14.6.13

Falciani desvela cómo funciona la red financiera de dinero negro

"¿Cuál es el resorte que permite el blanqueamiento de capitales y la opacidad del sistema financiero? El secreto como piedra filosofal. La falta de controles a la hora de identificar al cliente y comprobar el origen de los fondos. El objetivo último del banco es captar clientes con inmensas sumas de dinero y, el cebo, prometer guardar su privacidad a toda costa.

“La banca se aprovecha de los beneficios de una riqueza que no ayuda a crear”, lamenta Falciani, un reproche que también aplica a los paraísos fiscales, que se nutren de una actividad que llega huyendo de los controles de sus países de origen. "No son bancos como los que están junto a tu casa, son bancos diseñados para tratar con clientes de otros países", recuerda.

Para ocultar a toda costa la identidad real de los dueños del capital, se pivota sobre un entramado de testaferros y sociedades pantalla en paraísos fiscales. Una sola fortuna puede tener dinero o propiedades a nombre de hasta cientos de empresas falsas regentadas por hombres de paja.

Estas empresas están sitas en paraísos fiscales que también protegen la identidad de los supuestos inversores internacionales. "Está todo preparado para trabajar con el cliente, sin dar información sobre su identidad", aclara el exempleado del banco. 

El propio banco presume en su página web de su forma de trabajar. Su telaraña es en realidad la clave de su éxito. “Confianza”, “discreción”, “relaciones”, “conexiones internacionales”, HSBC no esconde sus métodos. Se ampara en su manipulación de la legalidad. "Si no controlamos la identidad de los clientes de forma efectiva, estamos ofreciendo una herramienta muy poderosa a gente muy mala", recuerda el francés.

Así, “poderosos” en diferentes países del mundo se ayudan mutuamente a que la pelota del dinero negro ruede entre varios países en múltiples niveles. Dando cobertura a las necesidades de efectivo, por ejemplo, o preservando la opacidad del sistema mediante el lobby político. 

De nuevo, el banco rentabiliza su sistema de relaciones sin rubor. "En nuestras 80 oficinas en 36 países, disponemos de una red para dar servicio al cliente", aseguran. " Sabemos cómo hacer tangibles nuestra red de conexiones internacionales para el cliente", ofertan.

La filial suiza de HSBC deja claro que sus clientes tienen que querer "invertir o pedir prestado" al menos, tres millones de dólares. "Buscamos nuevas oportunidades para gestionar y proteger la riqueza de nuestros clientes", insisten desde el banco (el más grande del mundo, cuya matriz se localiza en Londres). Ofrecen como atractivo añadido expertos en invertir en oro, diamantes y joyas, los activos preferidos para el blanqueamiento ya que no dejan apenas rastro.

Cuando una Justicia intenta desenredar la madeja se encuentra con un juego de muñecas rusas, con sociedades pantalla que pertenecen a otras sociedades inventadas en terceros países. Mientras se tira del hilo, en procesos que pueden llevar años, los clientes vacían sus cuentas.

 Este éxito se puede apreciar no solo en investigaciones actuales como la de Bárcenas, que según las comisiones rogatorias de Suiza llegó a tener hasta 38 millones de euros que se han volatilizado en su mayor parte, sino en hechos ya juzgados como en el caso de Mario Conde. El año pasado, casi diez años después de la condena en firme, la Audiencia Nacional localizó hasta cinco propiedades del exbanquero ocultas en sociedades pantalla en Luxemburgo.

"Todo va de relaciones entre gente muy poderosa. Es la estructura de la corrupción", concluye Falciani para explicar el engranaje del sistema.
 
Para agilizar y desarrollar la estrategia de la red fiscal, la trama se orquesta en un primer momento por los gestores de cuentas que están dentro del banco que coordinan a los intermediarios que tratan "físicamente" a los clientes en sus países de origen. Hay incluso equipos responsables del “mercado” de cada país, en el caso español el conocido como Iberia.

 "La banca privada establece relaciones estrechas con clientes a través del 'gestor de cuentas', también hay intermediarios que pueden ser primarios, secundarios... diferentes tipos de personas que trabajan unidas para captar clientes para el banco", explica.

Hasta el momento, en España solo se ha llegado a “tocar” directamente a uno de los 200 gestores que manejan la mayor parte de los 500.000 millones de dólares en activos (algo así como la mitad de la economía española) que atesora esta filial de HSBC. Es Marc Pérez, el mentor de la red de Gao Ping, y primera incursión de Anticorrupción en el corazón de Ginebra.

Pero en EEUU la investigación sí llegó hasta el corazón del banco, un espacio reservado, virgen a los ojos de la justicia, hasta que llegó la lista Falciani. La banca suiza, no solo HSBC, también Credit Suisse y Julius Baer entregaron listados de sus empleados. Todo con tal de evitar lo inevitable. Que la Justicia terminara multando a la entidad. Estas acciones han provocado una desbandada de gestores del banco

Aunque estos empleados saben que trabajan con bombas de relojería, hasta ahora eran intocables. Falciani ha logrado con su huida hacia adelante romper ese tabú. Para contrarrestar este proceso, HSBC anunció recientemente el fichaje del antiguo director del MI5, el servicio de espionaje británico, para reforzar sus medidas de seguridad. Contraespionaje para devolver la tranquilidad al corazón de la opacidad.

Pero estos gestores pocas veces se mueven de su seguro refugio suizo. Son otros, los intermediarios, los que tienen que captar o ayudar a los clientes en sus respectivos países. Estas personas, a su vez, no tienen por qué haber pisado Ginebra en su vida. De hecho, no haberlo hecho es un cordón sanitario que garantiza aún más el trabajo en la obscuridad.

Los llamados “intermediarios” no están en nómina de ningún banco suizo, ya que pueden ser financieros en otras firmas, abogados o personas conocidas por la clase alta en la que confían para administrar sus negocios.

 Los intermediarios ponen a los potenciales evasores en contacto con el banco pero también con otras personas “de negocios” con las que pueden encontrar solución a problemas como la salida en efectivo de dinero al extranjero o una operación simulada de compra-venta.

El más conocido entre los ricos españoles es Arturo Fasana, el ciudadano suizo que ha manejado los hilos de la Gürtel y también, según una exclusiva de Interviú, de algunas operaciones de los Albertos. Fasana ha gestionado las cuentas de Franciso Correa y de la familia Pujol, en este último caso según las declaraciones del financiero Javier de la Rosa. Aunque Fasana es suizo y solo gestiona cuentas de HSBC, no parece pertener a la plantilla del banco, lo que le identifica más como uno de los llamados intermediarios "primarios".

Entre los detenidos, o imputados, en las investigaciones por corrupción están empleados del Sabadell, de la sociedad de valores del hermano de Botín, exempleados de Banesto, de Banco Zaragozano, (actualmente Barclays) La complicidad de la banca local, o de algunos de sus empleados al menos, es un pilar de la trama. 

Casar salidas de efectivo entre clientes que tienen altas sumas de dinero en metálico y necesitan lavarlo y los otros que necesitan liquidez y repatriar parte de su capital que tienen en los paraísos fiscales es uno de los hilos vertebradores del sistema.

El intermediario de moda, que además ejerció al final un papel de testaferro, es Iván Yáñez, el gestor de bolsa elegido por Bárcenas para manejar primero sus inversiones y, después, aparecer como propietario de sociedades pantalla. El resto del tiempo que no se hacía pasar por Bárcenas, Yáñez trabajaba para la gestora de Jaime Botín, uno de los hijos de Emilio, trabajo del que fue despedido de forma fulminante al destaparse su nombre en la investigación.

Enrique Lasarte y José Ramón Blanco Balín son nombres recurrentes en estos ovillos de corrupción. El primero, que llegó a dirigir el Banco Vitoria, una sucursal de Banesto, sirvió de intermediario en su día a Mario Conde que recurrió a su alta capacidad de imaginación para crear ingeniería financiera, por lo que fue condenado a cuatro años de cárcel. Lasarte se ha reconvertido gracias a la mafia china de Gao Ping, que volvió a recurrir a él para organizar la trama.

 Según publicó Vozpópuli, los informes policiales recogen diversas conversaciones telefónicas entre el financiero e integrantes de la trama cuyo contenido hace suponer a los agentes que el financiero no sólo utilizaba los servicios de la red, sino que había pasado a ser también "intermediario de otros clientes".

Blanco Balín también tiene antecedentes con añejo, ya que apareció en la otra lista más famosa hasta la aparición de Falciani, la del DVD que se robó de un banco de Liechtenstein. Blanco Balín es un experto en fiscalidad, tanto que coincidió con José María Aznar en la carrera de Inspectores de Finanzas del Estado. Ha prestado sus servicios financieros a los omnipresentes Albertos, y en la actualidad es investigado por su papel en Gürtel.

Alberto Cortina, Alberto Alcocer y Alfonso Alcocer, son nombres que aparecen de forma recurrente en todos los entramados, enlazados a Fasana o Blanco.También es fácil toparse con el magnate Juan Abelló, cuya mujer Ana Gamazo esconde su fortuna en una complicada red de sociedades pantalla, según desveló El Confidencial en colaboración con el consorcio internacional de periodistas de investigación. 

Además, según publicaron varios medios, el propio Abelló fue investigado por Hacienda en un informe que frenó el mismísimo Aznar. Pero su apellido vuelve a estar en el punto de mira al haber sido imputado uno de sus sobrinos, Vicente Abelló, entre los intermediarios de la red Gao Ping. Y vuelta a empezar. Sin duda, una auténtica red."         (eldiario.es, 13/06/2013)

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