"Una de las niñas bonitas del Ibex 35, principal
índice de la bolsa española, y uno de los gigantes económicos españoles,
Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), ha sufrido un duro golpe con la explosión de la trama Acuamed.
El penúltimo caso de corrupción es uno más en el que las tres letras
que nombran la empresa aparecen, pero es el único en este momento por el
que un directivo de la empresa –Miguel Jurado, presidente de FCC
Construcción– está siendo investigado por un posible delito de cohecho,
tras el sobreseimiento de la imputación –investigación según la nueva
Ley de Enjuiciamiento Criminal– de José Mayor Oreja, que también ocupó
el cargo de presidente de FCC Construcción. Echamos la vista atrás para
hacer un repaso a la historia de FCC y sus relaciones con la
Administración.
Fomento de Construcciones y Contratas nació como tal
en 1992 como fusión de dos grandes empresas que crecieron durante el
régimen franquista: Construcciones y Contratas, y Fomento de Obras y
Construcciones. En ambas se desarrollaría un proceso de puertas
giratorias que seguiría hasta hoy.
“El holding Construcciones y Contratas fue un juguete en manos del clan de El Pardo”,
escribe el periodista Mariano Sánchez Soler en su libro Los Franco
S.A., obra en la que analiza el imperio empresarial que surgió alrededor
de Francisco Franco.
Este emporio acumuló más de medio centenar de
empresas y entidades financieras que, en 1973, sumarían más de 100.000
millones de pesetas en capital escriturado. Sánchez Soler relata cómo
Ernesto Koplowitz, fundador de la empresa, se casó en 1952 con Esther
Romero de Juseu, una íntima amiga de Carmen Polo, con la que tendría
dos hijas: Esther y Alicia.
A partir de aquí comienzan a llover las grandes
contratas públicas, como la concesión en exclusiva del alumbrado y
alcantarillado de Madrid. También las puertas giratorias entre el régimen y el consejo de administración de la empresa,
con la entrada del marqués de Villaverde –Cristóbal Martínez-Bordiú,
yerno del ‘generalísimo’–; el subsecretario de Obras Públicas, José
María Rivero de Aguilar, o el director del Instituto de la Moneda
Extranjera, Alejandro Bermúdez González.
El capital de la empresa pasó
de cinco millones de pesetas en 1952 a 2.000 millones diez años más
tarde. Fue entonces cuando Koplowitz padre se cayó del caballo
–literalmente–.
Tras la muerte del empresario, el consejo de
administración de Construcciones y Contratas seguiría siendo lugar de
paso para nombres de la política, como José María Ruiz-Gallardón –padre
del exministro–, quien después pasaría por Alianza Popular y por las
Cortes como diputado por Zamora. También, vía matrimonial, ‘los
Albertos’ –Alberto Cortina y Alberto Alcocer, hijos del exministro de
Asuntos Exteriores Pedro Cortina y de Alberto Alcocer, primer alcalde
de Madrid, respectivamente–.
El otro germen de la actual FCC, Fomento de Obras y
Construcciones (FOCSA), fundada en Barcelona en 1900, también acogería
en su consejo de administración a conocidos nombres del régimen
franquista antes de fusionarse con el legado Koplowitz, según detalla la
obra de Sánchez Soler.
En su caso, fueron el ‘cuñadísimo’ de Franco, Ramón Serrano Suñer,
y su hijo Ramón Serrano Polo –sobrino de Franco– los hombres fuertes
del régimen en las empresa, que ya en 1975 contaba con un capital
escriturado de 3.000 millones de pesetas.
Puertas giratorias del siglo XXI
La política de puertas giratorias siguió en la ya
actual FCC. 2001 comenzaría en la empresa con la llegada de José Mayor
Oreja –hermano del exministro de Interior Jaime Mayor Oreja y persona
encargada de hacer llegar los donativos ilegales al Partido Popular de
parte de la empresa de Koplowitz– al cargo de presidente de FCC
Construcción.
El tío del exministro, Marcelino Oreja Aguirre, también ministro de Asuntos Exteriores durante el Franquismo,
le acompañó en el consejo de administración de la empresa. A la vez que
Oreja, llegó al consejo de administración de FCC Construcción Abel
Matutes, que hasta el año 2000 ocupaba el cargo de ministro de Asuntos
Exteriores.
La lista de nombres de la política y la
Administración que han pasado por FCC continúa. En 2010 entró como
apoderado Eduardo González Gómez, presidente entre 2002 y 2008 del lobby Foro Nuclear
y antes, entre 1987 y 1995, vicepresidente del Consejo de Seguridad
Nuclear, organismo responsable de las centrales nucleares en el Estado y
de la regulación en esta materia.
González Gómez pasó después a
presidir Aqualia y FCC Energía, cargos que ocupó hasta el pasado año.
Dos años más tarde, en 2013, entró Fernando Caamaño de Aramburu, otro
nombre relacionado con el Ministerio de Asuntos Exteriores, en su caso
asesor, quien desde julio de 2015, continúa como apoderado solidario de
la empresa.
Nicolás Redondo Terreros, secretario general de los socialistas vascos
entre 1997 y 2001, y antes miembro del Parlamento Vasco, pasaría por
pocos meses –de noviembre de 2013 a de 2014– por el consejo de
administración de FCC.
Por su parte, Gustavo Villapalos Salas, consejero
de Educación en Madrid entre 1995 y 2001, estuvo desde 2002 vinculado a
la empresa a través de su firma cementera, Portland Valderribas,
y durante algunos meses –de julio a noviembre de 2014– llegaría a ser
presidente de la empresa matriz.
Gestión de agua
FCC, a través de su filial Aqualia, tiene el 36,7% del mercado de
agua pública, según presume en su página web. En poblaciones como
Sanlúcar de Barrameda, grupos ecologistas han denunciado subidas de las
tasas de agua por encima del 85% del IPC y cobros ilegales a los
vecinos de la población desde que se privatizó el servicio de agua en
2010, cuando el portavoz de Ciudadanos en la Junta de Andalucía, Juan
Marín, era alcalde.
Limpieza urbana
Las contrataciones públicas para la limpieza urbana es otra de las
grandes líneas de negocio de FCC. Madrid, Tarragona y Albacete son
algunas de las 18 capitales de provincia en las que la limpieza viaria
está a cargo de esta empresa. En febrero de 2015, la Comisión Nacional
de los Mercados y de la Competencia abrió expediente a FCC, ACS,
Ferrovial y Sacyr por repartirse el mercado de la basura, aunque sólo
les impuso una multa del 3% de sus beneficios.
Elefantes blancos
Entre 2002 y 2008, FCC recibió al menos 400 millones de euros para
construir dos de las grandes infraestructuras de las olimpiadas: Madrid
Arena y Caja Mágica, ahora edificios infrautilizados o con graves
deficiencias. Entre 2001 y 2008, José Mayor Oreja había entregado dos
donaciones al Partido Popular que sumaron 165.000 euros. En esos mismos
años la empresa obtuvo 587 contratos de órganos públicos gobernados por
el PP." (Ter García, Diagonal, 11/02/16)
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