"-Acabo de cobrar, es un decir, un millón de euros
procedente del narcotráfico y deseo blanquearlo en Gibraltar. Le
pregunto a usted, como experto en el tema, qué tengo que hacer.
-Es muy fácil. Basta con una llamada telefónica.
-¿Y a quién llamo?
-A
cualquier abogado gibraltareño. O a cualquier banco español. El
procedimiento que se usa es el del corresponsal bancario. Tienes un
millón de euros, descuelgas el teléfono y llamas a cualquier banco español.
Le dices
que quieres colocar un millón de euros en Gibraltar. Entonces viene un
señor del banco a tu oficina, a tu empresa o a tu casa. Te coge el
dinero y te da el recibo de la filial del banco en Gibraltar. Todos los
bancos españoles tienen sucursales en los paraísos fiscales.
Ese señor,
ese corresponsal bancario, ingresa el dinero a su nombre.
No al tuyo. Y esa operación figura en la contabilidad del banco como
una operación que se hace entre la entidad española y el corresponsal de
esa entidad española en Gibraltar, Jersey o donde sea.
Figura como una
operación interna del banco. Tú tienes el recibo, pero no figuras para nada. Y no te van a timar. Es así de fácil.
Quien ofrece esta cruda explicación de cómo blanquear capitales en el Peñón es José María Peláez, miembro y expresidente de la Organización Profesional de Inspectores de Hacienda del Estado. (...)
Gibraltar firmó más de 20 acuerdos de este tipo con otros tantos. Con
España no. Para hacerlo, España habría de reconocer la soberanía del
Peñón. Por tanto, si un juez o un inspector fiscal de otros países
solicita a Gibraltar información sobre una cuenta bancaria del Peñón,
puede obtenerla. Un juez o un inspector fiscal español, no.
“Gibraltar nos deniega cualquier tipo de información”, resume Peláez. Él también recuerda que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero intentó
en varias ocasiones llegar a acuerdos en materia de transparencia
bancaria con el Peñón. Sin éxito.
Se interpuso siempre el rocoso asunto
de la soberanía. Una gran noticia para blanqueadores, narcotraficantes,
proxenetas, políticos corruptos y una extensa laya de delincuentes de
diverso plumaje.“Cada paraíso fiscal tiene sus características.
Está, digámoslo así, especializado”, comenta Peláez.
“Gibraltar lo está
en la creación de sociedades off-shore para permitir que
propietarios españoles evadan declaraciones de inmuebles, operaciones
financieras o plusvalías. Aunque se ha hablado, el [blanqueo de
capitales procedentes del] narcotráfico no es la especialidad de
Gibraltar”.
Sin embargo, las irrelajables tensiones entre las
autoridades españolas y gibraltareñas, exacerbadas en los últimos meses,
pueden estar provocando un 'efecto llamada' a los narcos españoles para
que se protejan bajo el paraguas gibraltareño. No es la primera vez. Ya
lo advirtió en 2011, cuando el conflicto pesquero, la Asociación
Unificada de la Guardia Civil.
Y no sólo es cuestión fiscal o bancaria. A
día de hoy, confirman a El Confidencial fuentes de la Policía española y la Guardia Civil, la cooperación de los bobbies gibraltareños con los cuerpos de seguridad españoles es nula. (...)
En todo caso, José María Peláez advierte de que no sólo Gibraltar se
sigue comportando como paraíso fiscal. Blanquear desde España el
supuesto millón de euros con el que arranca esta crónica se puede
realizar fácilmente en muchos países, principados y otros lugares.
Por
mucho que esté firmado el acuerdo de transparencia bancaria entre España
y Andorra, por ejemplo, no es sencillo para un inspector de Hacienda o
para un juez seguir el rastro de un dinero presuntamente delictivo.
Peláez se reitera en el ejemplo de Luis Bárcenas: “Si
un juez o un inspector están rastreando sus cuentas, por mucho acuerdo
que se haya firmado, no se puede pedir nominalmente que te envíen las
que tiene él o quien sea.
Hay que dar el número de cuenta y justificar
por qué se le está investigando. Además, todos estos países te agotan con tácticas dilatorias. Viven de eso. Ponen
las máximas pegas posibles. Los jueces se quejan de que, entre
otras maniobras, te requieren la aportación de los documentos
originales.
¿Cómo va a entregarlos un juez? Además, cuando te los piden,
ya han pasado siete u ocho meses desde tu solicitud. Y, después de
otros siete u ocho, cuando reclamas, te dicen que vale, que puedes
enviar copia de los documentos si están validados por un notario.
Cuando
lo haces, te demandan concreción en las fechas, y después te dicen que
no pueden cursar la petición porque algún número o algún detalle es
incorrecto. Así hasta que te agotan”, describe Peláez. (...)
En la última cumbre del G-20, celebrada la primera semana de este mes en
San Petesburgo, se aprobó una declaración de intenciones para que se
automatice el intercambio
de información bancaria; es decir, para que un inspector de Hacienda,
un juez o un investigador pueda acceder a la información de todos los
ciudadanos españoles en Andorra, Mónaco, Liechtenstein o Suiza.
Peláez
es más que escéptico en lo referente a su aplicación. Países como Austria y Luxemburgo, que mantienen el secreto bancario, se niegan a acatar la directriz hasta que sea universal. Hasta que la apliquen todos los países del mundo. Aun en ese caso, Gibraltar seguiría siendo el paraíso del blanqueador español .(...)" (El confidencial, 14/09/2013)
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