"Se hizo pasar por el director de la Fundación Amancio Ortega;
se presentaba en los medios de comunicación como creador de una fórmula
de fomento del empleo juvenil aplicando conocimientos adquiridos en
Harvard y se reconocía como el mediador institucional para que Vigo, su
ciudad, se convirtiese en sede del Foro del Joven Parlamento Europeo (en
realidad, una ONG que no depende de esa institución).
No obstante,
Javier Boo, joven exmilitante del PP que se implicó en la campaña de Alberto Núñez Feijóo a la Xunta
en 2016 y que llegó a participar como experto economista en un acto
organizado por el Gobierno gallego, buscaba trabajo. A lo grande. El
pasado diciembre fue detenido en Madrid acusado de estafa, falsedad
documental y hacerse pasar por otra persona. La Xunta y el PP, a los que
reiteraba públicos agradecimientos, se desmarcan de él.
Le pudo la ambición. Con apenas 27 años, Boo —conocido ya como El
Pequeño Nicolás gallego, por su similitud con el caso de Francisco
Nicolás Gómez Iglesias, el joven que vivió una situación similar con el
PP de Madrid— fue detenido sin haber conseguido ninguno de sus
propósitos.
Empeñado en obtener un empleo de prestigio, el joven vigués
que flirteaba con el PP contactaba al mismo tiempo con consultoras y
entidades financieras por teléfono o correo electrónico, al que añadía
los logotipos de la Fundación de Amancio Ortega. Haciéndose pasar por el
director de la misma, recomendaba a un supuesto sobrino —en realidad,
él mismo— para un empleo.
Fracasó en ese intento. Aunque consiguió algunas entrevistas, no
llegó a firmar contrato alguno y cambió el plan rebajando las
expectativas: comenzó a buscar acuerdos con financieras y empresas
automovilísticas internacionales.
Según la policía, Boo, que no tiene carné de conducir, les pedía
vehículos de alta gama a cambio del prestigio que, según les decía,
supondría que los utilizasen miembros de su fundación. El Pequeño
Nicolás gallego cayó a las puertas de un concesionario de BMW tras
cruzarse dos denuncias en la Policía. Una, la que presentó en A Coruña
el verdadero director de la fundación del empresario del imperio textil
de Galicia alertando de que alguien estaba usurpando su identidad, y
otra del representante de una multinacional de automóviles por motivos
que la Policía no especifica.
No obstante, las primeras ambiciones de Javier Boo fueron políticas.
Simpatizante primero y posteriormente militante del PP, intentó hacerse
un hueco en el partido. Antes de implicarse en la campaña de Feijóo a la
presidencia de la Xunta en 2016, el vigués ya mostraba maneras. En
2013, con el caso Bárcenas amenazando los cimientos del PP, un
entonces jovencísimo Boo se presenta como militante ante una revista
digital para analizar la situación del partido desde dentro. El supuesto
estafador cita a Winston Churchill y a Antonio Machado para reivindicar
el valor de la verdad y la honestidad.
Dos años después, se presenta en el Faro de Vigo como
profesor de ICADE y experto en finanzas que trabajaba para el Boston
Consulting Group y en un proyecto del Banco Central Europeo. En esa
misma época se reconoce, en una entrevista publicada en La Voz de Galicia,
como el cerebro de una plataforma, Up-Work-Act, capaz de encontrar
empleo para los jóvenes y desarrollada gracias a su “formación
empresarial en Harvard y su experiencia financiera en Goldman Sachs y en
consultoría estratégica en Boston Consulting Group”. Y en 2018 se
presenta ante los medios como “responsable de relaciones
institucionales” de la sección española de la plataforma Joven
Parlamento Europeo, que había elegido Galicia para celebrar un
encuentro.
Agradecimientos
Boo agradece entonces públicamente la implicación del vicepresidente
de la Xunta, Alfonso Rueda y del entonces concejal del PP de Vigo y
actual presidente nacional de Nuevas Generaciones y diputado en el
Congreso, el también vigués Diego Gago. Meses después, la Conselleria de
Economía incluye al supuesto estafador en la jornada “El empleo del
futuro” celebrada en la Ciudad de la Cultura y presidida por el conselleiro Francisco Conde.
El Gobierno gallego presenta al joven, entonces de 25 años, como
asesor senior de The Boston Consulting Group, la consultora
estadounidense que tiene entre sus clientes a más de dos tercios de la
lista Fortune 500 de grandes empresas. La Conselleria de Economía
asegura que esa fue su única relación con Boo y matiza que no lo
presentó como representante de la Fundación Amancio Ortega. Destaca,
además, que no le pagó por su participación en aquella jornada.
Por su parte, el presidente de Nuevas Generaciones elude pronunciarse
sobre su paisano.“No tiene nada que decir; no lo conoce de nada. Todo
lo que haya dicho sobre él se lo habrá inventado”, justifican su
silencio desde el PP. Y marcan la distancia: “Ese señor habrá sido
afiliado, vete a saber; ahora ya no lo es, un partido no puede
responsabilizarse por lo que hace cada uno de sus militantes”. (Cristina Huete, El País, 20/01/20)
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