"La comisión judicial española que se
encuentra en Colombia ha encontrado en la residencia de Edmundo
Rodríguez Sobrino documentación que acredita una serie de transferencias
de una cuenta en Suiza a sociedades tras las que se esconde el
testaferro de Ignacio González, han informado a eldiario.es fuentes del
caso.
De un análisis inicial de esa documentación, los investigadores
deducen que se trata de pagos derivados del pelotazo que los imputados
dieron con la compra por parte del Canal de Isabel II de la sociedad
brasileña Emissao en 2013.
El viaje de los funcionarios españoles a Colombia está
resultando vital para la investigación. El hallazgo de la documentación
sobre las transferencias desde Suiza se ha producido en el apartamento
de Rodríguez Sobrino en la ciudad de Barranquilla. El expresidente de
Inassa, la filial con la que el Canal controla sus negocios en América
Latina, también escondía 262.000 euros en metálico en su residencia colombiana.
Entre
la documentación encontrada en el apartamento de Barranquilla aparecen
papeles de la sociedad panameña Amalfi, detrás de las que se esconde
Rodríguez Sobrino. La Fiscalía Anticorrupción y la Guardia Civil
encontraron el primer rastro de Amalfi en el registro que practicaron en
la vivienda que Edmundo Rodríguez Sobrino tiene en Denia.
El exconsejero de La Razón permanece en
prisión incondicional desde su detención el 19 de abril. Este jueves, la
Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional rechazó el recurso de su
defensa contra la decisión del juez Eloy Velasco de mantenerlo en
prisión provisional por varios delitos, entre ellos pertenencia a
organización criminal.
Un pelotazo pagado en Suiza
Anticorrupción y la Guardia Civil buscan
pruebas en Colombia de los dos pelotazos del Canal. El primero, la
compra de Inassa, fue autorizado por el gobierno regional que presidía Alberto Ruiz-Gallardón en 2001.
El Canal compró esa compañía pagando por sus acciones un sobreprecio
que, según los investigadores, acabó en bolsillos privados. "Se robaron
25 millones de euros", resumió Rodríguez en una conversación grabada por
los agentes de la Guardia Civil.
Inassa se ocupó del segundo pelotazo,
la compra de la empresa brasileña Emissao en el año 2013. Rodríguez
pilotó una operación en la que interpuso una sociedad uruguaya para
comprar el 75% de esa compañía, que abría al Canal las puertas del
mercado brasileño. Su socio Ignasi Maestre constituyó esa empresa
uruguaya, Soluciones Andinas de Agua, una sociedad pantalla a la que dió
apariencia de compañía especializada en el tratamientos de aguas.
Sin embargo, durante el proceso Rodríguez
obvió que varios informes alertaban de la mala situación financiera de
Emissao. Se abonaron por ella 21 millones de euros, pero al poco tiempo
su valoración cayó hasta los cinco. La consultora KPGM advirtió en la due dilligence
que elaboró antes de la compra de que la empresa brasileña no había
aportado toda la información que le pidieron. Tenían dudas de que la
operación fuese rentable.
La investigación de la Comunidad de Madrid sobre ese pelotazo se encontró con que el dinero de la operación había acabado en cuentas suizas.
Los 21 millones que pagó el Canal por Emissao se ingresaron en el país
helvético a nombre de Sebastiao Cristovam, propietario de la mayoría de
las acciones de Emissao, e investigado en el caso Lezo, según recoge la
denuncia de la Comunidad de Madrid y distintos informes de la Guardia
Civil aportados al sumario.
Desde entonces, Anticorrupción y la
Guardia Civil rastrean esos fondos porque sospechan que viajaron desde
Suiza a las cuentas de Rodríguez y sus socios. Por eso, el juez Eloy
Velasco cursó Audiencia una comisión rogatoria a las autoridades suizas
solicitando información bancaria.
Con los datos que ofrezca el país
helvético se podrá comprobar quién es el titular o titulares de la
cuenta donde acabó el dinero de la compra de Emissao y confirmar si las
transferencias a Edmundo Rodríguez Sobrino proceden de ella.
En el escrito de oposición a la libertad
de Rodríguez Sobrino, los fiscales Anticorrupción apuntan directamente a
que el hombre de González en Latinoamérica consiguió "elevadas
ganancias ilícitas" con los negocios del Canal. Con ellas compró
inmuebles que puso a nombre de su hija en Colombia, Panamá o Londres.
Además, tiene una red de cuentas bancarias en los paraísos fiscales de
la Isla de Jersey, en Panamá -a través de la sociedad Amalfi- y en
Suiza. " (Pedro Águeda
/
Marcos Pinheiro
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