precios desorbitados. En abril de 2020, pocos días antes de que llegaran las mascarillas FFP2 que habían comprado, él y la funcionaria del consistorio acordaron que 50.000 mascarillas fueran a parar al Hospital Puerta de Hierro donde su mujer trabaja como nefróloga. “Te mandé correo de la donación. Pero no me has contestado. Cuando llegarán las 50 mil máscaras a Puerta de Hierro”, pregunta Luceño a su interlocutora. “Con lo que llegue va directo al hospital de Charo”, decía Collado días antes.

Dos días después, el propio Luceño coordinaba la llegada de las mascarillas al hospital. “Ya he coordinado con Roberto a las 10:30 en Puerta de Hierro”, le dice. Poco antes, Elena Collado le había pasado el contacto de Roberto Moreira. Unos días después, Luceño presumía del éxito de envío de mascarillas al centro: “Me ha llamado del hospital de mi mujer para darme las gracias, están todas las especialidades encantados”, dijo. “Me comenta mi mujer que se le acercan todos los días jefes de otras especialidades para decirle que están encantados y que muchas gracias al Ayuntamiento y a mi”, afirmó también.

La compra de mascarillas también fue uno de los grandes negocios de Luceño y Medina, según la Fiscalía Anticorrupción. Compraron un millón de mascarillas por más de seis millones de euros y cada uno había pactado una comisión de un millón. El margen era tan alto que Luceño, a espaldas de su socio, se llevó dos millones más.

Meses de mensajes

Tal y como revela este periódico este miércoles, los mensajes entre Luceño y la funcionaria del consistorio reflejan la llamada del alcalde, José Luis Martínez-Almeida, al comisionista Luis Medina Abascal cuando no sabía que era un comisionista y, según el regidor para darle las gracias por la donación de más de 100.000 mascarillas. Desde el principio el alcalde ha defendido que la llamada se produjo una vez adjudicados los contratos y es cierto, pero después la alto cargo Elena Collado siguió cruzando mensajes durante meses con Alberto Luceño.

Mensajes que, sobre todo, trataban detalles sobre la entrega del material que llegaba a duras penas desde China, los problemas que se planteaban en las aduanas y esta entrega de mascarillas al hospital donde trabajaba la mujer de Luceño, pero también otras cosas.

Trataron, por ejemplo, la devolución del cargamento de guantes que no se ajustaba a lo que el Ayuntamiento había comprado. También abordaron el precio de estos guantes de nitrilo. En septiembre y octubre todavía estaban abordando cómo hacer llegar a España los reactivos que, supuestamente, ayudarían a mejorar la sensibilidad de los test que compraron meses atrás. Y un mensaje final que demuestra un nuevo ofrecimiento, este fallido, de test de antígenos: “No me dijiste nada de los test de antígenos que te mandé”, dice Luceño. Contesta Elena Collado: “Perdona, había comprado Madrid Salud 60.000 hace un mes o así”.          

(Alberto Pozas / Pedro Águeda / Marcos Pinheiro  , eldiario.es, 13 de abril de 2022)

 

 "El juez del caso mascarillas no puede embargar a Luis Medina porque solo tiene 250 euros en la cuenta.

 El embargo de los bienes de los comisionistas de las mascarillas se complica. El juzgado 47 ha pedido a la Fiscalía y las acusaciones que propongan nuevas medidas económicas de embargo para Luis Medina Abascal después de comprobar que no conserva los bonos bancarios que compró con sus comisiones, y que en su cuenta bancaria hay menos de 250 euros en este momento. La documentación que ha remitido el banco demuestra que, incluso, Luis Medina tiene un descubierto de más de 6.000 euros en una de sus cuentas y que vendió los bonos que compró a lo largo de 2021, es decir, con la investigación de Anticorrupción ya en marcha.

En un escrito al que ha tenido acceso elDiario.es, el juez instructor explica a las partes que, después de embargar los bienes de los dos comisionistas, se ha encontrado con esta situación y pide a las partes que propongan nuevas medidas para “el aseguramiento de responsabilidades civiles”. Es decir, para poder hacer frente a una hipotética condena económica por este caso.

Según la denuncia de Anticorrupción, Luis Medina Abascal invirtió su millón de dólares en dos cosas: un yate que puso a nombre de una sociedad gibraltareña y al que bautizó como “Feria”, su ducado familiar, y dos bonos bancarios. Según el juez esos dos bonos ya no están en su poder y en sus cuentas bancarias sólo hay 247 euros.

El juez, que ayer aceptó como acusación particular al Ayuntamiento de Madrid y como acusaciones populares a Podemos y PSOE, a la espera de la personación de Más Madrid, imputó a Luis Medina y su socio Alberto Luceño y ordenó el embargo de sus bienes, tal y como había solicitado la Fiscalía Anticorrupción después de querellarse. Los investigadores sospechan que, entre ambos, cobraron seis millones de dólares en comisiones salidas de tres contratos de material sanitario adjudicado a una empresa malaya en las últimas semanas de marzo de 2020.

También sospechan que blanquearon este dinero a través de la compra masiva de bienes de lujo: un yate y varios bonos bancarios por parte de Medina y coches de lujo, relojes de lujo y una casa por parte de Luceño. El magistrado puso en marcha el embargo para que, en caso de ser llevados a juicio y condenados en un futuro, el pago de sus responsabilidades económicas millonarias estuviera asegurado.

En números rojos

La documentación que el banco ha enviado al juzgado 47 sobre las cuentas de Luis Medina revela que no sólo tiene una cuenta con 247 euros. También tiene otras dos cuentas bancarias en números rojos, una de ellas con un descubierto de más de 6.000 euros en negativo. También revela cómo el hijo del fallecido duque de Feria se deshizo de los dos bonos que compró en abril de 2020 a razón de 200.000 euros cada uno.

Uno de estos bonos fue vendido completamente en agosto de 2020, es decir unos pocos meses después de cobrar las comisiones y de su adquisición. El otro, sin embargo, fue vendido en más capítulos y a lo largo de más tiempo. La última venta, de hecho, está documentada en agosto de 2021, para cuando la Fiscalía Anticorrupción ya llevaba casi un año investigando la compraventa de material sanitario en la que él y su compañero Alberto Luceño habían intervenido. Por el momento no ha trascendido en qué momento supo Medina que estaba siendo investigado por la Fiscalía.

El primo del alcalde

La investigación arrancó la semana pasada después de que el juzgado 47 de la capital admitiese a trámite la querella de la Fiscalía Anticorrupción después de más de un año de investigación, tal y como reveló elDiario.es. Una querella que no sólo apuntaba a los dos comisionistas por tres delitos distintos: también reflejaba que Luis Medina llegó al consistorio tras contactar con un familiar de José Luis Martínez-Almeida, con el que según Anticorrupción mantenía una “relación de amistad”.

El regidor ha reconocido este contacto pero ha rechazado que mantuvieran una relación de amistad. Según su versión, Medina Abascal contactó con su primo a través de una conocida que ambos tenían en común y rápidamente, desde el consistorio, se le remitió al correo electrónico donde centralizaban las compras. Según el alcalde, por tanto, la gestión pasó momentáneamente por manos de su primo sin pasar por él mismo.

El juez investiga a los dos comisionistas por tres delitos: estafa, falsedad documental y blanqueo. Investiga, por tanto, si además de estafar al ayuntamiento con sobreprecios desmesurados para esconder sus comisiones falsificaron documentos para intentar camuflar el botín y si blanquearon una parte para introducir el dinero en el circuito legal."                    (Alberto Pozas  , eldiario.es, 13 de abril de 2022)

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