"(...) Peries: Michael, le quiero hacer una pregunta. Estos
últimos días se han planteado no pocas cuestiones sobre por qué no
aparecen muchos norteamericanos o canadienses en los papeles filtrados.
Algunos especulan con que se debe a que los estadounidenses no necesitan
refugios fiscales, porque ellos mismos son un refugio fiscal. Estados
como Nevada, Wyoming y Dakota del Sur se consideran la nueva Suiza de la
evasión fiscal. Explíquenos cómo funciona el proceso, porque todo eso
está interrelacionado.
Hudson:
Normalmente, usted tiene no uno, sino dos y, a menudo, tres o cuatro
centros a modo de sucesivas “pantallas de humo”. La idea no es colocar
directamente dinero en los EEUU. Imagine que usted es un cleptócrata
ruso, o un cleptócrata ucraniano, y que desea sacar mil millones de
dólares y ponerlos a resguardo.
Lo que no hará usted es ir directamente a
una entidad de Delaware o de Wyoming. El dinero tiene que terminar allí.
Pero si usted lo coloca allí directamente, entonces el gobierno
norteamericano y el banco en cuestión dirán: “¡Un momentito!.
Aquí
tenemos al presidente de Ucrania con mil millones de dólares
precisamente en nuestro sistema bancario”. Así que lo que tiene usted
que hacer es lavar el dinero. Análogamente con el cártel colombiano de
la droga. No irán a depositar el dinero de la droga colombiana
directamente a un banco de Delaware en un depósito abierto a su propio
nombre.
Hay que pasar por un montón de etapas intermedias. El
dinero sale de Ucrania o de Rusia hacia Letonia, inicialmente a través
de los bancos de Riga. Yo me he encontrado en Riga con norteamericanos
que suministran el servicio de crear tal vez hasta 30 empresas para
quien necesita lavar dinero. Enviarán el dinero, pongamos por caso, a
las Indias Occidentales británicas. De allí pasará a Panamá. Y luego, de
Panamá, ya bien escondido, irá finalmente a parar a una entidad de
Delaware.
Si usted echa un vistazo a las estadísticas de la
balanza de pagos, encontrará en las ramas bancarias de Panamá o de las
Indias Occidentales (o de donde sea) pasivos debidos a la oficina
central estadounidense.
Si mira usted allí, podrá usted ver la enorme
cantidad de acciones norteamericanas, de bonos norteamericanos, de
depósitos bancarios norteamericanos que vienen de esas islas. La
magnitud es tan gigantesca, que es precisamente eso lo que ha conseguido
mantener a flote al dólar.
El Congreso de los EEUU lo ve con toda
claridad. En los 60, reconoció que, básicamente, los delincuentes son
la gente que dispone de mayor liquidez en el mundo. Esos delincuentes no
quieren de ningún modo atar sus dineros a propiedades. Porque las
propiedades saltan a la vista, son visibles. Las finanzas en la balanza
de pagos se conocen como el “invisible”.
Si usted es un delincuente,
querrá que sus finanzas sean invisibles para poder mantenerlas a salvo. Y
la inversión más a salvo es la inversión en bonos del Tesoro
estadounidense.
En el Congreso de los EEUU se argumentaba en los
60 de esta guisa: ¿queremos un 15% de retención fiscal a los bonos del
Tesoro, sobre todo a sus tenedores extranjeros? Se sabía que el grueso
de los extranjeros tenedores de bonos del Tesoro eran delincuentes.
Pero
el Congreso dijo: necesitamos el dinero de los delincuentes, así que no
haremos retenciones y no gravaremos fiscalmente el crimen. Al
contrario: haremos que el crimen esté libre de impuestos. Gravaremos
fiscalmente a la industria estadounidense, gravaremos fiscalmente al
trabajo asalariado estadounidense; pero no a los delincuentes
extranjeros, porque necesitamos su dinero.
Así pues, no haremos
retenciones fiscales sobre sus activos camuflados en cuentas fiduciarias
en las ramas de los bancos estadounidenses en Delaware (el principal
refugio fiscal en esa época), Nueva York o Londres.
Las ramas
londinenses de los bancos estadounidenses acumulaban el mayor volumen de
depositantes y eran la fuente mayor del crecimiento de ingresos de
Chase, Citibank y otros en los 60. Se llamaron eurodólares. El grueso de
los eurodólares que fluían a esas ramas procedían del tráfico de drogas
y de armas y de los dictadores del tercer mundo en África y otras
partes.
Así pues, en resolución, fue bajo presión de los EEUU que
se configuró el actual sistema bancario internacional, a fin de
facilitar el blanqueo de dinero procedente del capital acumulado en el
tráfico de drogas.
La causa de que norteamericanos y canadienses no
figuren particularmente en los registros del bufete jurídico panameño es
que su papel consistía en lavar dinero de extranjeros, en ocultar sus
medios de ganarlo. Pero la industria petrolera no lo oculta. La
industria petrolera declara todos los ingresos que obtiene, y la
industria minera declara asimismo todo el dinero que obtiene de las
compañías navieras en Panamá o en Liberia.
Solo que ni Panamá ni Liberia
tienen sistema fiscal e impuestos al ingreso, de modo que no hay aquí
pasivos fiscales. Es un robo legal a la hacienda pública, tan
limpiamente legal como, según muy razonablemente dejó dicho el senador
por California Hayakawa, el robo de Panamá que los EEUU perpetraron
contra Colombia. (...)" (Michael Hudson
, Sin Permiso, 24/04/2016)
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