"El 17 de julio del 2003, el entonces conseller en cap de la Generalitat, Artur Mas, inauguró en Argentina, a bombo y platillo, las obras de ampliación del puerto fluvial de Rosario.
Una ufana nota de prensa de aquella época destacaba en titular que
“Cataluña vuelve a confiar en el comercio argentino y aumenta las
exportaciones en un 33% en los cuatro primeros meses del año”. Pero la
memoria de Artur Mas es mucho menos potente que el archivo de la propia
Generalitat.
En su comparecencia ante la Comisión Pujol del día 9 de febrero, el hoy presidente del Gobierno catalán negó una y otra vez que conociese negocios de los hijos de Jordi Pujol e insistió en que no había tenido nunca información sobre los mismos.
Pues
bien, el primero en traicionarlo fue su propio Gobierno, que conserva
la flamante nota de prensa de julio de 2003. El agravante es que ese fue
el mayor negocio realizado por el hijo del entonces president, Jordi Pujol. Por si fuera poco, Mas se hizo la foto en Argentina al lado de Lluís Badia, presidente del Puerto de Tarragona y socio de Jordi Pujol Ferrusola, que supo mantenerse en un discreto segundo plano.
También acudió al acto el gobernador de la provincia de Santa Fe, Carlos Alberto Reutemann. Según ha podido conocer El Confidencial, en aquella época, el hijo del president y el conseller en cap
se hablaban a menudo y mantenían una estrecha relación personal. Badia,
por su parte, era dirigente de Convergència y había sido diputado y
senador de CiU por la provincia de Tarragona.
En la ampliación del Puerto de Rosario participaban dos grupos catalanes: Inter Rosario Port Services e Interlogística Portuaria.
Lo único que se hizo público entonces fue que el Puerto de Tarragona
lideraba la operación y que en ella participaban un consorcio de 8
empresas, entre las que se encontraban Cementos Goliat, Fruport, Silos
de Tarragona y Tarragona Port Services. Hasta ahí leían.
Los demás datos se mantuvieron en estricto secreto, aunque todas las instancias conocían que Jordi Pujol Ferrusola estaba detrás del negocio. Diversas fuentes consultadas por El Confidencial
confirman que Artur Mas era plenamente consciente, en aquellos
momentos, de que el hijo de Pujol “participaba en la operación, porque lo sabía todo el mundo en Barcelona”.
En la nota de prensa, el Gobierno catalán destacaba que “con
inversiones como esta es como se hacen grandes y potentes puertos”.
Explicaba también el texto que la entrada de los inversores catalanes
“ha permitido ampliar las líneas de negocio de Puerto Rosario entre los
países del Mercosur y el continente europeo y ha consolidado al Puerto
de Tarragona como uno de los grandes centros estratégicos y logísticos
del Sur de Europa”.
Es difícil, pues, imaginarse que en una operación
tan importante nadie se interesase por conocer los pormenores de la
misma, máxime cuando estaba en juego mucho dinero público que se iba a acabar perdiendo a través de la inversión del Puerto de Tarragona.
El socio cabreado
Pero
de aquellos polvos, estos lodos. Con el tiempo, la empresa Inter
Rosario Port Services, fundada en 2001, acabó siendo investigada por el
juez Pablo Ruz, ya que forma parte de las sociedades
supuestamente utilizadas por Jordi Pujol Ferrusola para mover dinero a
través de paraísos fiscales.
En ella y en Interlogística apareció en el
año 2006 como administrador Gustavo Pedro Shanahan, socio argentino del hijo del expresident. Shanahan, que también fue posteriormente presidente del Puerto, declaró al diario El Mundo
que “cuando conocí a Jordi Pujol Júnior, él ya estaba en el Puerto de
Rosario con los operadores del Puerto de Tarragona, pero sin figurar”.
Y
así, entre 2005 y 2009 planearon hacerse con el capital mayoritario del
mismo a través de la sociedad Inter Rosario Port Services, a la que se
incorporó Mercè Gironès, exesposa del hijo de Pujol.
Según
el antiguo socio, Pujol Ferrusola metió de golpe 12 millones de euros
en el Puerto de Rosario procedentes de tres paraísos fiscales: Suiza,
Andorra y Panamá. Otros 3 millones llegaron desde la sucursal 1007 del
BBVA de Tarragona.
Ese asalto se debió a que en el año 2005 Lluís Badia fue cesado como presidente del Puerto de Tarragona y fue nombrado Josep Burgasé.
Lo primero que hizo fue suspender el acuerdo entre ambos puertos y
retirarse de la operación, por lo que le quedó el camino expedito a
Inter Rosario Port Services para controlar la terminal argentina.
Victoria Álvarez,
exnovia de Jordi Pujol Ferrusola, mantuvo una tesis similar a la de
Shanahan en la Audiencia Nacional y, posteriormente, en la Oficina
Antifraude de Cataluña, donde detalló que la operación de control total
del Puerto de Rosario comenzó en 2004 y culminó en 2006.
El dinero para
ello salió de Andorra, pasó por Londres y acabó en Panamá, según
Álvarez, antes de llegar a la Argentina. El paso por Londres se debe a
que quien articulaba las operaciones no era otro que el testaferro del
hijo de Pujol en la capital británica, Herbert Arthur Joseph Rainford Towning.
En declaraciones al diario El Mundo,
Shanahan afirmó que el dinero de la inversión le llegó también desde
una cuenta de Suiza y desveló los correos electrónicos que Jordi Pujol
le enviaba. Uno de ellos, fechado en el año 2005, le comunicaba el envío
de 1,5 millones de euros “a la dirección que me pasaste. Te llegará desde Suiza. Estate alerta”.
Pujol Ferrusola vendió su participación en Puerto Rosario en 2012.
En
diciembre de ese año, su empresa Active Translation acordó una
ampliación de capital de 7,7 millones de euros, entregadas por empresas
controladas por su exesposa. Pero en la misma fecha Mercè Gironès
constituyó la sociedad Irigem 2012, propietaria de un palacete en el
selecto barrio de Pedralbes de Barcelona, con un capital social
desembolsado de 7,6 millones de euros. El juez investiga ahora el origen
de ese dinero, que se sospecha que pudiera venir de la venta del puerto
argentino.
Por su parte, el Puerto de Tarragona emitió un
comunicado en julio del 2009 en el que desvinculaba a esta institución
de la operación y señalaba que la empresa explotadora del Puerto cuya
ampliación fue inaugurada por Artur Mas tenía socios “a título personal”
sin que la Autoridad Portuaria de Tarragona tuviera nada que ver. Para
entonces, había enterrado un puñado enorme de millones de euros en la
operación." (El Confidencial, 18/02/2015)
No hay comentarios:
Publicar un comentario