"Para determinadas funciones, la distancia del poder es imprescindible. El 'caso Millet' fue iniciado a instancia de la Agencia Tributaria, de carácter estatal; y el 'caso Pretoria', a partir de una investigación en paraísos fiscales por la Audiencia Nacional. Ambos casos tienen su centro en Catalunya y ambos habían sido denunciados y archivados. ¿No les da que pensar?
Desde los principios de libertad e igualdad que regulan nuestras relaciones de convivencia, qué es lo más adecuado: ¿que los poderes públicos sean cercanos o lejanos? La respuesta ya la hemos dado al principio: depende. ¿Depende de qué? Del tipo de poderes que sean.
Probablemente sólo podríamos dar una respuesta completa analizando caso por caso, cada poder en su contexto concreto. Pero, en líneas generales, quizás debería establecerse un principio: los poderes administrativos lo más cercanos posible, los poderes de control lo más alejados posible." (Fundación para la Libertad, citando a Francesc de Carreras, LA VANGUARDIA, 31/10/2009)
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