24.4.18

"Hago trabajos universitarios para otras personas para ganar algo de dinero"

Portada de la web ApruebaTodo

"En estas fechas la mayoría de los estudiantes universitarios se encuentran finalizando las distintas asignaturas o los trabajos finales de grado (TFG) o máster (TFM). Algunos de esos trabajos tendrán la autoría de personas como Julia, aunque no estarán firmados por ella sino por alguien que ha comprado sus servicios a través de diferentes portales de Internet.

“Terminé mis estudios y no encontraba empleo. Me di cuenta de que hacer trabajos universitarios para otras personas era una forma de ganar dinero”, declara Julia (nombre falso) que cuenta con una licenciatura, dos másteres y con experiencia laboral en Estados Unidos. 

Según Julia, en este trabajo se puede ganar en un mes entre 150 y 200€, “una ayuda para hacer frente a los gastos corrientes”, aunque afirma que si se dedicara solamente a esto podría tener unos ingresos de "más de 1.000€, un sueldo de los que ya no hay”.

Estas empresas surgieron sobre todo tras la implantación del Plan Bolonia, caracterizado por incluir en los grados universitarios multitud de prácticas en las asignaturas (además del examen final) y el TFG. El Plan Bolonia ha supuesto un aumento de trabajo para los profesores y alumnos, pero estos últimos han encontrado en estas empresas una manera de aliviar su carga. Eso sí, no es accesible para todos los bolsillos.
“Hace 4 años hice un TFG sobre Historia de la Economía para una chica con la que contacté a través de un foro porque esas webs no eran tan conocidas como ahora. Elaboré 80 páginas y también le preparé el PowerPoint para que lo defendiera ante un tribunal académico. 

Le dediqué mucho tiempo y gané 1.000€”. Así nos cuenta Miguel (también nombre falso) su experiencia haciendo trabajos para otros. Tiene una licenciatura, dos másteres y ha participado en numerosos congresos académicos a nivel nacional e internacional.
“Tras haber tenido varios trabajos precarios, hacer este TFG supuso para mí ganar dinero por primera vez utilizando mis más de 8 años de formación”. Miguel no descarta volver a hacer esto si se queda sin trabajo, aunque señala que “ahora no se cobra tanto como hace 4 años. Han surgido estas webs que tienen a un montón de jóvenes formados y que están tirando los precios”.

“Disfruta de tu tiempo libre. Deja que trabajemos por ti”

“Con apruebatodo.com aprenderás y aprobarás mientras disfrutas de tu tiempo libre. Olvídate de largas y aburridas clases particulares que no te aportan nada, y deja que trabajemos por ti. Aprobado 100% garantizado”. Así es cómo vende sus servicios este portal web, que cuenta hasta con un chat online para aclarar todas las dudas que pueda tener el usuario. 

Para comprar un trabajo universitario en esta platafoma, primero debes introducir el nombre de tu universidad, la carrera que cursas y adjuntar las características del trabajo (tema, número de páginas y de referencias bibliográficas y la fecha de entrega). Después, la web contacta con sus “colaboradores”, como Julia, y les pide que pongan un precio. 

“Por lo general suelo pedir unos 8€ por página, a veces me los dan y otras no. Supongo que la plataforma elabora una especie de subasta y el que ponga el precio más bajo es el que se queda el trabajo”, afirma Julia, al mismo tiempo que confiesa que en estas fechas tiene mucha actividad.

 “Recibo 10 o 12 trabajos al día para que les ponga un precio. Estoy rechazando muchos porque no doy abasto”.
Este periódico ha intentado ponerse en contacto con los responsables de Aprueba Todo pero no han querido hacer declaraciones. 

“Hice una entrevista de trabajo y me ofrecieron hacer un TFG"

Existe una gran demanda en la compraventa de trabajos universitarios. Cada vez son más los alumnos que recurren a estas prácticas. Es lo que se desprende del testimonio de Diego (nombre falso): “me hicieron una oferta de trabajo encuadrada dentro de mi formación . Pensé que sería una gran oportunidad para conseguir un empleo, pero cuando acudí a la entrevista de trabajo noté cosas raras. 

Me preguntaron sobre qué tal me había ido en la carrera y cómo me había salido mi TFG”. Al poco tiempo Diego descubrió la realidad que escondía esa oferta laboral “me ofrecieron hacer TFG para otros, ser colaborador  de su empresa. No hay contrato, ni factura, todo dinero negro. La empresa se llama Avanza y Fórmate y se dedican también a hacer TFM e incluso tesis doctorales”, confiesa Diego mientras nos dice que ha rechazado la oferta.

“Pagué 1.000€ por mi TFG de Obras Públicas”

El último año de la carrera suele ser el más difícil. Ante la imposibilidad de acabar el TFG en tiempo y forma, muchos temen volver a pagar los elevados costes de otra matrícula. Este fue el caso de Francisco (nombre falso) cuando cursaba el último año del Grado en Obras Públicas en una universidad privada.

 “Me encontré en la siguiente encrucijada: o pagar una nueva matrícula o  para que me hicieran el TFG. Al final pagué 1.000€ por el TFG y ahorré dinero y tiempo”, indica Francisco. “Tuve suerte porque un amigo mío que estaba en una situación parecida a la mía pagó 2.000€”. Ahora Francisco trabaja en una empresa vinculada al sector de la construcción.

“Si el tutor no controla, el tribunal tendrá dificultades para detectar la autoría”

José María Jiménez Cano, Profesor Titular de Lengua Española en la Universidad de Murcia y exdecano de la Facultad de Letras, cuenta con 36 años de experiencia como docente universitario y se muestra preocupado por el auge de estas plataformas web.
“Tenemos herramientas para detectar el plagio pero no para esto. 

Yo he estado en tribunales y he juzgado trabajos con serias dudas de que los haya hecho el alumno”, señala el profesor, mientras lamenta la dificultad para obtener pruebas fehacientes para averiguarlo. Aun así, se muestra confiado en que estas prácticas se pueden detectar: “si hay un contacto directo y constante entre profesor y alumno, dificulta la tentación del trabajo fraudulento”.
Sin embargo, Jiménez Cano reconoce que la enseñanza online o no presencial propicia el escenario perfecto para que estas prácticas “tramposas” se lleven a cabo. Por otra parte, el profesor destaca los tres factores que han provocado esta situación: “la percepción del TFG y TFM como un mero trámite (para profesores y alumnos), la masificación de las aulas y la precariedad laboral generalizada”.

Un TFM como el de Cristina Cifuentes desde 432€

La  exclusiva de eldiario.es sobre el falso máster de la presidenta de la Comunidad de Madrid Cristina Cifuentes ha provocado que el término TFM sea conocido hasta por aquellos que se encuentran alejados de las dinámicas propias de la universidad. Si se analiza un máster de un año de duración (60 créditos = 1500 horas aprox.), el Trabajo Final de Máster suele equivaler a unos 18-24 créditos.
A pesar de los intentos de Cifuentes por demostrar que cursó y obtuvo el máster en la URJC como cualquier estudiante normal, una de las pruebas principales, el TFM, aún continúa en paradero desconocido, tanto para ella como para la propia URJC. Este periódico contactó con uno de los “compañeros” de Cifuentes en ese máster para que explicara las características del TFM que él sí presentó y defendió en octubre de 2012: un trabajo sobre sobre las televisiones autonómicas de 81 páginas, 16 notas al pie y escritas a verdana 12.
En menos de 1 minuto el portal Aprueba Todo ofrece un presupuesto orientativo para un TFM de esas características. El precio de partida será de 432€, que aumentará conforme se aporten más especificaciones sobre el mismo y, más aún, si se exige que lo hagan en un periodo corto de tiempo.
Cabe destacar que presentar un TFG o TFM hecho por otra persona no puede ser considerado como plagio. Cuando compras un trabajo universitario éste es ex novo y por tanto 100% original.

 En ese sentido, Julia nos confiesa que “la propia plataforma web utiliza programas informáticos para saber si el trabajo por el que me pagan está plagiado o no”. “Cuando el comprador presenta su trabajo en la universidad es muy difícil que alguien pueda detectar que la autora soy yo”.                   (Víctor Peñalver, eldiario.es, 21/04/18)

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