30.10.09

JOSÉ LUIS PEÑAS, ex concejal del PP que denunció el 'caso Gürtel'

"Peñas, que cobra 1.500 euros, ha puesto en jaque a presuntos blanqueadores de dinero, conseguidores y empresarios corruptos. "¿Cuánto habrían pagado por mis cintas?", fantasea ahora. Él también está imputado en el caso por cobrar de Correa, pero asegura que lo destinó al partido que fundó en Majadahonda (Madrid) como alternativa al PP local. (...)

Pregunta. El PP le acusa de manipular la venta de unas parcelas en 2004 en Majadahonda, cuando era concejal, con Guillermo Ortega de alcalde.

Respuesta. Las acusaciones de que quise vender unas parcelas municipales a bajo precio a unos empresarios determinados son absolutamente falsas. La ley me impedía adjudicar directamente. Además, todo el expediente de venta de esas parcelas lo informó, valoró y autorizó el mismísimo vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González. Todo el PP de Majadahonda votó a favor de los pliegos, de las valoraciones, del expediente completo, que luego avaló la Comunidad de Madrid. Hubo una investigación en Anticorrupción para aclarar la venta en la que declararon Esperanza Aguirre [presidenta de Madrid], Ricardo Romero de Tejada [ex secretario general del PP de Madrid] y Narciso de Foxá [actual alcalde]. Y nadie me acusó de nada.

P. Esa venta originó una guerra civil en el PP y la intervención de Aguirre contra Guillermo Ortega. Usted y otro concejal se fueron del grupo.

R. No me fui. Me echaron del grupo municipal del PP. ¿Qué guerra había? Yo la sé, pero a día de hoy no la puedo revelar porque hay una parte del sumario que sigue secreta. Pero el tema que había ahí era lo de siempre: captar dinero y repartirlo.

P. ¿Ya operaba con Correa?

R. Yo con Correa tenía entonces una relación transversal por su mujer, Carmen Rodríguez, que era jefa de gabinete del alcalde. Y con ella trabajaba 12 o 14 horas al día. Era íntimo de ella.

P. ¿Cómo llegó hasta Correa?

R. Me lo presentó el alcalde, Guillermo Ortega. Lo conocíamos en el PP todo el mundo, no sólo en Madrid. Era el que hacía todos los actos del presidente José María Aznar, el que iba con Aznar. Era el séptimo hombre del PP con mayor poder. No hay más que verlo en las fotos de la boda. Y en la despedida de novios. Cuando nos expulsan del grupo municipal, Carmen Rodríguez, a través de su marido, Francisco Correa, nos intenta echar una mano y es ahí cuando veo su tinglado. Me doy cuenta de la trama en septiembre de 2005. Y decido que o miro para otro lado, como ha hecho Mariano Rajoy, o debo seguir ahí y dedicar dos años de mi vida a obtener pruebas. Porque no quiero quedarme otra vez como con las parcelas, sin pruebas, y que encima me echen las culpas.

P. Y arranca su labor de topo.

R. Al principio no me atrevo. Estoy indeciso. Pero cuando ya oigo un cabreo de miembros de la trama, que exigen cobrar dinero, al día siguiente empiezo a grabar. Es diciembre de 2005.

P. ¿Qué le evidenció que estaba ante una red de corrupción?

R. Yo ya lo tenía claro. Había visto un fotograma de un vídeo. Decía mucho: era una mesa llena de dinero con políticos alrededor. Podía parecer una timba, pero no era eso. Me dio tanto miedo que casi lo olvidé. Pero luego oí una conversación de un miembro destacado del PP de Madrid, imputado ahora en la causa, que exigía dinero a Correa por no hablar de una operación en Arganda del Rey. Vi por dónde iban los tiros y que, posiblemente, lo que pasó en Majadahonda fue algo parecido.

P. Cuando Correa le financió su partido, ya sabía usted que le estaba apoyando un corrupto. ¿Declaró ese dinero a Hacienda y al Tribunal de Cuentas?

R. Mi partido lo declaraba todo a Hacienda. El dinero se metía en las cuentas del partido y era para financiar la pequeña estructura. Pero entre septiembre y diciembre de 2005 yo veo que no es una red de colegueo, que es una red para conseguir mucho dinero. Si yo hubiera querido estar en la trama, habría estado en el entramado internacional, habría formado parte de alguna de las empresas como administrador o socio, pero no he estado nunca en nada de eso. Correa no daba nunca nada gratis. Creyó que, teniéndonos controlados, podía hacer alguna presión en Majadahonda o en pueblos vecinos. A mí Correa no me pidió nada al principio. Luego, sí. Que había que presionar a ciertas personas en varios municipios para que no hicieran o denunciaran determinadas cosas.

P. ¿Le obedeció?

R. En ningún momento. (...)

P. Correa se quejó de que el PP de Madrid le debía dinero por actos que realizó y no cobró. Lo denunció en los tribunales y luego hubo un acuerdo. ¿Cómo se pagó esa deuda?

R. Para ese juicio fuimos llamados a declarar Juan José Moreno [otro edil del PP de Majadahonda que ratificó la denuncia de Peñas] y yo como testigos y es en ese momento cuando la ejecutiva regional decide negociar. Y negocia Pablo Crespo con el secretario del Consejo de Gobierno de Aguirre, cosa que me resulta extraña. Luego me dijeron que era miembro del comité. No tengo constancia de cómo se pagó. Pero sé que se pagó. Crespo me comentó cómo hacían facturar, en lugar del PP, a la Comunidad de Madrid. Hacían un acto del PP y la factura en vez de ir al PP iba a la Comunidad, y como ahí estaba Alberto López Viejo, pues no había ningún problema.

P. ¿Pudo montar López Viejo 358 contratos desde diversas consejerías sin consentimiento o conocimiento de Aguirre?

R. No entiendo que el consejero de Deportes fuera haciendo los actos de todas las consejerías. O los consejeros eran unos ineptos y no merecen ser consejeros o había una orden de que quien hacía todos los actos era López Viejo. Más que nada porque se le contrató para eso. Aguirre fichó a López Viejo y a Alfonso Bosch [ambos imputados], las dos personas que durante muchos años habían montado los actos de Aznar. Ella lo que quiere, por ejemplo, es para mañana un acto en el Metro para inaugurarlo. Y para eso tiene a fontaneros como López Viejo. Y, al final, de la tarta se llevan un trozo importante. Desde que ha salido la Gürtel, ¿cuántos actos públicos ha hecho Aguirre, que antes nos tenía acostumbrados a uno por la mañana y otro por la tarde? Hacía dos actos al día. Lleva unos meses que sale de vez en cuando. ¿Por qué? Porque no hay nadie ahora que haga lo que hacía López Viejo.

P. ¿Quiénes son los responsables en el PP del nacimiento de esta trama de corrupción?

R. Rajoy es el más culpable. Me parece un poco candoroso que diga que en 2004 Luis Bárcenas [ex tesorero nacional del PP, imputado] le dijo que estos muchachos estaban pidiendo contratos en nombre del PP y que él lo único que hizo fue expulsarles de Génova. ¿Por qué no fue a un juzgado? Y Aguirre es la segunda responsable de Gürtel y la principal en Madrid. Y Camps no ha podido demostrar que se pagó los trajes. Y es evidente que Ricardo Costa ha seguido siempre las indicaciones de sus superiores. La trama estaba antes de que llegara él. Y Aznar... Un día me dijo Correa: 'El presidente me ha llamado porque se va a ir y quiere que contrate a Antonio Cámara', que era su edecán. Los responsables políticos son todos ellos y espero que a algunos las investigaciones puedan atribuirles responsabilidades de otro tipo.

P. ¿Prevé un final en el que usted sea condenado por cohecho y Camps y otros beneficiarios del PP sean absueltos?

R. Ja, ja. Cosas peores se han visto. Espero que no. No le deseo mal a nadie, ni una condena, pero los hechos son muy tozudos. El PP se queja de que se hable de la Gürtel y no de la crisis económica, que claro que es muy grave. Pero asegurar que esto no fue grave es decir que no tiene importancia la democracia. Mucha gente cree que no le afecta el delito económico. Pero el delito económico nos afecta a todos. Te puedes caer y morir un día porque no hay una ambulancia cerca y, a lo mejor, con el dinero que se llevó determinado alcalde por la adjudicación de una parcela podíamos haber tenido una ambulancia al lado. O vas un día a un hospital y necesitas un riñón y no se puede porque no hay dinero en ese hospital... No pensemos eso de que todos haríamos lo mismo si estuviéramos ahí. El delito económico nos puede suponer cosas muy graves. Y aquí parece que mientras roben los míos... bueno." (El País, ed. Galicia, España, 19/10/2009, p. 11)

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