3.2.16

Hubo un modelo PP de saqueo de la administración y de las empresas públicas: Obras faraónicas, subcontratas con sobrecostes, comisiones en negro para el partido, para el político

"(...) el modelo de crecimiento económico impulsado por Eduardo Zaplana a finales de los años 90: construcción, grandes eventos, endeudamiento e intervencionismo en la sociedad civil. 

Estrategia para la que se usaron las cajas de ahorros valencianas –Bancaixa y la CAM– y al Banco de Valencia. Ahora no existen, porque todo el sistema financiero valenciano cayó por la negligencia de sus gestores.

El modelo ha sido ampliamente estudiado, por profesores como Josep Vicent Boira, Joan Romero o Manuel Alcaraz, actual conseller de Transparencia. Hay amplia coincidencia: el PP ocupó las instituciones y las gestionó en beneficio del partido y de las empresas satélites. 

Las múltiples causas judiciales lo atestiguan. Hubo, al respecto, un modelo, una estrategia, de saqueo de la administración y de las empresas públicas, hasta hundirlas. Los pufos son multimillonarios en RTVV, 1.300 millones de deuda; CIEGSA, 1.700 millones; Ciudad de la Luz, 300 millones; Aeropuerto de Castellón, 200 millones; Feria de Valencia, 1.000 millones, y así un largo etcétera.

En cada caso abierto la operativa es similar. Obras faraónicas, subcontratas con sobrecostes, comisiones en negro presuntamente destinadas al partido o en beneficio propio, según los jueces. La dinámica afecta a toda la estructura institucional, que arrastra, castigada por la infrafinanciación, una deuda de 40.000 millones de euros.

Pero todo esto sucedía en un tiempo de borrachera económica, de orgía del ladrillo, de enriquecimiento generalizado. La sociedad civil valenciana, como apuntan Boira y Alcaraz, intuían el precio de los excesos: Copa del América, Fórmula 1, visita del Papa, Open de Tenis, Hípica, Óperas costosas; pero calló, con dignas excepciones.

Gürtel rompió la burbuja del imaginario colectivo, y la opinión pública descubría que el PP había creado un modelo corrupto que había arruinado la cajas, los eventos, los contenedores culturales y las empresas públicas.

 Le siguieron más casos: Fitur, la visita del Papa, caso Cooperación, caso Carlos Fabra, caso Brugal, caso Emarsa o caso Fórmula 1. Y esta semana, ha estallado el caso Taula, que confirma que la corrupción se había instalado en todas las instituciones, sin excepción.

El PP local, el último bastión que parecía haber esquivado esta enorme lacra, ha caído bajo el peso de la ley, a causa del caso Taula. Con una fuerza desconocida: toda la militancia está bajo sospecha."                 (, La Vanguardia, Valencia 31/01/2016)

No hay comentarios: