"El sector del seguro decenal operaba como un cártel. Es lo que dicta la
última sentencia del Juzgado 12 de lo Mercantil de Madrid que condena a
pagar 3,5 millones de euros a nombres como Caser, Scor y Asefa por prácticas para evitar la competencia y mantener precios artificialmente elevados.
Según el fallo al que ha tenido acceso Vozpópuli, la Justicia considera probado que las grandes aseguradoras “realizaron actos de presión” a empresas que amenazaban con ofrecer tarifas más bajas que las pactadas. Esas grandes compañías cruzaron e-mails en los que afirmaban que se corría el riesgo de “suprimir toda guía de tarificación, lo que marcaría el fin de la disciplina de mercado”.
Según el fallo al que ha tenido acceso Vozpópuli, la Justicia considera probado que las grandes aseguradoras “realizaron actos de presión” a empresas que amenazaban con ofrecer tarifas más bajas que las pactadas. Esas grandes compañías cruzaron e-mails en los que afirmaban que se corría el riesgo de “suprimir toda guía de tarificación, lo que marcaría el fin de la disciplina de mercado”.
“Creo
que tenemos que comunicar esa información y sugerir a las cedentes que
hagan presión sobre Hannover para evitar eso”, llegaba a decir la
aseguradora suiza Scor en un intercambio de correos electrónicos.
Los hechos se remontan al año 2000 cuando un cambio en la Ley de
Ordenación de Edificación obligó a asegurar la construcción de viviendas
nuevas. La nueva legislación obligaba a constructores o promotores a
firmar seguros de al menos una década de duración en un sector que
controlaban Mapfre, Asefa, Caser y la francesa Scor para cubrir posibles
desperfectos en los edificios nuevos destinados a viviendas.
A ese
sector intentó incorporarse en el año 2007 la Mutua de Seguros a Prima Fija (MUSSAT)
que pretendía vender seguros más baratos. Ese intento requería del
“reaseguro”, una práctica por la que las grandes aseguradoras crean
paquetes con sus pólizas y las colocan entre otros actores con el fin de
diversificar su riesgo.
Según declara la sentencia, ese intento de entrada en el mercado fue
objeto de “boicot y retorsión” por parte de Asefa, Scor y Caser. La
sentencia apunta que esas compañías intentaron mantener “el
establecimiento de precios mínimos, con la consecuente desventaja
competitiva”.
La Justicia considera, además, probado que hubo “encuentros personales en que se trataron las mismas cuestiones” en las que estuvieron presentes representantes de Caser, Mapfre, Suiza, Munich Re y Asefa,
entre otros. “Caser, Munich y Suiza fueron firmes en su decisión de
seguirnos en no rebajar ni un ápice las condiciones de suscripción. Al
que no vi muy convencido fue a Arnaldo (representante de Mapfre), Mapfre
no hará nada” –revela un e-mail intercambiado entre las aseguradora.
Entre las evidencias que valora el fallo se incluye un e-mail para
evitar que las llamadas “reaseguradoras” dieran cobertura a la empresa
que intentaba entrar en el mercado. “Paco, es fundamental que no aceptes
ni una sola operación”, se decía en uno de esos correos. El resultado,
concluye la sentencia, fue que nadie quiso dar cobertura al nuevo
entrante y sólo consiguió aseguramiento con la condición de “mantener el
anonimato” de quienes le prestaron apoyo.
“Los hechos de los que se parte como acreditados (...) no se limitan a
intercambios de información sino a concretos actos de presión a
terceras personas, reaseguradores, a fin de que no procedieran a
conferir el reaseguro” a MUSSAT, concluye la sentencia. (...)" (Javier Ruiz, Vox Populi, 11/07/2014)
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