"Los "casos aislados" —según el PP— no son, en realidad, tan aislados.
Así lo demuestran los lazos que vinculan los escándalos que han
acorralado en las dos últimas semanas, de nuevo, a los populares. Tres
investigaciones independientes a nivel judicial, pero que dibujan una
auténtica tela de araña de corrupción construida en torno a la
estructura política del partido y a sus contactos empresariales.
Con
nombres de personas y de compañías que se repiten. Tanto en la Operación
Lezo, que estalló la semana pasada con la detención de Ignacio González.
Como en Púnica, que mantiene en prisión provisional a Francisco
Granados y que investiga la financiación irregular del PP de Madrid en
una pieza separada aún bajo secreto de sumario. Y también en Gürtel,
cuya trama principal se juzga en estos momentos en la Audiencia
Nacional, con el extesorero Luis Bárcenas como pieza clave.
El almirante español Blas de Lezo y Olabarrieta (1689-1741) da nombre
a la última operación que ha puesto contra las cuerdas a la formación
de Mariano Rajoy. La Guardia Civil arrestó la pasada semana al
expresidente de Madrid, que emerge como cabecilla de una trama dedicada
supuestamente a inflar contratos para desviar dinero público.
Para ello
se valió del Canal de Isabel II, desde donde utilizó, por ejemplo, a sus
filiales latinoamericanas para comprar una compañía brasileña por 31
millones de dólares, cuando su valor patrimonial apenas llegaba a los 10
millones. Aunque ese es solo un hilo del que tirar.
Porque los agentes del instituto armado también investigan en Lezo la
presunta adjudicación fraudulenta de la explotación de un campo de golf
a una empresa de su hermano y cuñado —Pablo González y José Juan
Caballero, respectivamente— y, a su vez, la financiación irregular del
PP de Madrid. Un punto en el que, precisamente, entran en juego varios
actores que repiten en Púnica. Javier López Madrid, consejero delegado
de OHL, cercado por el pago de una comisión de 1,4 millones de euros
para una adjudicación.
Y José Martínez Nicolás, consejero delegado de la
Agencia Informática de la CAM, imputado por inflar contratos con
PriceWaterhouseCooper (PWC) e Indra para conseguir el millón de euros
que González le solicitó en 2012 para pagar las deudas derivadas de la
campaña electoral autonómica de 2011 y así "sanear las cuentas" del PP
regional.
Implicado en la red liderada por Francisco Granados,
a Nicolás también se le investiga por presuntos pagos a Alejandro de
Pedro, el experto informático que se encargaba de los lavados de imagen
de políticos del PP con dinero público. Un personaje que sirve para
avanzar por esa tela de araña hasta Salvador Victoria, consejero de
Presidencia y mano derecha de Ignacio González, y hasta la cúpula de un
PP madrileño bañado por la corrupción.
Una formación donde desempeñaba otro rol fundamental Beltrán
Gutiérrez, exgerente autonómico del partido, que guardaba en su
domicilio cientos de facturas de Luis Bárcenas. Aquí, el salto a Gürtel.
Con el extesorero nacional convertido en el gran nombre propio de la
corrupción en España, que se sienta actualmente como acusado en el
banquillo de la Audiencia Nacional, donde se juzga la primera etapa de
la Gürtel: una red manejada por Francisco Correa y Álvaro Pérez, El Bigotes. Sí. Los que fueron como invitados a la boda de la hija del expresidente Aznar." (El País, 30/04/17)
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