La investigación se inicio por el cobro de comisiones ilícitas por los derechos audiovisuales de la selección brasileña de fútbol que posteriormente se blanqueaban a través de empresas en paraísos fiscales.

Las fuentes sitúan a Rosell y al expresidente de la federación brasileña de fútbol Ricardo Teixeira al frente de esa trama.
Las detenciones y los registros los están llevando a cabo agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional, así como efectivos de la Policía Judicial de Cataluña de la Guardia Civil.

En concreto, Rosell y su mujer están acusados de haber lavado casi 15 millones de euros procedentes de la venta de derechos televisivos de partidos de la Selección nacional de fútbol de Brasil. El dispositivo, que ha recibido el nombre de operación Rimet, está dirigido por la Fiscalía de la Audiencia Nacional y el Juzgado Central de Instrucción número 3, y es resultado de un año de pesquisas de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional, en colaboración con la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos.

 De hecho, el caso tiene su origen en una comisión rogatoria enviada a Madrid por la Fiscalía de Nueva York que destapó en 2015 una macrotrama de comisiones ilegales y sobornos en el seno de la FIFA, el organismo que dirige el fútbol mundial.

La UDEF utilizó esa información del FBI sobre movimientos bancarios en España para realizar las primeras indagaciones, pero terminó descubriendo una red societaria y financiera independiente, que presuntamente fue diseñada por Rosell para ocultar una fortuna de origen desconocido. Por lo pronto, la instructora de la causa, la jueza Carmen Lamela, ha acordado el embargo preventivo de 10 millones de euros en depósitos bancarios y de más de medio centenar de propiedades inmobiliarias que suman más de 25 millones de euros.
 La mayor parte de esos activos serían propiedad del expresidente del FC Barcelona (2010-2014) y su mujer, aunque estaban a nombre de terceros para dificultar su localización.
Uno de los tres testaferros detenidos en la operación, según ha podido confirmar El Confidencial, es el empresario de origen libanés Shahe Ohannessian, amigo personal de Rosell. El expresidente blaugrana le vendió antes de su llegada al club en 2010 su principal compañía, Bonus Sports Marketing SL,especializada en la gestión de derechos y eventos deportivos, para evitar que pudieran acusarle de conflicto de intereses.
 Los investigadores han descubierto ahora que, en realidad, Ohannessian sólo era su hombre de paja, por lo que habría mantenido el control de la compañía durante toda su etapa como presidente del FC Barcelona.

En la operación participan efectivos de la Jefatura Superior de Policía de Cataluña, así como agentes de la UDEF desplazados desde Madrid. También intervienen funcionarios de la Guardia Civil. La policía ya registró el pasado año varios despachos vinculados a Rosell para intervenir pruebas relacionadas con la causa. El dispositivo ha tomado el apellido de Jules Rimet, el abogado y árbitro francés que presidió la FIFA entre 1921 y 1954 y prestó su nombre al trofeo del mundial de fútbol hasta 1970.

Rosell nunca ha estado formalmente acusado por el caso de corrupción de la FIFA, pero se ha visto salpicado por algunas averiguaciones. Entre las operaciones que investiga la Fiscalía de Nueva York se encuentra el acuerdo de patrocinio que firmó la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) con la multinacional de ropa deportiva Nike en 1996 por valor de 160 millones de dólares.
 Rosell solo era entonces responsable de 'marketing' deportivo de la marca para España y Portugal pero, cuando en 1998 se hizo cargo de la división de Nike para toda Latinoamérica, se mudó a Río de Janeiro y se convirtió en el gestor del megacontrato con la CBF. Implicados en el caso FIFA han confesado que el entonces presidente de la CBF, Ricardo Teixeira (1989-2012), se llevó 15 millones de dólares en sobornos de Nike por la firma de ese acuerdo.
Rosell está pendiente de otro juicio en la Audiencia Nacional por el fichaje de Neymar, un escándalo que provocó su dimisión de la presidencia del Barça en enero de 2014. El juez José de la Mata lo ha procesado por los delitos de estafa y corrupción en los negocios, por haberse concertado presuntamente en 2011 con la familia del delantero brasileño para pactar su marcha del Santos al FC Barcelona en 2014 a cambio de 40 millones de euros.
 La operación habría impedido que otros equipos pudieran contratar al jugador, adulterando de ese modo el normal funcionamiento del mercado. Pero además, según el juez, Rosell y Neymar decidieron que el traspaso se produjera un año antes de lo pactado mediante un sistema que rebajó artificialmente el precio del fichaje. El engaño permitió rebajar la cuantía que debía percibir el fondo de inversión DIS, que era propietario del 40% de los derechos de la estrella del Barça.
El exdirigente deportivo ya tuvo que declarar como testigo en 2013 por una presunta estafa en la compra de su mansión de Cassá de Pelrás, un paraje del municipio de Corsá, situado a 30 kilómetros de Girona y en plena Costa Brava. Su abogado de confianza, Manuel Guillén, estaba acusado de haberle traspasado la vivienda mediante una artimaña por 900.000 euros, cuatro veces menos del valor que exigían sus propietarios."                  (El Confidencial, 23/05/17)