""Alfredo de Miguel era un padrino y en este país, sin uno de ellos, no tienes un contrato",
espetó el fiscal Josu Izaguirre en sus conclusiones del juicio del
'caso De Miguel', la mayor investigación de corrupción en Euskadi, que
quedó visto para sentencia el pasado año y que afecta a excargos del PNV
de Álava. Uno de los 26 imputados, el empresario Sergio Fernández
Oleaga, reconoció que De Miguel, conocido como Txitxo, era un "padrino"
para él.
El periodista de eldiarionorte.es (eldiario.es) Iker Rioja Andueza (Vitoria-Gasteiz, 1987) recopila en el libro El padrino. Anatomía del 'caso De Miguel' disponible a través de Amazon en formato de papel y en 'ebook' y próximamente en librerías los detalles de este caso, que
acabó con la sorpresa de la confesión de la existencia de una trama de
cobro de comisiones por parte de algunos de los procesados.
A lo
largo de más 400 páginas se recogen todas las derivadas de una
macrocausa que se inició un 17 de marzo de 2010 y cuya resolución
llegará en los próximos meses con la sentencia de la Audiencia
Provincial de Álava.
Éste es un adelanto de parte del capítulo sexto, titulado El señor de las tinieblas:
El fiscal Josu Izaguirre se quejó
de que el abogado de Alfredo de Miguel, Gonzalo Susaeta, intentara
presentar a Txitxo en el juicio como un “concejal de pueblo” cuando en
realidad era “Superman”, un político multitarea y con una capacidad de
influencia insospechada. Un hombre del Renacimiento, una persona capaz
de reunirse horas antes de la boda de una amiga con su socio en
Zambrana, Josu Arruti.
Semanas antes de su detención por
corrupción, la revista local ‘Dato Económico’ elaboró un ‘ranking’ con
los más poderosos de Álava y situó a Txitxo en el número 8. Así lo
describía su director, Álvaro Martínez: “Poco dado a las apariciones
públicas, es la gran sorpresa del Ejecutivo foral. Talante negociador,
discreto pero con arrojo, se está convirtiendo en un hombre de
referencia en el nacionalismo alavés. Muchos políticos de otros bandos
le buscan para negociar. Mucha capacidad de influencia en sus jefes,
Xabier Agirre [en la Diputación] e Iñaki Gerenabarrena [en el partido]”.
No tardó Aitor Tellería en
enviarles al propio De Miguel y a otras personas de su círculo un
‘e-mail’ jocoso al respecto. “La proximidad y el continuo contacto nos
ha impedido distinguir y valorar en su justa medida las virtudes de un
líder nato, como parece que es, en este caso, nuestro apreciado amigo
Txitxo. Esa manida asociación entre Don Txitxo y el señor de las
tinieblas se derrumba y se ilumina el lado oscuro.
Estamos ante la
máxima expresión del arrojo y la capacidad de influencia y… ¡nosotros
sin darnos cuenta! Acostumbrados a mucho talante con poco talento, la
amistad parece que nos ha impedido ver que en Txitxo se unen ambas
características: talante y talento. Número 8… de mirada franca y sonrisa
noble, parco en palabras y largo en hechos, mucha gente estará
temblando y no precisamente de frío ante la irrupción de este animal…
político en el panorama institucional arabarra.
Su primera incursión en
la vida política le ha llevado a ser el octavo más poderoso de Araba,
pero todos esperamos que evolucione favorablemente hasta llegar a la
cima, en estos momentos en manos de otra cabeza brillante, la de Goyito
Rojo, experto fresquero de popular familia socialista y de escasa
instrucción y magisterio, pero con ni un pelo de tonto… ni de listo.
Su
notoriedad se ve eclipsada por su discreción y humildad. Sirva esta
breve reseña para que le demostréis vuestra alegría y satisfacción por
haber sido objeto de tan merecido reconocimiento a nuestro número 8”.
Txitxo estaba verdaderamente
“acostumbrado a descalzaputas, lameculos y demás vagos cuya única virtud
es decirte lo grande que eres y las buenas ideas que se te ocurren”.
Estas palabras son, de nuevo, del locuaz Tellería, cuyo correo
electrónico corporativo de la entidad pública CEIA incluía a partes
iguales asuntos sobre Miñano, gestiones del PNV, pornografía y otras
naderías.
Al margen de exageraciones,
efectivamente el buzón de Txitxo en la Diputación era una referencia
para todo tipo de menesteres, fuesen institucionales, de partido o
incluso personales. Según describió el fiscal Manuel Pedreira, que
asistió a Josu Izaguirre en el juicio, De Miguel era plenamente
consciente de que un buen número de personas se dirigían a él a pedir
favores y, en esas circunstancias, “se puede reaccionar de dos formas,
poniendo un muro de contención o dando salida” a esas peticiones y
facilitando a los amigos “acceder antes” a determinadas gestiones y sin
pasar por la “ventanilla general”.
De Miguel optó por lo segundo. Y
no sólo eso, quería que quedara su impronta. “Dile al bueno de Oskar que
he sido yo”, le pidió en una ocasión a su secretaria, Judith
Goirizelaia, cuando el tal Oskar escribió a un buzón genérico para
agradecer el favor.
“Por cierto, ¿de esto te llevas ‘rappel’?”, bromeaba
en otro momento su amigo Iñaki San Juan cuando le resolvió los
problemas de financiación para una gira de una banda irlandesa. “Vaya
papeleta, vaya amigos tienes”, le respondió en otro caso su compañero
diputado de Hacienda, José Luis Cimiano, todavía hoy en el cargo, al
hilo de las deudas fiscales de una conocida empresa de ‘catering’ que
quería contratar con la Administración -no se puede en esas
circunstancias- y a la que Txitxo quería dar “solución”.
“Nos hace falta tu intermediación
política [...]. Ten en cuenta que tengo cuatro motivos muy importantes
para acelerar el tema o cerrarlo de una puta vez”, le planteaba en una
ocasión Joseba Aginagalde, gestor de las ikastolas alavesas. ”Buenas
tardes, ha salido un concurso adecuado para nosotros, ¿cómo lo puedo
enfocar?”, escribía en otro momento Fernando Palacios, que recordaba a
De Miguel que trabajaba en la reforma de la nueva sede del PNV alavés.
¿Una entrada para el Baskonia?
Alfredo de Miguel. ¿Un pase para la catedral de Santa María de Vitoria?
Alfredo de Miguel. ¿Un trabajo para un primo de un militante ‘jeltzale’?
Alfredo de Miguel. ¿Colocar a un familiar de Tellería? Alfredo de
Miguel. ¿Cargarse al secretario municipal de Laguardia? Alfredo de
Miguel. ¿Dinero para el Araba Euskaraz? Alfredo de Miguel. ¿Conseguir un
crédito en la Caja Vital por la vía rápida? Alfredo de Miguel.
¿Organizar una visita de niños de Estados Unidos? Alfredo de Miguel.
¿Subvencionar un campeonato de aeromodelismo? Alfredo de Miguel. ¿Pactar
el titular de un periódico local? Alfredo de Miguel.
Sí, siempre Alfredo de Miguel. Ni el control de determinados medios de comunicación escapaba a Txitxo. [...]
Nuestro hombre también se daba
algunos “caprichos” desde su correo oficial de la Diputación, como
comprar bogavantes para Navidad o reservar una ‘suite’ para la boda de
un colega. Aunque el rey de los “caprichos” era su amigo Juan Antonio
Bilbao, de la empresa de comunicación Dosuve (Vanitas et Veritas) [...].
Txitxo bromeaba en sus mensajes
con él y le decía que le había “enchufado” para la elaboración de los
logotipos e imagen corporativa de la nueva sede alavesa [del PNV],
Landaburu Etxea. Mientras, éste le correspondía organizándole viajes a
Andalucía con todo tipo de atenciones. “No es un tema de Diputación, es
un favor personal que me has hecho. Deudas pendientes, amigos, ...”,
bromeaba el político con Bilbao.
Un análisis de los correos
electrónicos del político, en los que las tildes y la ortografía
brillaban por su ausencia, muestra que mantuvo hasta el último día su
intensa actividad paralela a la institucional, con mensajes sobre
Juventud o Zambrana fechados a 16 de marzo de 2010 [24 horas antes de
ser detenido por corrupción]. Cosas de la vida, el último ‘e-mail’ que
recibió -y que nunca leyó- era la declaración institucional del diputado
general, Xabier Agirre. En ella pidió “tolerancia cero” contra la
corrupción." (eldiarionorte.es, 16/03/19)
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