"Los Sumarroca actuaban como un banco en la sombra para
Convergència. Están ligados a la familia Pujol desde hace más de 40
años, pero es ahora cuando se destapa que llevan al menos diez
financiando al partido de Artur Mas. El entramado empresarial que
controlan en la actualidad suma activos valorados en más de 2.500
millones de euros repartidos entre 221 empresas.
Las
cabeceras del negocio son las constructoras Teyco y Comsa Emte, que se
han adjudicado en los últimos años numerosos contratos con la
Generalitat de Catalunya a cambio, presuntamente, del pago de
comisiones, según investiga la Fiscalía Anticorrupción.
Según algunas fuentes, entre 2012 y 2014, Emte habría
logrado 18 contratos por 13,6 millones de euros y Teyco, 25
adjudicaciones por 11,2 millones. Pero en el entramado hay también
empresas de energía, fotovoltaicas, promotoras inmobiliarias, hoteles,
gestores de agua, aparcamientos e incluso bodegas y compañías agrícolas.
La 'trama' de los Sumarroca
El empresario
Carles Sumarroca Coixet, amigo íntimo de Jordi Pujol i Soley, y fundador
junto a él de Convergència Democràtica de Catalunya en 1974, está
considerado el patriarca del clan. Sus negocios se iniciaron tras amasar
una gran fortuna en la posguerra y en sus empresas han trabajado no
sólo familiares de Pujol, como sus hijos Jordi o Pere, o incluso su
esposa, Marta Ferrusola, que llegó a crear una empresa de jardinería,
Hidroplant, con la mujer de Sumarroca, Núria Claverol, sino también
algunos de sus más estrechos colaboradores.
Así, Lluís Prenafeta, exsecretario de Presidencia de la
Generalitat de Catalunya entre 1980 y 1990, fue socio de Sumarroca en la
empresa Curtidos Tipel, en la que también figuraba un primo del
primero. Pero las casualidades no acaban ahí.
En 1988 el actual presidente catalán, Artur Mas, se
incorporó a trabajar a la empresa Vilassar Internacional, una de las
filiales de Curtidos Tipel. Era una firma dedicada a la reparación,
curtido y acabado del cuero además de la preparación y teñido de pieles,
que acabó quebrando en 1995, pero que está considerada uno de los
orígenes del inmenso patrimonio que han llegado a aglutinar los
Sumarroca.
La familia tiene un entramado empresarial a través del cual
controla dos de las principales constructoras que más adjudicaciones han
recibido por parte de la Generalitat catalana: Teyco y Comsa Emte. Su
problema son las comisiones y sobornos que presuntamente pagaban a
cargos políticos o fundaciones ligadas a CiU y que han dejado un reguero
de causas judiciales contra ellos.
Es
el caso de los supuestos abonos ilegales en el Palau de la Música por
300.000 euros, que habrían ido a parar directamente a Convèrgencia
Democràtica de Catalunya (CDC), el pago de comisiones a Jordi Pujol
Ferrusola en México, que el juez Pablo Ruz cifró en 150.000 euros al año
durante seis ejercicios; o del abono del 3% de las obras al partido
independentista para poder llevarse adjudicaciones públicas en
ayuntamientos de toda Cataluña.
Eso sin contar con los supuestos pagos al exalcalde de
Torredembarra (Tarragona), que se ha saldado ya con la detención del
empresario Jordi Sumarroca y sus familiares Susanna y Joaquim, todos
vinculados a la empresa constructora Teyco; además el exalcalde la
localidad, Daniel Masagué, y el gestor y abogado Mariano Júdez.
El grupo Teyco tiene precisamente como presidente y
consejero delegado a Jordi Sumarroca, uno de los hijos del fundador del
imperio, acusado ahora de blanqueo de capitales, falsedad y tráfico de
influencias. Supuestamente, y según las investigaciones que se están
llevando a cabo, Sumarroca habría girado facturas falsas a empresas
vinculadas con Masagué por unos servicios que en realidad nunca se
llevaron a cabo y que el ministerio fiscal, calcula por valor de más de
1,4 millones de euros.
La familia Sumarroca controla más del 85% de la constructora
a través de cuatro empresas. Pilsuna tiene el 33,5%, Agrícola Sumol, un
25,81% y Fibex Blue junto a Balmore Plus controlan otro 25,81% a través
de la firma Barsedana Inversiones. Tan sólo esta última mercantil ya
suma unos activos de más de 200 millones de euros. Una parte minoritaria
de Teyco pertenece al grupo Ofmoda, presidido por el empresario Ramón
Arana. La constructora participa a su vez en otras 29 compañías.
Radiografía de Teyco
A
pesar de que el grupo Teyco es la constructora que más contratos de
obra pública ha recibido de la Generalitat durante la última legislatura
de Artur Mas, la empresa disminuyó sus activos a la mitad tras el
estallido de la burbuja inmobiliaria. Teyco contaba en el año 2008 y
2009 con unos activos por encima de los 340 millones de euros, una cifra
que actualmente está mermada hasta los 145 millones, según las últimas
cuentas consolidadas presentadas por la compañía en el Registro
Mercantil.
Los ingresos de la constructora cayeron en consonancia desde
el inicio de la crisis hasta la actualidad. La sociedad pasó de
facturar 136 millones de euros en el año 2010 hasta 80,5 millones tan
sólo dos años después.
El grupo comenzó a remontar a partir de 2012, coincidiendo
con la segunda legislatura de Artur Mas como presidente de la
Generalitat.
La empresa había pasado de unos beneficios de 5,1 millones
en 2008 a sufrir pérdidas de hasta 5,4 millones cuatro años después. Sin
embargo, los últimos datos reflejan que el grupo volvió a beneficios en
2012 al conseguir un resultado de 1,2 millones de euros.
La segunda constructora en manos del clan y principal
adjudicataria de obras públicas en Cataluña también ha sufrido los
efectos de la crisis económica. Emte, propiedad de la familia Sumarroca,
se fusionó en 2009 con Comsa, controlada por la familia Miarnau, dando
lugar a la segunda constructora no cotizada de España por volumen de
negocio y sumando actualmente más de 175 sociedades participadas tanto
en España como en el extranjero.
Tras el primer año de la fusión, la
empresa llegó a sumar unos activos de 2.158 millones, alcanzando el
récord dos años después en 3.027 millones de euros. En ese momento, en
2011, los ingresos habían ascendido ya a 2.167 millones. La situación de
la compañía se ha complicado a pesar de todo en los últimos años tanto
por la crisis como por la bajada de las concesiones de obra pública. Así
su volumen de negocio en 2013, el último año del que hay cifras
disponibles quedó reducido a 1.574 millones de euros, lo que supone una
caída del 27,3%.
Pese a tener una larga racha de rentabilidad y números
positivos, en 2012 la constructora cerró el ejercicio con unas pérdidas
de 156,8 millones de euros. Un año después logró reducir los números
rojos hasta los 24,3 millones de euros.
Más allá de las complicaciones económicas, los Miarnau se
encontraron con un problema inesperado ante las investigaciones
judiciales abiertas contra sus nuevos socios, a los que intentaron
apartar de la gestión, algo que en mayor o menor medida consiguieron con
la salida a comienzos de este año.
Carles Sumarroca fue apartado así como vicepresidente del
consejo de administración de Comsa Emte y los Miarnau tomaron el mando
del máximo órgano ejecutivo. Aún así, la pelea accionarial se mantiene
porque, mientras que los Miarnau tienen el 70% y ostentan por lo tanto
una posición mayoritaria, los Sumarroca quieren hacer valer también su
30% del capital.
La participación de los Sumarroca se articula, entre otras
firmas, a través de Barsedana Inversiones, que es la empresa central de
la trama. Pero ésta está participada a su vez por la family office de
los Sumarroca, denominada, Balmore Plus, una de las firmas que utilizan
para la gestión de su patrimonio.
Es una firma que sumaba a 31 de
diciembre de 2013 activos por valor 28,4 millones de euros, con unas
pérdidas después de impuestos de 39.000 euros. Para Artur Mas, todo
esto, se trata sin embargo de un ataque del Estado contra Cataluña. Consulte el gráfico al detalle." (Eva Díaz / Javier Romera
, El Economista, 3/09/2015)
No hay comentarios:
Publicar un comentario