14.10.14

El ‘caso Fernández Villa’ destapa años de corrupción a costa de los fondos mineros

"¿De dónde salieron los 1,4 millones de euros que José Ángel Fernández Villa afloró tras la amnistía fiscal? Esta es la pregunta más repetida en Asturias desde que este miércoles salieran a la luz las diligencias abiertas hace medio año por la Fiscalía Anticorrupción contra el antiguo dirigente del SOMA-UGT, y que investiga la fiscal Carmen García Cerdá.

Y la respuesta que dan al unísono quienes conocen bien al veterano dirigente de UGT en Asturias –mucho más que un líder minero: el auténtico hombre fuerte del socialismo asturiano durante más de un cuarto de siglo– no ofrece lugar a dudas: de los Fondos Mineros.

Un viejo rival suyo en el sindicato y en el partido socialista, Antón Saavedra, lo describe de forma gráfica: “Lo de Villa es peccata minuta. En Asturias se ha robado durante años mediante mordidas de los fondos mineros, y la pena es que cuando comienza a salir la mierda ya no hay minería”.  (...)

Las sospechas de Saavedra, ya jubilado, y de Cándano, no parecen fruto de su imaginación. El informe definitivo de la Sindicatura de Cuentas de Asturias sobre las ayudas a la minería del carbón ofrece un párrafo esclarecedor.

 “La gestión actual de las ayudas recibidas por los fondos mineros es poco eficiente (…) pues al no llevar una contabilidad de gastos con financiación afectada impide conocer de manera exacta y precisa la situación de las ayudas recibidas”. La Sindicatura de Cuentas pone un ejemplo.

En una de las partidas, por valor de 248,3 millones de euros, nada menos que 125,4 millones de euros se encuentran pendiente de ingreso “sin que haya existido certificación alguna de gastos incurridos”. 

Es decir, sin documentación que acredite el gasto. Con razón, Saavedra dice que lo de Fernández Villa es peccata minuta, teniendo en cuenta que los fondos mineros absorbieron en el periodo 1998-2005: 1.604 millones de euros, y otros 2.880 millones entre 2006 y 2012. En total, 4.484 millones en tres lustros.

Saavedra y la Sindicatura de Cuentas no son los únicos que cuestionan cómo se han gestionado los fondos mineros. La revista digital asturiana Atlántica XXII ha venido investigando desde hace tiempo los casos de corrupción. Y sus sospechas son algo más que fundadas.

En uno de sus últimos números publicaba que el presidente del Montepío de la Minería, José Antonio Postigo, disfruta de un lujoso chalet en Valladolid aledaño y casi gemelo al de Juan Antonio Fernández, el constructor del macrogeriátrico de Felechosa, la obra de 31 millones de euros que impulsó la mutualidad de los mineros gestionada por los sindicatos.

 Postigo, prejubilado de la mina, también tiene una vivienda en la Costa del Sol y otras propiedades en Mieres. Y lo que políticamente no es menos relevante: se le considera un delfín de Fernández Villa, el ‘capo’ de la minería asturiana desde que Felipe González descabalgara a la anterior dirección de UGT, ya que se negaba a desmantelar la minería asturiana.  (...)

La obra del macrogeriátrico de Felechosa no es un proyecto más. Supuso una inversión de 31 millones de euros pagada con los fondos mineros, y significó el despegue de la empresa constructora, que en 2010 facturaba catorce millones de euros. Sin embargo, siempre según Atlántica XXII, la empresa del vecino del presidente del Montepío de Mineros, Alcedo de los Caballeros, tenía dos empleados fijos en 2008 y facturaba apenas dos millones de euros.

El macrogeriátrico de mineros, que ahora se ha abierto a otras profesiones ante la falta de peticiones, no es el único proyecto faraónico por el que se han colado los fondos mineros (financiados en buena medida por la Unión Europea).

Hay quien recuerda que en una ocasión alguien preguntó por los alumnos mientras visitaba la Universidad de Mieres, un mastodóntico complejo que supuso un coste de 133 millones de euros con cargo a los Fondos Mineros, con capacidad para 6.000 alumnos, pero que en su pico más alto ha rondado los 1.500. El gran ‘padrino’ de la operación fue, como no, José Ángel Fernández Villa. (...)

La sombra de la corrupción asturiana tuvo uno de sus hitos cuando varios directivos de la mítica mina La Camocha –donde se fundaron las primeras comisiones obreras– fueron juzgados por producir carbón virtual. O lo que es lo mismo, en lugar de extraerlo del subsuelo, compraron 98.686 toneladas en países de fuera de la UE para poder cobrar las subvenciones una vez que desembarcaban la mercancía en el puerto de Gijón. 

Entre los encausados, Víctor Zapico, exconsejero de Industria de Asturias, además de apoderado de La Camocha, y muy cercano a Fernández Villa. No parece casualidad, por lo tanto, que el expresidente Rodríguez-Vigil haya dicho en La Nueva España que “si miramos a sus colaboradores, veremos a algunos camino de La Camocha”

Y es que, los Fondos Mineros –con un indudable interés social y económico para una región en declive– dan para eso y mucho más."            (El ‘caso Fernández Villa’ destapa años de corrupción a costa de los fondos mineros, de Carlos Sánchez en El Confidencial, en Caffe Reggio, 10/10/2014)

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