13.7.18

El libanés que montó un 'casting' de hígados en Valencia: "Quería al doctor de Abidal"

"Hatem Akouche, de 65 años, supo a finales de 2011 que su vida pendía de un hilo. Se lo dijeron los médicos del Hospital Dieu, uno de los mejores de Beirut, en Líbano, al comprobar que los tratamientos conservadores no habían funcionado y que la única opción para superar su cirrosis era someterse a un trasplante de hígado

Los facultativos le indicaron que, siendo Akouche una persona con grandes recursos económicos, lo más razonable es que fuese a Europa o Estados Unidos, ya que Líbano no dispone de especialistas en materia de trasplante hepático.

Akouche hizo fortuna hace una década, cuando compartió negocios agrícolas con Rafic Hariri, exprimer ministro del país, que fue asesinado en 2005 por Hezbolá. Después ejerció como alcalde en un pequeño pueblo a 70 kilómetros de Beirut, donde no hizo tanto dinero pero amplió su agenda de contactos. Cuando les compartió su problema de salud, muchos le hablaron de España y su fama internacional en trasplantes de órganos.

Akouche recurrió entonces a su hijo Ali, que había estado varias veces en España y mantenía contacto con unos primos palestinos con sede en Novelda. Akouche y Ali se trasladaron a España en 2012, pero pronto se encontraron con un gran problema: los extranjeros no pueden recibir un trasplante de un cadáver en nuestro país. A los libaneses, entonces, solo les quedaba la opción de encontrar a un donante que fuese compatible y con el que mantuviesen alguna relación afectiva, condición 'sine qua non' para ser admitido en el sistema de trasplantes.

De modo que Akouche, Ali y los primos de Novelda, según relatan fuentes de la investigación, organizaron un 'casting' en mezquitas y lugares de culto musulmán para obtener un trozo de hígado sano a cambio de 40.000 euros. "Ellos han declarado, tanto en el juicio como en entrevistas con la prensa, que desconocían que estuviese prohibido comprar órganos vitales por las leyes españolas y, por el descaro con el que se llevó toda la operación, es bastante creíble", detallan estas fuentes.

 Los libanes filtraron ocho candidatos, todos inmigrantes pobres y sin papeles, y con ellos se presentaron en la clínica Quirón de Valencia, donde fueron sometidos a una completa analítica, un TAC, una resonancia y una prueba de histocompatibilidad. La factura, de 12.000 euros, se pagó desde la empresa de Novelda.

De modo que los tres, los dos libaneses y el 'agraciado', un sintecho rumano, acudieron al Clínic de Barcelona para el trasplante. "Este era el motivo por el que vinieron, para que les operase el mismo cirujano que a Abidal", relatan los investigadores. Se trata del doctor Juan Carlos García-Valdecasas, exjefe de cirugía del hospital y uno de los más reputados cirujanos hepáticos del mundo, cuyo equipo frenó la candidatura del rumano en el tercer grado.

 No veían cómo un rumano sin techo de Valencia podía ser sobrino de un millonario libanés sin relación con España. Los doctores le recomendaron que se buscase a un familiar y su hijo resultó compatible. La investigación estima que Akouche finalmente pagó más de 100.000 euros por el trasplante legal, sin contar el pago a candidatos.

Los libaneses regresaron a su país, donde Akouche fue recibido por varios políticos como un héroe, y no repararon de que aquí las cosas se les estaban poniendo feas. Una de las candidatas, una marroquí de mediana edad, le contó a una voluntaria de Accem, una ONG que trabaja con personas sin hogar, que un millonario libanés le había ofrecido 10.000 euros por un trozo de su hígado, pero que finalmente había sido rechazada por ser mujer. 

La institución lo puso en conocimiento de la Guardia Civil que inmediatamente abrió una investigación. A los seis meses, cuando Hatem Akouche y su hijo regresaron a Barcelona para el primer chequeo de la intervención, fueron detenidos en el aeropuerto de El Prat. Ellos, junto a los dos primos de Novelda, se enfrentan a unas penas que sumadas podrían superar los 24 años de prisión.

El clan de los Radosavljevic

Este es el más reciente, pero no el único delito relacionado con el tráfico de órganos en España. Hay otro posterior, aunque juzgado antes, que nació fruto de una casualidad. En 2014, la policía de Tarragona estaba realizando escuchas a una banda de ladrones de chalets cuando descubrió que el hijo del jefe, un serbio llamado Tony Radosavljevic, sufría insuficiencia renal y necesitaba un trasplante de riñón. Tony, en situación irregular en España, se hacía pasar por su hermano, este sí con papeles, para acceder a la diálisis en la sanidad pública.

Varios miembros de la banda engatusaron a Abdallah, un 'okupa' marroquí sin recursos, para "hacerle unos análisis de sangre" a cambio de 6.000 euros. Durante unos días Abdallah fue a las revisiones en el BMW de los delincuentes, hasta que comprendió, superada finalmente la barrera idiomática, que le iba a ser extirpado uno de sus riñones. El marroquí, al que ya habían adelantado parte del dinero, empezó a dudar del negocio.

El 24 de abril de 2014, a la 1 de la tarde, un BMW azul se dirigía a una notaria en la Playa Miami, en Tarragona. A bordo iban tres miembros del clan Radosavljevic y Abdallah. No obstante, ya delante del notario, el marroquí se negó a firmar la cesión de su riñón por miedo a las consecuencias de la cirugía. Testigos de la notaría sostienen que los serbios llegaron a amenazarle con "sacarle la pistola", pero que finalmente todo quedó en gritos y mucha tensión.

No fue así. Dos horas más tarde, a las 3, los tres miembros del clan serbio, junto a otros tres más, se metieron en una furgoneta negra Mercedes y raptaron a Abdallah en la puerta de su casa. Le llevaron a casa del jefe de la banda, Zoran Radosavljevic, donde estuvieron golpeándole, insultándole y amenazándole durante más de media hora. 

Dos días más tarde, con toda las conversaciones grabadas por la policía, fueron detenidos todos los miembros de la banda en Tarragona. El Tribunal Supremo ratificó el año pasado los seis años de prisión a los que fueron condenados el líder de la banda, sus dos hijos y un marroquí que sirvió de enlace para encontrar a Abdallah.

"Es un delito que no existe"

Zoran Radosavljevic, uno de los ladrones de chalets más importantes de Europa, fue el primer condenado por tráfico de órganos en España. Desde que la ley llegase al Código Penal, en 2011, solo se han dado estos dos casos. "Es que es un delito que no existe en España. 

Sabemos que siempre va a haber alguien que lo intente hacer, pero estamos convencidos de que nuestros filtros funcionan, como se ha demostrado en estos dos casos", dice Beatriz Domínguez-Gil, presidenta de la ONT. "En ambos casos el papel de la ONT fue determinante para poner a estos individuos a disposición de la Justicia, pero no podemos olvidar que nosotros somos una autoridad sanitaria, no judicial. Nosotros no solemos denunciar a los pacientes cuyos donantes rechazamos".

En España, las personas que pretendan donar 'en vivo' a un amigo tienen que responder a varias preguntas. Si a la comisión de trasplantes no le quedan las motivaciones muy claras, automáticamente se suspende la operación. Es por eso que de los 1288 trasplantes de hígado que se realizaron en España el año pasado, solo 17 incluían a un donante vivo. 

 "Es muy difícil engañar el sistema de verificación de la ONT, porque nuestra política es de tolerancia cero. Estamos preparados para detectar estas prácticas delictivas siempre antes de que se produzca el trasplante", continúa Domínguez-Gil. "A este respecto, estamos a favor de que la Fiscalía reabra el caso de Abidal, del que nunca se nos ha consultado nada, tras las palabras de Sandro Rosell que leí en El Confidencial

La ONT no solo tiene influencia en España, sino que, como líder mundial en trasplantes, lleva la voz cantante en el panorama internacional. El año pasado, sin remontarnos más, consiguió que las Naciones Unidas aprobasen un documento por el que todos los países se comprometían a reforzar las medidas de control en el tráfico de órganos. Hace menos, apenas cuatro meses, la ONT lideró el veto europeo a Global Kidney Exchange, una institución internacional impulsada por el premio Nobel Alvin Roth. "El proyecto planteaba un trasplante renal cruzado en el que se incluyeran países pobres con donantes que no tenían por qué ser compatibles. 

El problema es que los receptores de países ricos se comprometen a pagar los gastos del pobre, que por otra parte recibiría el riñón de un tercero... es complejo de explicar, pero resulta obvio que el trato es 'yo te pago el tratamiento a cambio de un donante para mí'. Es una cosificación de las personas y decidimos no dejarlos entrar en Europa", dice la presidenta de la ONT.

"Quiero dejar claro a los ciudadanos que este problema no existe en España. En otros países de nuestro entorno sí, en Asia, en Egipto, en algunos países del Este... de esos no se habla nunca y son el verdadero problema. Lo que pasa es que esto le ha sucedido a un personaje muy llamativo y por eso está teniendo mucha exposición en los medios, pero deben saber que la ONT está llevando a cabo una investigación sobre el caso Abidal y se acabará sabiendo la verdad", remata Domínguez-Gil."                 (Alfredo Pascual, El Confidencial, 08/07/18)

No hay comentarios: